lunes, 28 de febrero de 2011

Perdonar y desatarse

En un matrimonio, ambos tienen necesidades. La mujer necesita ser deseada y amada, el hombre necesita ser respetado, de lo contrario se frustra porque desafortunadamente se siente acomplejado. Varón, debes demostrarle a tu mujer que la amas, ella debe sentirlo, esfuérzate por lograrlo. Mujer, debe hacer sentir a tu esposo que lo respetas porque es lo que necesita para estar completo y reaccionar bien en la relación. No critiques sus defectos con otras personas porque es una falta de respeto. Ambos deben ser sabios y darse lo que necesitan.

En Apocalipsis 12 leemos sobre el dragón que quiere devorar el fruto del vientre de la mujer que está a punto de parir. No permitas que el enemigo devore tu matrimonio y tus sueños. Tú y tu cónyuge han nacido con un propósito, estás preñado de sueños que deben realizar juntos porque son una fuerza imparable.

Liberarse de antiguos pactos y hacer nuevos

En Proverbios 18:21 vemos que la lengua y los labios, es decir las palabras tienen gran poder. Dios es un dios de pactos y nos ha dado el poder de establecerlos. Un pacto liga y enlaza. Estamos ligados a Él por el pacto de sangre que inició con Abraham. El matrimonio es un pacto que se sella con la intimidad de la relación sexual.

El libro de Corintios dice que cuando te acuestas con una ramera estableces una conexión porque los dos se vuelven una sola carne. Cada vez que tienes relaciones sexuales con alguien, estableces una ligadura del alma y al hacer un pacto matrimonial, debes deshacer cualquier otro pacto que hayas hecho en el pasado. Eres una nueva criatura en Cristo y tienes autoridad para cambiar las cosas y estableces un nuevo reino con otras reglas y principios.

Hay pactos sexuales que deben ser quebrantados para poder recibir bendición. A veces sentimos que las cosas van bien pero hay algo que no funciona y pueden ser esas relaciones anteriores de las que aún no te has liberado las que estorban. Debes liberarte de esas ligaduras, pronuncia con tu boca que rompes toda cadena anterior. Toma autoridad y dominio sobre tu alma en el nombre de Jesús.

Cuando le dijiste a otra mujer que era el amor de tu vida, al decirle a otro hombre que no amarías a nadie más, al aceptar un anillo de compromiso, todas son situaciones que atan y debes liberarte de ellas.

Proclama con tu boca que borras toda atadura anterior y pides perdón por cualquier dolor que hayas causado en el pasado. Ahora eres libre en el nombre de Jesús para que tu matrimonio prospere y reciba Bendición.

Dios dará respuestas aceleradas y unción a tu vida conyugal porque desea prosperarte y verte realizado en tu matrimonio. Él quiere parejas fuertes y libres para amarse Varón ama a tu esposa y respétala, ella también te respetara y ambos tendrán espíritu de vencedores.



lunes, 21 de febrero de 2011

Restauremos nuestro hogar

¿COMO LOGRAR LA RESTAURACIÓN DE NUESTRO HOGAR?

Primeramente debemos de reconocer que nuestro hogar no está funcionando normalmente.

Debemos hacer un auto análisis de nuestra vida matrimonial, ¿cómo estamos viviendo? ¿qué problemas tenemos? ¿cuántos roces tenemos con nuestra pareja o hijos?

Cuando ya hemos reconocido que estamos en problemas en nuestro hogar, entonces debemos de: · HABLAR; COMUNICACIÓN.

Debemos sentarnos en un momento adecuado, que estemos tranquilos, solos, sin hijos, ni momentos de exaltación; hablando vamos a iniciar a resolver nuestros problemas. · Ej. · DIFERENCIAR LAS COSAS QUE PODEMOS cambiar con las que no se pueden cambiar.

Recordemos que nosotros cometemos errores, a lo mejor cometimos alguno, y eso es lo que nos está perjudicando, hay que eliminar todo lo que podemos eliminar pero, lo que no se puede lo debemos de aceptar. · Ej. Cuando la esposa choco el carro; cuando hay otros hijos por medio, cuando el sueldo ya se mal gastó en otras cosas, son acciones que ya no se pueden evitar, entonces debemos de tratar tener una aceptación.

III. PASOS PARA LOGRAR LA RESTAURACIÓN DE NUESTRO HOGAR

Hay un requisito muy importante para que se pueda logra una restauración, si esto no existe en la pareja las cosas se ponen muy duras y difícil pero no imposible de lograrlo.

Es el amor: Muy importantísimo, se dará cuenta de lo importante más adelante.

DEBEMOS DE PERDONAR: Si nosotros perdonamos, entonces vamos a logra restaurar el hogar, no hay otra cosa.

El perdón debe de ser puro, no con engaño, perdonar es olvidar, borrar el disco duro de nuestra computadora: · Ej. De perdón; Cristo: Lucas 23:34 “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”

Perdón: Es la amorosa cancelación voluntaria de una deuda.

El perdón debe de ser constante siempre que nos hagan un mal debemos de perdonar no importa cuantas veces sean: Lucas 17:3-4 “Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. 4Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.

