viernes, 30 de octubre de 2015

Mi milagro viene

En Hechos 12, se nos relata cómo Dios libertó a Pedro de la cárcel. En esta narración, podemos identificar varias clases de personas. Se conocen 3 personajes principales de esta historia por su nombre: María, la dueña de la casa; Rode, la que salió corriendo hasta la puerta cuando escuchó a Pedro gritar; y la muchedumbre que oraba en casa de María.
Las Marías son aquellas personas que tienen los recursos y los ponen a disposición de los demás, en este caso, para reunirse a orar. Estas personas no necesariamente tienen que ser millonarias, sino que son personas que abren sus casas, u organizan y ayudan, haciendo círculos de oración. 
El otro tipo de persona son los Rode. Ella era una persona sencilla. Rode, reconoció la voz de Pedro y su gozo fue tal que no abrió la puerta, sino que corrió adentro y dio la noticia de que Pedro estaba a la puertaLos que estaban allí no le creyeron y le dijeron que estaba loca. Hoy día, hay quienes que no aceptan los mensajes de Dios porque vienen de personas sencillas que consideran locas.
La muchedumbre representa el tercer tipo de persona en este relato. Representa a los viven orando y declarando su milagro pero, cuando ese milagro toca la puerta, no lo creen y aun más, cuando alguien viene a traerles el mensaje los menosprecian, pintándolos de locos. Esto representa a la mayoría de la gente que ora, pero no creen que lo que estén pidiendo y declarando en oración va a suceder y continúan orando por su milagro, cuando lo único que tienen que hacer es abrir la puerta, donde el milagro está tocando. Para la muchedumbre, aunque el milagro está a la puerta, se mantienen orando concentrados en el miedo, la tristeza y en dolor, sin darse cuenta que el milagro está delante de ellos.
Piensa hoy, ¿serás parte de la muchedumbre? ¿Cuántos milagros estarán tocando a tu puerta? ¿Has menospreciado y no le has creído al mensajero que te trae la noticia porque es alguien sencillo?
En realidad, deberías darle gloria a Dios que en los momentos difíciles siempre hay una María que es capaz de hacer un lugar disponible para orar, y una Rode que, aunque es sencilla y no es muy sobresaliente, ni líder, tiene un corazón tan sincronizado al corazón de Dios, que puede oír el milagro, creer, celebrar y correr a contárselo a otros.
Tu oración ya ha sido contestada. Así que celebra, aunque te llamen loco, pero sigue creyendo. El problema de muchos es que necesitan ver para creer y saltar de alegría. Hay quienes creen que Dios puede hacer milagros, pero no en la vida de ellos.
Declaro que el Pedro por el cual has estado orando, saldrá de la cárcel y llegará a tu puerta.  Prepárate para abrir la puerta y, como Rode, aunque la gente te diga loco o loca, sigue creyendo y declarando todos los días: Mi milagro viene, Dios lo va a hacer. 

