El poder se puede usar de diferentes formas, para el bien o para el mal, pero el poder de la oración de una esposa, traerá maravillosos dividendos.
Amiga, no se cual es la situación que vives con tu esposo, te animo a que uses ese poder que está en tus manos. En la oración hay poder. Usa este recurso y se que podrás decir al final: con el poder de Dios todo se puede.
La oración de una esposa confesando su enojo, frustración y falta de perdón.
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Marcos 11:24, 25.
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Marcos 11:24, 25.
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Efesios 4:32.
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Mt. 7:7,8.
Orando por el trabajo de El.
¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará;
No estará delante de los de baja condición. Prov. 22:29.
No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste. ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas Como alas de águila, y volarán al cielo. Prov. 23:4,5.
No estará delante de los de baja condición. Prov. 22:29.
No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste. ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas Como alas de águila, y volarán al cielo. Prov. 23:4,5.
Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Mateo 16:26.
Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa.
Ecl. 10:18.
Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa.
Ecl. 10:18.
Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros, Y la obra de nuestras manos confirma
sobre nosotros; Sí, la obra de nuestras manos confirma. Sal. 90:17.
sobre nosotros; Sí, la obra de nuestras manos confirma. Sal. 90:17.
Orando por sus finanzas.
Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis debeber, ni estéis en ansiosa inquietud. Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. Luc. 12:29-31.
Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios.
Eclesiastés 5:19.
Eclesiastés 5:19.
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo
Jesús. Filip. 4:19.
Jesús. Filip. 4:19.
Orando por su sexualidad.
Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 2 Cor. 6:18-20.
Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 1 Cor. 6:13.
Orando por sus afectos o expresiones de amor.
Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Filipenses 2:1,2.
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, Ef. 5:28,29.
No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
Fil. 2:4.
Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. 1 Corintios 10:24.
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, Ef. 5:28,29.
No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
Fil. 2:4.
Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. 1 Corintios 10:24.
Orando por sus tentaciones.
Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. Sant. 1:13-15.
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 1 Cor. 10:13.
Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición. 1 Tim. 6:9.
Orando por arrepentimiento.
El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Prov. 28:13.
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno. Sal. 139:23,24.
El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Prov. 28:13.
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno. Sal. 139:23,24.
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