PEDIR PERDÓN: para lograr un verdadero perdón debemos de tener arrepentimiento, lo cual es un cambio de mente y de corazón.

NO SEPARARNOS DEL SEÑOR: Cuando nos encontramos con problemas lo primero que hacemos es separarnos del Señor, ya no ir a la iglesia, dejamos de orar, dejamos de leer la Biblia y comenzamos a hacer lo que a nosotros nos parece conveniente.

Debemos de tener cuidado porque lo primero que decae es la oración, y sin ella somos totalmente débiles. · Ej. · Nunca vamos a resolver nuestro problema si nos separamos del Señor, jamás lo lograremos.

Juan 15:5 “porque separados de mí nada podéis hacer”.

  • Cristo dará la restauración si nosotros dejamos que El obre en nuestras vidas.

  • Debemos de poner de nuestra parte.

  • Debemos de dejar que Jesús nos guíe para cambiar.

  • Otras cosas: Orar juntos, Leer la Biblia juntos, asistir a la iglesia.

Tres remedios en la afliccion

Tres remedios en la aflicción

Salmos 13:5-6

Introducción:

En la actualidad que vivimos no es de extrañarse que enfrentemos tantas aflicciones de toda índole, algunas provocadas por consecuencias de nuestros errores y pecados, otras ocasionadas por el mundo y por Satanás el cual se goza y se empeña por afligirnos con el propósito de desanimarnos y atribularnos y que de alguna manera poder debilitar nuestra fe, sin embargo aunque todas aparenta un efecto negativo, Dios las usa para formar nuestro carácter y hacer mas firme caminar. El señor Jesucristo deja bien marcada una verdad la cual a través de los siglos, todos los santos nos ha tocado vivir. La encontramos en Juan 16:33 “ Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Salmos 34:19 dice también que muchas son las aflicciones del Justo, pero de todas ellas le librara Jehová. Es claro nadie disfruta las aflicciones pero la realidad es que las enfrentamos y es necesario aprender del salmista David el Cual paso por Muchas aflicciones. Antes de Ver los remedios veamos que es la Aflicción:

Definición tsarah (hr;x;) esta palabra del vocablo hebreo significa: aflicción, angustia, aprietos El diccionario secular la define como causar molestia o sufrimiento físico, causar tristeza o angustia moral. Estudiado la definición todos en algún momento nos encontramos en angustia, aprietos o tristeza por esto es necesario encontrar los remedios para estos momentos difíciles y que el Señor se glorié de nosotros al saber enfrentarlos con optimismo:

I. La Misericordia de Dios Nuestra Confianza ver. 5 a

David alude que en la misericordia de Dios había confiado cuando sus enemigos se enaltecían sobre él y aun cuando sentía que Dios le había olvidado y que escondía su rostro de el, es importantísimo saber en donde esta fundada nuestra Confianza. Algunos fracasan por que ponen su confianza en fundamentos perecederos como lo son el dinero, la educación, el trabajo, en algún amigo que después los abandonan. Es obvio que en este mundo muchas cosas nos invitan a poner nuestra confianza en ellas, pero ninguna de ellas son eternas, solamente la misericordia de Dios es Eterna Salmo 103:17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen. No hay mejor base que la misericordia de Dios, ya que él es fiel a lo que a prometido y nos a manifestado su gracia a pesar de nuestra indignidad y defección que tenemos como seres falibles, cuando confías en la misericordia de Dios, te haces dependiente totalmente de el, y todos tus recursos, habilidades y conocimientos los depositas con humildad en sus manos y Dios te da victoria sobre toda Aflicción. Salmo 89:28 dice Para siempre le conservare mi misericordia. Mi pacto será firme con él.

II. La Salvación Alegría del Corazón

A veces buscamos motivos para estar gozosos, mas aun cuando nos encontramos en aflicción, en enfermedad, aprietos financieros, David encontró un solo motivo en medio de la aflicción que mantenía su corazón alegre y era la Salvación, no hay otra cosa más valiosa y más placentera que la salvación que Dios nos ha dado esta palabra hermosa que encierra libertad, salud, rescate y poder, debe de ser el motivo de alegría también para nosotros Isaías 25:9 Y se dirá en aquel día: He aquí, este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvara; este es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación, Hoy en día el mundo ha provisto de muchos medios por los cuales adquirir alegría, pero no es duradera y ni tampoco satisface el alma, solamente la Salvación produce gozo perdurable, por eso David pidió a Dios Vuelve el gozo de Mi salvación cuando él había pecado. Si tu alegría es la Salvación de Dios no habrá aflicción que pueda dejarte triste y derrotado.