Batallas

Se busca

Bendición

Solo Jesucristo

Banco

Peleare

Tu boca

Algo grande

Cuando Jesús fue a hacer lo que conocemos como su entrada triunfal, mandó a sus discípulos a buscarle un pollino, un asno. Y no podía ser cualquier asno, sino uno en específico. Cuando Dios mandó a buscar a aquel pollino, les dijo a los discípulos exactamente dónde lo iban a encontrar. Les dijo: Vayan por este lugar y, cuando lleguen a tal camino, allí, en aquel lugar, va a haber un pollino que va a estar atado; desatadlo y traédmelo y, si alguien pregunta, díganle que el Señor lo necesita. Y la Biblia nos dice que, cuando ellos fueron a buscarlo, efectivamente, alguien preguntó qué iban a hacer con él, y los discípulos hicieron exactamente lo que Dios les mandó a hacer.
La gente que va a bendecir tu vida son los que hacen lo que Dios les dice, y lo hacen exactamente como Dios les dice.
Los discípulos llegaron hasta aquel lugar porque Dios sabía exactamente dónde estaba aquel pollino. Dios sabe exactamente en el lugar donde tú te encuentras, no solo en el lugar que te encuentras físicamente, Dios también sabe el lugar específico espiritual en que tú te encuentras y, cuando Dios te manda a buscar y te deja saber que te necesita, Dios sabe exactamente en qué lugar tú estás parado.
Cuando leemos esta historia, pensamos que el pollino estaba guardado, pero la Biblia no dice que estaba guardado, la Biblia dice que estaba frente a un recodo, que no es otra cosa que una intersección. Cuando tú sabes a dónde tú vas, puede haber veinte direcciones, pero tú sabes por dónde te tienes que ir. 
Hay gente que piensa que, porque se encuentran parados en unas encrucijadas en su vida, quizás, Dios no se acuerda de ellos; porque se encuentran en un momento donde no saben si doblar a la derecha o a la izquierda, creen que Dios no se acuerda de ellos. Hay gente que llegó a la iglesia cuando estaban muy bajo para estar alto y muy alto para estar bajo; hay personas que llegaron cuando estaban muy a la derecha para moverse a la izquierda, pero demasiado a la izquierda para moverse a la derecha. Hay veces en nuestra vida donde nos encontramos en situaciones que no sabemos si ir a la derecha o a la izquierda, si arriba o abajo, en qué dirección tenemos que movernos, y esos son los momentos donde Dios se apresta a encontrarse con nosotros.
Hay personas tan decididas que tú les puedes preguntar dónde se ven en cinco años y ellos te pueden decir claramente a dónde van, pero hay personas que ellos mismos no saben dónde están parados. Pero, aunque ni siquiera tú sepas dónde estás parado, Dios conoce exactamente dónde tú estás parado, y conoce todo acerca de ti.  Salmos 139 dice que Él conoce tu sentarte y tu levantar, que conoce tu caminar, y que conoce tu descansar. El Salmos 139 dice también que, de lejos, Él conoce cada pensamiento que hay en ti.
A veces, se nos hace difícil pensar hacia dónde vamos a ir. Por eso es importante que entendamos que Dios te necesita y, si Dios te necesita, Él se va a encargar de desatarte. No importa el lugar dónde te encuentres parado, Dios va a llegar hasta allí y le va a dar dirección a tu vida. Dios está dispuesto a sacarte de cualquier situación y usarte para darle propósito a tu vida.
No importa dónde tú te encuentres, Dios sabe dónde buscarte y de dónde sacarte. Te puedes estar preguntando cómo Dios te va a usar a ti, cómo puedes servirle a Dios, qué puedes hacer que haga una diferencia; Cristo busca algo insignificante y lo hace extraordinario. Tienes que entender que tú pones lo ordinario, y Cristo pone lo extra.
Todo lo que aquel pollino hizo fue hacer que Cristo se hiciera visible ante la multitud. Dios te va a usar para hacerse visible a la multitud; Dios te va a usar para que tú hagas la diferencia y Su poder sea visible a la multitud; Dios te va a usar para que, cuando todos los que estén a tu alrededor estén en problemas financieros, tu prosperidad sea visible a la multitud; Dios te va a usar para que, cuando tú estés enfermo, la sanidad divina manifestándose en tu cuerpo sea visible a la multitud; Dios te va a usar para que, cuando otras familias estén en problemas, tu familia sea visible ante la multitud.
Dios te necesita para levantar a Cristo, en medio de la multitud.
Tú eres importante para Dios. Hay cosas pequeñas que Dios hace grandes y, si tú te ves pequeño, Dios te puede hacer bien grande, porque Él te necesita para que hagas Su gloria visible.
Saca tu vista de lo que tú necesitas de Dios y pon tu vista en lo que Dios necesita de ti.  Tú sabes dónde estabas y sabes de dónde Dios te sacó. No pienses que Dios te sacó y te va a dejar sin hacer nada. Y lo más grande es que Dios lo va a hacer ahora, porque Él necesita de ti. 