III. Cantando por que nos ha hecho Bien

La Biblia nos narra un ejemplo de dos siervos de Dios en Hechos 16 que a pesar de la golpiza que les habían dado y sus pies puestos en el cepo no incurrieron en reclamos, ni lamentos sino que estando en la cárcel oraban y cantaban himnos al Señor. ¿Te has preguntado que era lo que cantaban Pablo y Silas? , Voy argumentar yo creo que les vinieron a la mente todas las cosas buenas que Dios había hecho en ellos y ese agradecimiento estallo en cánticos espontáneos que brotaban de lo mas profundo del corazón. A través de ese agradecimiento a Dios proclamaron sus bondades y fue un testimonio a los presos los cuales los oían. Es importante recordar los beneficios que Dios ha hecho a favor de nosotros dándole cánticos de agradecimiento y proclamando su benignidad, eso nos quitara la mirada de la aflicción y miraremos la mano de Dios obrando en nuestro problema y a la misma vez daremos un testimonio digno de nuestra fe en Cristo. El salmista decía mi cántico esta de continuo en mi boca.

Conclusión

Si como Cristianos sensatos y consientes de que en nuestra vida habrá aflicciones y echamos mano de estos remedios viviremos una vida abundante, aun en nuestros problemas cantaremos por que nuestra mirada no estará en al aflicción sino en la misericordia, la salvación, y la alabanza y podremos decir en medio de la hecatombe: Mas yo en tu misericordia he confiado. Mi corazón se alegrara en tu salvación. Cantare a Jehová por que me ha hecho bien.

lunes, 14 de febrero de 2011

Mujeres que aman demasiado

¿Miedo a quedarse solas? ¿mentiras? ¿celos? ¿agresiones? ¿infidelidades? ¿amor?
¿pasión? ¿odio? Una mujer que tiene una relación amorosa que perjudica su
bienestar emocional, e incluso hasta su salud e integridad fisica, sufre porque
ama demasiado… Veamos al amor: cuando en vez de alegria causa sufrimiento

Decia que con solo amarse uno mismo y dejar las dependencias emocionales o
físicas, se puede evitar una vida intolerable, de sufrimiento, por no saberse
medir al amar. “Este tema es muy profundo y fuerte, de gran reconciliación
interior”, mencionaba, “las mujeres se interesan por saber como medir su
capacidad de amar, si estan amando como se debe, o estan amando de más”.

En algunos casos, el tema de las mujeres que aman demasiado esta relacionado
con el alcohol, por la co-dependencia que provoca, siendo una de las adicciones
más dificiles de curar desde el punto de vista psicológico.

Cuando las mujeres sienten curiosidad por conocer si su capacidad de amar es la
adecuada, deben tener una especie de “termometro”, expreso, donde la
temperatura media indique un equilibrio que no permita sufrir.

El amar demasiado puede llegar a ser una adicción, un problema comun en las
mujeres, pero no quiere decir que los hombres no lo sufran, sobre todo, cuando
son codependientes de su pareja, y se olvidan de brindar amor y atención a sus
hijos y a su casa.

“Para dar vida a la familia se necesita una mejor vida” mencionó, entre otras
cosas….. como: SUFRIR POR AMAR… El amor, tiene el poder de hacer que las
mujeres se sientan plenas o desafortunadas en sus relaciones de parejas.

En toda relación es dificil nivelar los grados de amor, porque siempre hay una
parte que ama con mas intensidad que la otra… Siempre hay uno que ama mucho,
pero el otro ama mejor.

Expresó que el problema se complica cuando la parte que entrega todo de si,
sufre al no recibir en la misma medida, permitiendo ser victima de la violencia
psiquica por parte de su pareja.

Las mujeres que aman demasiado dejan de lado su dignidad, dejan de lado su
orgullo, prefieren tener a un hombre que no las quiere a su lado, antes de
tener un lugar vacio en la cama, porque creen que estarian peor solas.

En estas relaciones, el amor genuino no existe, solo el miedo alimenta la
necesidad de tener la compañia de alguien. Por lo general, las mujeres que aman
demasiado se unen a los hombres opuestos a su ideal, porque el temor al rechazo
no les permite enfrentar el verdadero amor.

Los sintomas por amar demasiado pueden ser:

Cuando las conversaciones solo son sobre las ideas y sentimientos de la pareja.
Cuando se disculpa su mal humor, caracter, indiferencia o desaires.
Cuando se soportan sus conductas, gritos desaforados, valores.
Cuando la relación perjudica el bienestar emocional, salud, e integridad
fisica.
Cuando siente tristeza sin motivo, nerviosismo y baja autoestima.
Amar demasiado es cuando la pareja es inadecuada, no mala… solo diferente. Pero
es hasta pasados los años cuando se dan cuenta de que viven al lado de una
pareja desamorada, inaccesible, y hasta enojona.

Muchas personas se obsesionan con sus parejas que no pueden amarlas, viviendo
una situacion autodestructiva. Este tipo de amor unidireccional, más que amor,
es tóxico.

Las mujeres que aman demasiado, y presentan algunas de las conductas
anteriormente expuestas, solo podran recuperarse cuando descubran la capacidad
de amarse a si mismas primero.

Nunca es tarde para tomar el camino correcto. Dios no te llamó a esclavitud sino a vivir en dignidad.

Mujer

Las mujeres tienen fuerzas que asombran a los hombres.

Les asombra que ellas, cargan niños, penas y cosas pesadas, sin embargo tienen espacio para la felicidad, el amor y la alegría.

Ellas sonríen cuando quieren gritar, cantan cuando quieren llorar, están contentas y ríen cuando están nerviosas.

Ellas no aceptan un “no” como respuesta cuando están convencidas que hay una solución. Las mujeres escriben una carta de amor a su pareja y saben perdonar. Son inteligentes y saben de su poder, sin embargo saben usar su lado suave cuando quieren conseguir algo.

Las mujeres se alegran o lloran cuando se enteran de un nacimiento o matrimonio. Saben que un abrazo, un beso y un te amo puede sanar un corazón roto. Una mujer puede lograr, que una mañana, una tarde o una noche romántica sean inolvidables.

Las mujeres vienen en todos los tamaños, colores y formas; viven en casas, cuartos, cabañas. Ellas corren, manejan, caminan o usan el e-mail. El corazón de una mujer es lo que hace girar el mundo.

La belleza de la mujer no está en la ropa que lleve, la figura que tenga o la forma en que se peine.

La belleza de una mujer debe verse en sus ojos, a través de ellos, porque es la puerta de su corazón, el lugar donde el amor reside, también se refleja en su alma .Es el cuidado que ella le da a la pasión para estar con el hombre que ama a quien se entrega inocentemente. Es el cuidado que ella le da a su amado cuando esta enfermo o cuando le prepara una taza de te en las noches de invierno.

La belleza de la mujer con el paso de los años crece hasta el infinito.


Tres mujeres

Una hermosa historia cuenta de una cristiana que soñó con tres mujeres que estaban en oración.

Mientras permanecían de rodillas, el Maestro se les acercó.

Se acercó a la primera, se inclinó hacia ella con gracia y ternura, con una sonrisa llena de radiante amor y le habló con voz pura, dulce y musical.

Apartándose de ella, se acercó a la segunda, pero solamente le puso la mano sobre la cabeza inclinada, y le dio una mirada de aprobación.

Pasó junto a la tercera en forma casi abrupta; no se detuvo a hablarle, ni a mirarla.

La mujer, en su sueño, pensó: ¡Qué grande debe ser su amor por la primera! A la segunda le dio su aprobación sin las demostraciones de amor que le hizo a la primera; la tercera debe de haberle ofendido profundamente, porque Él no le dirigió una sola palabra y ni siquiera una mirada al pasar. ¿Qué habrá hecho, y por qué hizo tanta diferencia entre ellas? Mientras trataba de explicarse la acción del Señor, Él mismo se le acercó y le dijo:

“— Mujer, ¡qué mal me has interpretado! La primera mujer necesita todo el peso de mi ternura y cuidado para poder afirmar el pie en el camino angosto. Ella necesita mi amor, mi interés y ayuda todo el día. Sin él, fallaría y caería.

La segunda tiene una fe más fuerte y un amor más profundo, y puedo estar tranquilo porque confía en mi, no importa lo que haga la gente.

La tercera, que según tú no noté y aún descuidé, tiene una fe y un amor de la más fina calidad.

A ella la preparo por medio de un proceso rápido y drástico para un servició sublime y santo.

Ella me conoce tan íntimamente, y confía en mí hasta tal punto, que no depende de palabras ni de miradas ni de ninguna demostración externa de mi aprobación.

No desmaya ni se desalienta ante ninguna de las circunstancias por las que la hago pasar. Confía en mí aun cuando el sentido, la razón y los instintos más finos del corazón natural se rebelarían.

Sabe que estoy trabajando en ella para la eternidad, y aunque lo que hago no se lo explica ahora, lo entenderá después.

Callo en mi amor, porque amo más que lo que las palabras pueden expresar, o el corazón humano puede entender. Callo por amor a ti, para que aprendas a amarme y a confiar en mí en respuesta espontánea y espiritual a mi amor, sin que ningún estímulo externo pida tal respuesta.

Dios hizo la Mujer como un regalo viviente. Mirémosla y tratémosla como tal.

Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo
al hombre. Genesis 2:22.

Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer,
y las mujeres de tus hijos contigo. Genésis 6:18.

jueves, 10 de febrero de 2011

Dios concede los deseos de tu corazón

¡DIOS CONCEDE LAS PETICIONES DE TU CORAZÓN!

Como mujer, Dios te ha diseñado sensible a Su voz con el propósito de bendecirte, al mismo tiempo te ha dado la capacidad de reconocer rápidamente las necesidades físicas y espirituales de las personas que te rodean.

En la Biblia existe un ejemplo de una mujer muy notable e influyente en su comunidad. Ella vivía en Sunem, era conocida como “la sunamita”, que le insistía al profeta Eliseo que comiera en su casa cada vez que pasaba por el pueblo.

Hasta que un día, “ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es varón santo de Dios. Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se quede en él.” (2 Reyes 4:9-10).

La sunamita no se conformó con una visita ocasional, ella quiso que el profeta de Dios estableciese su morada allí en su casa.

Asimismo, el Espíritu Santo busca corazones que le den la bienvenida. Él quiere morar en tu interior ocupando todo tu ser para tener comunión contigo todo el día.

El profeta Eliseo mandó a preguntar a ésta mujer que podía hacer por ella para compensarle su generosidad y hospitalidad. Pero ella no quiso nada a cambio ya que lo hacía sin ningún interés de recibir honores y reconocimientos.