Si para ti

jueves, 29 de octubre de 2015

Fuerzas

Diferente

Yo soy

Filipenses 1:6

Personas

Oración

Efesios

En Efesios 1:17, Pablo dice a la iglesia de Éfeso que ora para que Dios les dé espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento de él. Lo importante no es meramente que tú sepas los pasos para tener éxito, sino que tengas revelación.
Tú tienes suficiente palabra; tienes todo lo que necesitas para tener éxito; lo único es que no se te ha revelado, no has tenido la experiencia. Cada vez que vayas a la iglesia, entiende que no se trata de que salgas satisfecho en tu mente, sino que salgas lleno de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Dios.
Pablo dijo que oraba para que tuvieran una experiencia transformadora, que no haya manera en que la puedas explicar, pero que sepas que tienes esperanza, que has sido llamado a una esperanza más grande, que tienes una grande herencia y que puedes depender del poder del Dios Todopoderoso.
Dios puede darte una revelación que te haga tan libre que tú puedas ver que hay esperanza para tu vida, que hay una grande herencia para ti y que ninguna puerta que esté delante de ti que te quiera detener, lo podrá hacer porque Dios te va a dar una revelación.
Esto lo dijo un hombre que tuvo unas experiencias que él no podía explicar. Esto lo escribió un hombre que un día tuvo una experiencia con Dios que, literalmente, cambió su rumbo, y su carácter cambió para siempre.
Este hombre, de perseguir y matar cristianos, ahora era cristiano. Tuvo que haber un Ananías que hablara con él y le explicara; porque la revelación, en un momento dado, alguien te la va a tener que explicar; cuando Dios te la da, tus ojos quedan ciegos y alguien tiene que ayudarte a que tus ojos se abran, alguien va a tener que dirigirte, porque tampoco hay tal cosa como vivir en revelación, sin estar en sujeción a alguien. Dios le da una revelación, una experiencia que no puede explicar, que no puede entender, que no sabe lo que significa. Lo único que sabe es que iba caminando para un lugar y algo lo detuvo y le dijo que tenía que ir para otro sitio. Entonces va donde este hombre que comienza a explicarle y él comienza a entender.
Al apóstol Pablo se le reveló Dios primero, para después entender. El problema de la iglesia hoy es que trata de entender para que después se le revele, y así no es que funciona. Primero Dios se te revela, para que entonces, cuando alguien te explique, puedas entender. Nadie podrá revelarte algo que el Padre no te haya revelado todavía porque, quizás, tú no has dejado que se te revele porque estás tratando de entender algo que él tiene que hacer contigo primero.
Pídele a Dios una revelación, pídele que se te revele a tu vida, que te hable de una manera diferente. Pídele a Dios que te revele cuál es la palabra que tiene que revelarse en tu vida, qué es aquello que tienes que conocer que no conoces, qué es lo que tiene que ser real en tu vida.
Estas palabras de Efesios las escribe un hombre que fue al tercer cielo y, cuando bajó, no podía contarle a nadie lo que vio porque no había palabras para describirlo. Por eso es que él dice: Si en el cuerpo, no lo sé; si en la mente, no lo sé. Vio cosas que no pudo contar porque no hay palabras que describan lo que estamos viviendo. Si hace cincuenta años, la palabra Internet hubiera estado en el diccionario, no hubiese habido definición para ella, porque primero tiene que surgir el Internet para que haya una palabra para describirlo. Cincuenta años atrás, la palabra nube era definida como un cuerpo en el aire compuesto de gases y que carga agua; pronto tendrán que incluir que se refiere también a donde se guarda data.
Hoy estamos buscando palabras para describir nuestras experiencias. Hoy tratamos de definir las experiencias que tenemos.
A Pablo, Cristo se le reveló y alguien le hizo entender. Y eso es lo que tú tienes que pedirle a Dios en el día de hoy. La iglesia no es un sustituto de tu experiencia personal con Dios. El ir a la iglesia no te asegura una experiencia personal con Dios. Busca a Dios en lo secreto, en tu casa; ora, lee la Biblia, medita la palabra, ten una vida diaria con Dios, y ve a la iglesia porque allí hay líderes que te ayudarán a entender lo que Dios te está revelando.
En tu búsqueda, más que buscar información, pídele a Dios revelación porque, detrás de cada revelación, hay una llave para una puerta que se ha cerrado en tu vida. Es tan así que muchas veces decimos que, de haber sabido ciertas cosas antes, estaríamos en otro lugar en nuestras vidas; o sea que lo que nos separa del lugar en el que quisiéramos estar es una revelación que todavía no hemos recibido.
Dios te va a dar esa revelación que tú necesitas recibir, y esa puerta del Hades que te ha querido detener no puede prevalecer contra la revelación de quién es Cristo para ti. 