Así que Eliseo averiguó con ayuda de su criado Giezi, que ella no tenía hijos y su esposo ya era anciano (2 Reyes 4:14). El profeta le prometió que ella tendría un hijo y las Escrituras cuentan que tal como el profeta lo había dicho, ella concibió y tuvo un hijo.

Ella no pidió un hijo cuando se le dio la oportunidad, pues, no estaba negociando con Dios. Por eso Dios le concedió el anhelo de su corazón, pues delante del Señor estaban todos sus deseos ¡así que Él la bendijo!

Hoy es tiempo que prepares una morada para el Espíritu Santo, que busques Su rostro en adoración, que Él se sienta muy cómodo en tu corazón, ¡Y tu vida ya no será la misma!

¡Deléitate cada día en Su presencia! Invítalo a vivir contigo las veinticuatro horas de cada día, y porque te ama...

¡DIOS TE CONCEDERÁ LAS PETICIONES DE TU CORAZÓN!

Que te conceda lo que tu corazón desea; que haga que se cumplan todos tus planes. (Salmos 20:4, NVI).

Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. (Salmos 37:4, NVI).

Rvda. Dra. Margarita de Preza

Pastora

CUIDA TUS LABIOS

No podemos negar que los labios al igual que los ojos son el centro de atención en especial a la hora del maquillaje. Pero haciendo referencia a los labios, estos tienen un tejido que carece de células protectoras. Esto hace que pierdan la humedad con facilidad, así que se resecan y tienden a cuartearse.

Es por esta razón que hay que cuidarlos tanto del frío como del calor, en especial del sol, ya que al poseer poca melanina son muy vulnerables. Hay que desmaquillarlos y humectarlos. Es recomendable usar una crema hidratante antes de pintarlos, tanto en el día como en la noche. Si por alguna razón están agrietados o tienen una herida, no se recomienda pintarlos hasta que estén sanos. Puedes humectarlos con crema de cacao o aplicarles miel.

Para maquillarlos necesitas, pinceles, delineador, la barra de labial o brillo. Puedes darle la forma que desees. Pero mi recomendación es, que si son muy gruesos debes delinearlos por dentro para reducir; y si son muy finos por fuera para agrandar y siempre delineamos de la comisura de la boca hacia adentro comenzando con el labio superior. Para lograr que dure más tiempo el labial, puedes usar un poco de base antes de pintarlos, para evitar que al hablar o comer se queden sin color.

A la hora de desmaquillarlos hazlo con suavidad, si es posible con un buen desmaquillador en crema y agua tibia, esto te ayuda a la vez a exfoliar los mismos. Aunque te recomiendo una vez en semana exfoliarlos con un producto que no sea abrasivo. Si no tienes, puedes utilizar un poco de azúcar mezclada con miel y luego la retiras con agua.

Puedes seleccionar la gama de colores a tu gusto, eso sí, mi recomendación es que durante el día utilices colores cálidos y durante la noche entonces los más intensos. No cabe duda que con estos consejos tendrás unos hermosos labios.

Ahora, observarás que los labios están divididos en dos, el labio superior y el labio inferior. Cuando los separas abren, siendo la puerta de entrada del aparato digestivo y la apertura anterior a la boca. Pero más importante aún, es la puerta de salida de tus palabras.

Haciendo referencia a lo que sale de la boca, quiero hacer un recorrido por la biblia. ¿Por qué es tan importante cuidar la boca? Por qué a veces nos enfocamos en seleccionar el mejor labial, el color más intenso, la marca más famosa o más costosa, pero, descuidamos el escoger mejor nuestras palabras.

Comenzaré con: PROVERBIOS 18:20-21

"Con el fruto de su boca el hombre sacia su vientre,
con el producto de sus labios se saciará.
Muerte y vida están en poder de la lengua,
y los que la aman comerán su fruto".

Debemos tomar con mucha seriedad el uso de nuestra boca. Esta puede ser utilizada para bendecir o para destruir, no solo nuestras vidas, sino las de muchas otras personas, incluyendo a los que más amamos.

EFESIOS 4:29
No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.

SANTIAGO 3:5-6

Así también la lengua es un miembro pequeño, y sin embargo, se jacta de grandes cosas. Mirad, ¡qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de nuestra vida.
¿Alguna vez has visto un bosque en fuego? Comienza bien pequeño pero rápidamente se extiende hasta dejar todo devastado. Igualmente, una sola palabra puede dañar o marcar para siempre la vida de una persona.

SANTIAGO 3:9-10 "Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a la imagen de Dios; de la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así".

Santiago nos advierte sobre la manera de hablar. Con ella, bendecimos a Dios y con la misma boca podemos murmurar, menospreciar, manipular, acusar, exagerar, mentir y otras más. Para NADA es del agrado de Dios.
Ahora, podemos usar nuestra boca para hablar Bendición, Amor, Paz, Gozo, Fe. Tenemos un gran ejemplo a seguir para esto, nuestro Salvador Jesús sólo hablo palabras de vida.

En Juan 6:63 dice: "El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida".
Sé que no es fácil y sola no podrás lograrlo, pero el Espíritu Santo es tu ayudador y con El dirigiendo tus palabras siempre hablarás lo correcto.

Estas son solo algunas lecturas, hay muchas más. Así que, mi consejo como profesional en el campo de la belleza, es que cuides tus labios, protégelos, escoge el mejor labial, pero, más importante que todo esto, cuida lo que sale de tu boca.

"El que guarda su boca y su lengua,
guarda su alma de angustias". Proverbios 21:23

Una sonrisa

Una pincelada. Otra. Y otra más. Un detalle fino. Un pincel más delgado. Limpiar el sudor de la frente, y seguir, cuidando que las líneas fueran muy finas. Luego los efectos de luz. Combinar colores y lograr claroscuros que hicieran notar desde dónde venía la claridad. El retrato iba tomando forma. Después de varios meses y de intensas jornadas diurnas y nocturnas al amparo de una Italia acogedora e idílica, la pintura estaba lista. La Mona Lisa, de Leonardo Da Vinci se convirtió en uno de los patrimonios artísticos de la humanidad.

Esta obra de arte se concluyó en 1503 y guardó para la posteridad la efigie de una mujer joven, aristócrata, de treinta años aproximadamente. Sobre su árbol genealógico se han tejido muchas versiones, pero ninguna se ha comprobado plenamente. La pintura está en el Museo de Chantilly, en Francia.

En este cuadro hay algo que llama la atención. Por siglos ha dividido las opiniones de los expertos. Radica en la certeza de si la mujer luce sonriendo o con indiferencia. Hay quienes afirman que, dependiendo del lugar en que usted se ubique, podrá verla esbozando una expresión de alegría. En cambio, si la mira de frente, no encontrará rasgos diferentes a los de alguien que mira detenidamente al pintor.

De la Mona Lisa podrán decir mucho, pero jamás que en efecto aparece sonriendo en el retrato... Una sonrisa no cuesta nada. Pero puede hacer mucho. Derriba muros de intolerancia, abre puertas y revela una personalidad atrayente. La sonrisa y la alegría se contagian. Igual que el mal humor y el pesimismo. Todo depende de la actitud que asumamos frente a la vida. También de nuestra decisión de impactar a los demás con optimismo o tristeza.

La Biblia dice: "El corazón alegre se refleja en el rostro, el corazón dolido deprime el espíritu.”(Proverbios 15:13. Nueva Versión Internacional).

Un buen principio de vida cristiana práctica para asumir desde hoy, es sonreír. Representamos la generación de los vencedores en Jesucristo, por eso no tiene sentido que mostremos un rostro apesadumbrado que no acompasa con nuestra vocación de fe, esperanza y entusiasmo.

¡Sonría, es su forma de contribuir a la transformación del mundo!

lunes, 7 de febrero de 2011

Disfrutar la vida!!!

Todos nos hemos sentido decepcionados en algún momento, de hecho, sería raro que pasemos una semana sin experimentar algún tipo de desánimo. Son muchos los cristianos van por la vida devastados. Eso sucede porque no han aprendido a lidiar con el problema.


La voluntad de Dios no es que uno viva el día de hoy ni cualquier otro día, desalentado, devastado u oprimido. Tan pronto como uno se sienta desalentado debe resistir al diablo y poner su esperanza y confianza en Jesús, uno puede vivir en su paz y su gozo.

Parte del ministerio de Jesús en la tierra era ir bajo la unción del Espíritu Santo, liberando a los oprimidos por el diablo. Este mismo poder esta disponible para nosotros hoy día. A través de Jesús, podemos batallar contra los intentos del enemigo de abrumarnos. Si no lo reprendemos, él tratará de destruirnos.

Cuando el enemigo nos ataca, debemos mantenernos espiritualmente sintonizados de tal manera que podamos discernir lo que está tratando de hacer y echarlo atrás. Con el poder que Jesús nos dejó disponible, no le queda otro remedio más que salir corriendo. Deuteronomio 30:19 nos enseña que tenemos una alternativa:”A los cielos y la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia”,
El gozo y la felicidad nacen de adentro.

Cada día podemos escoger entre estar llenos de miseria o tener el gozo del Señor. Podernos ya sea escoger si vamos a escuchar al diablo y permitirle que nos haga sentir miserables, o si lo vamos a resistir para vivir en la plenitud de vida que Dios ha provisto para nosotros.

Necesitamos tomar el Reino de Dios —la riqueza, paz y gozo que se mencionan en Romanos 14:17—Tan pronto se sienta desanimado, detenga al diablo. Debemos pelear la. “buena batalla de la fe” (1 Tim 6:12) en nuestra lucha diaria contra el enemigo, así como en nuestra mente v corazón.

He aprendido seis estrategias que necesitamos usar para derrotar a Satanás:

1.- “Piense con empuje y dinamismo. No se siente a esperar a que sus problemas desaparezcan. Planifique y haga una estrategia, como si se prepararse para una batalla, sobre cómo derrotar al enemigo.