Marcos 9.23-24

Mejor

Paciencia

miércoles, 28 de octubre de 2015

Amor

Elijo

Camino

Mi princesa

Mujer

La mujer de Proverbios 31 tiene clase
Proverbios 31:22 “Ella se hace tapices; De lino fino y púrpura es su vestido.”
Hasta ahora hemos visto que la mujer de Proverbios 31 se levanta temprano, trabaja con disposición y vigorosamente, compra con sabiduría, incluso en las noches es extremadamente productiva, tiende sus hermosas manos al pobre y está preparada para cada estación.
Vemos con el versículo de arriba que su ropa es un reflejo de su carácter. Después de encargarse cuidadosamente de su familia y su hogar, no se desentiende de su propia apariencia, sino que toma especial cuidado en hacerse atuendos de fino lino y púrpura.
El lino fino y la púrpura sugieren un toque de elegancia y clase, pero sin exceso.
Recuerda que no podía salir corriendo a comprarse un vestido en la tienda o en el centro comercial, sino que ella misma debía coser su propia ropa.
Este detalle sobre su ropa viene después de un montón de tareas que hacía. Ponía sus necesidades al final. El egoísmo no es hermoso. Y recuerda, es la madre del rey Lemuel la
que le está diciendo qué clase de mujer debía buscar para que fuera su reina. Así que, antes de salir corriendo a embellecernos, debemos ver antes de nada cómo de bien estamos cuidando de las necesidades de nuestra familia.
Por otro lado, no hay virtud en la sencillez, si esa es tu personalidad. Está bien, pero no es más virtuoso que tratar de ser atractiva. A veces, como respuesta al mundo, decimos
que cualquier intento de estar bellas es pecado, pero no es ese el caso con la mujer de Proverbios 31. Ella lo hacía todo, desde el hogar a su ropa, atractivo al ojo. Ella sabía que cómo decoraba su casa y qué llevaba puesto era un reflejo de su esposo e hijos. Y aunque hacía de todo lo demás su prioridad, finalmente también encontraba tiempo para ella misma.
No era indecente ni trataba de desviar la atención hacia sí misma, sino que la mujer de Proverbios 31 era capaz de mantener el equilibrio entre tener clase y 1 Pedro 3:3-4, que
dice: “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.”
SI estás cuidando bien de tu hogar, tus finanzas están en orden, tu familia bien alimentada y te has acordado del pobre, no olvides comprarte una hermosa blusa púrpura la próxima vez que hagas compras para tu familia. Creo que nunca antes he animado a mis lectoras a salir de compras, pero está en el versículo ¿no? Que tu blusa púrpura sea el símbolo de la belleza interior de la mujer de Proverbios 31 que quieres llegar a ser.