2.- Ore fervientemente. Hebreos 4:16 nos instruye a acercarnos al trono de Dios confiada y audazmente. ¡Eso quiere decir agresivamente! No sea tímido con Dios. Confíe y dígale lo que necesita.

3.- Hable sin temor. I Pedro 4:11 nos dice. “si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da”. Como hijos de Dios, debemos tener una voz espiritual contra las fuerzas del mal.

4.- Dé en abundancia. La manera en que damos es la manera en que recibimos (lea Lc. 6:38).Ninguna ofrenda es muy pequeña ni muy grande. Dé como Dios da.

5.- Trabaje atentamente. Todo lo que nuestras manos toquen, debe ser con esfuerzo y empeño (vea Ec 9:10). No afronte las tareas con temor y deseos de escapar, Deje que el Espíritu termine la labor.

6.- Ame incondicionalmente. Como hijos de Dios, debemos amar a los demás como Dios nos ama, y eso significa de una forma sacrificada.
Usted puede aprender a defenderse contra la desilusión al enfocarse en Dios, meditando en sus promesas, confesando su Palabra, a sí como presentando su situación ante El. No importa lo que haya perdido o lo mal que se sienta, usted tiene la capacidad de dirigir sus pensamientos hacia lo positivo o lo negativo.

Haga un inventario de lo que ha dejado, no de lo que ha perdido. Esto hace que mantenga su mente en el presente, donde Dios está. Recuerde. Jesús se llamó a si mismo el “Yo Soy “, no el “Yo era” ni el “Yo seré”.

El está aquí para usted. ¡Hoy es el día en que usted puede tener gozo

Como restaura Dios?


Cuando Dios restaura a alguien, sea una familia, un matrimonio, una persona, lo que Él restaura siempre se mejora, crece, se multiplica y, sobre todo, supera el estado de “arreglado”.

Cuando Dios restaura mejora el estado anterior.
En el Nuevo Testamento restaurar se utiliza para dar la idea de algo dañado o roto que puede volver a usarse para lo cual fue diseñado; pensémoslo en relación con el pasaje de Mateo 4:21 que habla de las redes rotas.

Una red rota no es útil para pescar, y restaurarlas significa que vuelven a ser de utilidad para la pesca. Para nosotros, ser restaurados implica que volvemos a ser de utilidad en el cuerpo de Cristo.

Solemos decir: “úsame, Señor, úsame para tu Reino, úsame para tu Iglesia.” Y el Señor dice,: “pero así, roto, sin restaurar, no sos útil, debes restaurarte, arregla esa red, y después volverás a ser útil en mi servicio.

Cuando llegamos al Señor siempre lo hacemos llenos de barro, si nos arrepentimos, somos perdonados y comenzamos una vida nueva.

Luego viene el perfeccionamiento, que no es hecho por nosotros... ni es a fuerza de obra humana sino por gracia; la gracia de Dios.

Dice en Filipenses 1:6, que: “El que comenzó en ustedes la buena obra la perfeccionara hasta el día de Jesucristo”. Jesús va a perfeccionar esto que inició en nosotros el día que llegamos a Él.

La palabra dice que la perfeccionará, o sea que va a llevar un tiempo. No dice inició la buena obra y ya está todo perfecto. No es así; la palabra nos enseña que
vamos siendo perfeccionados en un tiempo que, sin duda, es Su tiempo.

Cuando nos convertimos a Jesucristo, vamos renunciando a ciertas cosas que no sabíamos que al Señor no le agradaban; renunciamos a confiar en las prácticas de curar el empacho, tirar el cuerito, y a todas esas cosas que el Señor abomina.

Pero, qué sucede con las conductas o sentimientos que no podemos controlar, que quisiéramos deponer, pero que no podemos cambiar como: la ira, la agresión, los malos pensamientos, el estancamiento espiritual, el autoritarismo, la amargura, las respuestas agresivas u ofensivas, y otros tantos desatinos.

Quisiéramos renunciar a esta clase de actitudes y cambiar, pero no pasa nada; entonces nos preguntamos ¿qué está pasando conmigo? ¿de dónde provienen estas reacciones? ¿habrá alguna causa que me provoque actuar así?

Yo quiero agradar a Dios, quiero, realmente, poder tener una vida nueva con mi familia,… pero sigo enojándome, sigo sintiendo ira, digo palabras que luego lamento haber dicho, y entonces pregunto: ¿qué pasa, Señor, conmigo?

El Señor nos da una clave en el Salmo 19.12: ¿Quién esta conciente de sus propios errores? Perdóname aquellos de los que no estoy conciente.

Podemos hacerle este tipo de preguntas al Señor, podemos pedirle estas cosas al Espíritu Santo de esta manera: “Señor, no puedo entender por qué cometo estos errores. Yo no lo sé, el Espíritu de Dios lo sabe. Líbrame de lo que yo no conozco. Ilumina, Espíritu Santo, porque yo no sé lo que pasa, pero quiero ser librado de lo que a Ti no te agrada”.

El Espíritu Santo va a alumbra el lugar oscuro donde están escondidas y guardadas las cosas feas, las que quedaron ocultas, las que están tapadas.