Habra

Mirada

No le interesa

Sabiduría

Haz tu parte

jueves, 22 de octubre de 2015

Palabra

Amiga

Dios hará

En Génesis 20, Abraham llega a casa de Abimelec y, temiendo por su vida, dice que Sarah, su esposa, era su hermana. Abimelec se lleva a Sarah para tomarla por mujer y, cuando Dios le revela la verdad, Abraham tuvo que orar por él y por toda su casa: Porque Jehová había cerrado completamente toda matriz de la casa de Abimelec, a causa de Sara mujer de Abraham. (Génesis 20:18)
Dios no tan solo había cerrado toda matriz de la casa de Abimelec, sino que las cerró completamente. No había posibilidad de que ninguna mujer en aquella casa quedara embarazada. Pero lo más curioso es que Abraham ora por la casa de Abimelec, y la matriz de cada mujer de aquella casa fue abierta, excepto la de Sarah. Por muchos años más, Sarah no pudo quedar embarazada.
La razón por la cual se cierra la matriz de Sarah es porque Dios no podía permitir que Abimelec la embarazara. El vientre de Sarah había sido separado por Dios para traer al hijo de la promesa. Si quedaba embarazada por un egipcio, se dañaría el linaje del pueblo de Dios. A veces, sin darnos cuenta, hay cosas que Dios cierra en nuestras vidas, hay posibilidades, oportunidades que Dios cierra porque, aunque aparentan ser la solución correcta, necesaria, o la salida en ese momento, lo que hacen es poner en peligro el linaje de Dios para nuestras vidas.
No podemos justificar de ninguna manera lo que hizo Abraham. Abraham hizo mal. Aquella fue una reacción humana, ante el temor por sus vidas; pensó que entonces sí que no habría manera de que se cumpliera la promesa. Pero aquella mala decisión provocó un retraso en lo que Dios había prometido. De Dios no haber intervenido, lo que Abraham pensó que era la solución para librar su vida y permanecer en el plan de Dios para él, se convertiría en su peor problema, en aquello que dañaría la promesa de Dios para él.
Muchas veces, sin darnos cuenta, tomamos decisiones que parecen las correctas, las apropiadas; tenemos todas las justificaciones naturales y carnales por las cuales tomar esas decisiones; pero lo que pensamos que es nuestra mejor opción, no necesariamente lo es, sino todo lo contrario: Pone en peligro la promesa de Dios para nosotros, y lo que hace es retrasar su cumplimiento, porque Dios tiene ahora que cerrar el camino para que no se dañe lo que él nos ha prometido.
Entonces, nos frustramos con Dios, pero no nos damos cuenta que no ha sido él quien nos ha puesto en esa posición. No fue Dios quien puso a Sarah en esa posición. Abraham, con sus palabras, puso a Sarah en aquella posición; y no pudo sacarla de la misma manera. Tomó sobre veinte años que la matriz de Sarah se abriera; porque aquel que tomó la mala decisión y llevó a Sarah a ese punto, no podía orar por la libertad de aquella persona a la que él había herido.
Hay cosas en nuestra vida que se han cerrado porque alguien nos ha puesto en un lugar incorrecto y, ahora, nuestra vida se ha cerrado a las posibilidades que Dios tiene para nosotros. Y esperamos que sea esa misma persona quien nos redima, sin darnos cuenta que el único que podrá abrir esa matriz nuevamente será Dios.
Todos hemos pasado por experiencias en las que ciertas personas en nuestra vida han tomado malas decisiones, ya sea con buena o mala intención, pero nos han posicionado en casa de Abimelec. Personas que, por librar su vida, por librarse ellos, nos han posicionado en el lugar incorrecto. Y esto causa, en la vida de muchos, frustración ante la aparente imposibilidad del cumplimiento de lo que Dios tiene para ellos.
Por protección, Dios entonces cierra una puerta, y pensamos que es la persona que nos posicionó en el lugar incorrecto, la que nos va a redimir, a libertar. Pero, aunque es probable que hayas tenido un Abraham en tu vida, con una mala decisión que ha cerrado tu vientre espiritual, que ha cancelado tus sueños, tus posibilidades, y piensas que la promesa de Dios no se va a manifestar en tu vida, y estás esperando que sea esa persona la que ore por ti y te saque de ese lugar; entiende que fue Dios quien cerró esa puerta en tu vida en un momento dado, y es Dios quien la va a abrir.
No fue Abraham quien sacó a Sarah de su esterilidad. Tomó años; su relación se dañó, Sarah se rindió y le dijo que tomara a la sirvienta; pero Dios le había dado una promesa a Sarah, y Dios la iba a cumplir. Sarah había sido una mujer separada por Dios, con un propósito especial, y Dios no iba a permitir que una mala decisión de Abraham cancelara para siempre la promesa para la cual Sarah había nacido.
Independientemente de cuál haya sido la mala decisión del Abraham de tu vida que, por buena o mala intención, te posicionó en la casa de Abimelec y tus sueños se cerraron, se paralizaron; entiende que el Dios que te llamó, el Dios que dijo que tu vientre, tu matriz, tu espíritu está preparado para concebir algo grande, en el momento correcto, ese mismo Dios va a abrir la matriz que se cerró, y tú vas a completar lo que Dios dijo que ibas a completar. 

Mi Señor

Importante

Amor

Versículo de ayer

Pecado

En la vida

Después

Después de la resurrección de Cristo, no se experimentó inmediatamente lo que se podría pensar que sucedería luego de un evento tan poderoso como este.  La Biblia relata que el velo del templo, que separaba al hombre de la presencia de Dios, se rasgó.  Esto sucedió en símbolo de que la presencia de Dios no estaba en el templo, pero aun así la gente continuó asistiendo.
En Juan 20:19, después de haberse cumplido la promesa de la resurrección de Cristo, podemos ver cómo los que caminaron con él predicando el evangelio, estaban encerrados por temor.  Tomás, en vez de llenarse de fe, tuvo más dudas.  Pedro vio la tumba abierta y su reacción fue esconderse por miedo, condenación y culpabilidad por haber negado a Jesús. 
Es muy triste que eventos poderosos, como este, sucedan en tu vida y, en vez de llevarte a otro nivel de fe, lo que provoquen sea más dudas.
Nada pudo detener al Cristo resucitado.  El milagro de la resurrección se ve cuando, al moverse la piedra, se rompen los sellos que pusieron los romanos para asegurar que nadie la moviera.  Ahora la tumba queda abierta para que el mundo entero viera que el milagro había sucedido y, por el contario, los discípulos estaban a puerta cerrada, escondidos.
Dios ha abierto puertas para que veas el milagro en tu vida, pero estás escondido tras puertas cerradas.  El milagro está en que esa puerta de bendición está abierta, no por ti, sino por el poder de Dios, para demostrarte que de cualquier lugar te puede sacar y llevarte al lugar de tu victoria.
Muchos hoy día están encerrados detrás de la puerta de la frustración, culpabilidad, angustia, pensando qué será de sus vidas y temiendo que estas puertas eviten que Jesús entre.  Pero lo maravilloso es que no hay puerta que evite que Jesucristo llegue al lugar en que te encuentras para sacarte de tu encierro y transformar tu vida.
En el viejo testamento, se puede ver cómo Dios le dijo a Elías: No entraré a la cueva, sal de la cueva que voy hablar contigo.  Pero, por el contrario, Jesús atraviesa la puerta para hablar con los discípulos.  Este es el milagro más grande de la resurrección: La gracia.
Por la gracia, no importa detrás de qué puerta estés paralizado, Dios no va a esperar a que salgas, sino que entrará a tu corazón y tu mente para decirte: Ten paz, he resucitado; la victoria te pertenece y la puerta se abrirá de par en par para que abraces tu bendición.
Permite que Dios entre en medio de tu mente y tu corazón.  Sé libre de todo miedo, de toda angustia y recibe paz.  Hoy Dios te dice: Cuando no tengas fuerza, tengas temor, cuando te acusen, cuando te señalen, guarda mi palabra, retén mi nombre, sigue creyendo que Yo abriré la puerta por ti y nadie la podrá cerrar.

martes, 20 de octubre de 2015

Vida

Ten ánimo

Abandona

Gracias

Dios

Suma

Cosas

Lágrimas

Arriesgarse

Tazón de madera

TAZÓN DE MADERAEl viejo se fue a vivir con su hijo,su nuera y su nieto de cuatro años. Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.
La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacían el alimentarse un asunto difícil. Los guisantes caían de su cuchara al suelo de y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel.
El hijo y su esposa se cansaron de la situación.
"Tenemos que hacer algo con el abuelo",dijo el hijo."Ya he tenido suficiente. Derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo".
Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor.
Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de madera.
De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado sólo.
Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.
El niño de cuatro años observaba todo en silencio.
Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo.
Le preguntó dulcemente: "¿Qué estás haciendo?" Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos."
Sonrió y siguió con su tarea.
Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla.
Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.
Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia.
Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos.Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse más cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.
Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben.
Si ven que con paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas. Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques con los que construyen el futuro de su hijo. Seamos instructores sabios y modelos a seguir.
He aprendido que puedes decir mucho de una persona por la forma en que maneja tres cosas: un día lluvioso, equipaje perdido y luces del arbolito enredadas.
He aprendido que independientemente de la relación que tengas con tus padres, los vas a extrañar cuando ya no estén contigo.
He aprendido que aún cuando me duela, no debo estar solo.
La gente olvidará lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca cómo los hiciste sentir.