En una oportunidad hablé del sótano de la casa de mi infancia,… al cual yo nunca quería bajar porque era oscuro,.. húmedo,. lleno de telarañas, y siempre pensaba que ahí me iba a encontrar algún fantasma,…. algún monstruo.

Así es nuestro “sótano” interior, al que hay que bajar con la luz del Espíritu Santo, para ver qué hay en la parte más oscura, en la más oculta; ver qué es lo que nos hace actuar como nosotros no queremos.

Debemos encontrar esas cosas misteriosas a las cuales tememos, y no obstante están en nuestro corazón. Debemos llegar de la mano del Espíritu Santo, porque es mejor hacer este recorrido con EL que ir solos.

Podemos ver cristianos que no están en pecado, que son obedientes a Dios y le aman sinceramente, pero se sienten mal.

Pasan mucho tiempo en estado de angustia o tienen temores,.. ansiedad, problemas de relación en su familia: con los hijos o con los esposos; problemas de relación en los trabajos, problemas de relación en la Iglesia y entonces, ¿qué pasa?, ¿son cristianos, son obedientes, pero qué sucede? Sucede que hay sufrimientos y heridas que no los toca la conversión.

Con el primer paso de la conversión no es suficiente; hay heridas profundas, sentimientos que necesitan una curación especial por parte del Espíritu.

Algunos dicen: “Bueno, si usted sigue así, y todavía está triste y no anda bien su vida, será porque no ora lo suficiente, ore más, tiene que hacer más oraciones”.
En fin, alabado sea el Señor si podemos orar más, pero con orar más, tampoco alcanza.

Otros dicen: “Lo que pasa es que usted no tiene fe, por eso las cosas no le van bien, tiene una fe muy débil”.

O peor aún, se les crean demonios por todos lados: demonio de tristeza, demonio de angustia, demonio de depresión, y esto provoca mayor desilusión, porque no pueden entender los errores ocultos, se sienten aún más afligidos, terminan creyendo que realmente no están orando bien o que están poseídos.

Hay una enorme cantidad de personas que aman al Señor, que conocen las Escrituras y, no obstante, no pueden evitar aquello que hacen, dicen o piensan, como mentir,… tener ataques de ira o ser muy críticos de los demás.

Pablo en Romano 7:15 expresa claramente esta situación cuando dice: “No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco”.
“Yo no quería tratar a mis hijos de la misma manera que lo hicieron conmigo... Es algo que aborrezco, pero lo hago”.

“Yo no quiero para mi matrimonio la misma relación que tuvieron mis padres, pero no entiendo por qué razón voy en camino a hacer exactamente lo mismo”. Estas son algunas expresiones de este fenómeno que parece incontrolable e inexplicable.

Romanos resume esto que a veces les sucede a las personas, que no entienden por qué siguen viviendo cosas desagradables y siguen sintiendo emociones que no les gustaría sentir; por qué no se pueden llevar bien con los demás; por qué no pueden tratar mejor a las personas; por qué viven en un estado de ansiedad permanente.

Pero hay Buenas Nuevas. El Espíritu Santo es capaz de develar esta situación, si se le permite llegar al interior, a los recuerdos, a las emociones sin oponer resistencia.

Tiene que llegar a su interior, tiene que tocar sus recuerdos, tiene que alcanzar sus emociones.

Si las heridas del alma no reciben tratamiento adecuado, se infectan, se inflaman, provocan más dolor; enferman el espíritu, contaminan al resto, se dispersan y contagian a otros.

Una restauración se produce luego de una -a veces dolorosa- remoción.
Hay que estar dispuesto y dejar que Dios remueva lo que infecta nuestra vida.
Tantas veces una muela –cuya raíz está infectada- tiene como solución la vía “incomoda” de ser extirpada para que no vuelva a molestar ni a contaminar al resto.

Es cierto que, por temor al “tirón” o al hecho mismo de perder la muela, buscamos paliativos que son soluciones momentáneas.

En lo espiritual, esos paliativos suelen ser actos de religiosidad o sobre esfuerzos o “buenas obras” que puedan compensar lo que “hacemos y no entendemos”.

Las heridas del corazón no hay que taparlas, tenemos un Dios que no nos avergüenza.

Delante de Dios podemos poner todo tal cual está, pero lo que no hay que hacer es tratar de tapar, decir: “Bueno, yo siento esto pero no, mejor dejémoslo. No hablemos del asunto. Prefiero no hablar. Esto es horrible. Mejor no acordarse”.
Cuando una persona puede recordar en paz, cualquier cosa que le haya pasado en su vida, aún lo desagradable, es porque ha recibido sanidad, porque ha podido perdonar, porque está en paz.

Pero cuando alguien, para poder hablar de su vida, de su historia, tiene que dejar espacios en blanco que son innombrables, que son “irrecordables”, es porque ahí algo pasó.

Y hay que llegar con el Espíritu Santo para que nuestra vida, nuestra historia sea tal, que podamos asumirla; podamos saber que hemos sido de determinada manera, que hemos conocido al Señor, que hemos tenido una familia en la que nacimos, que nos ha pasado tal o cual cosa.

Si no podemos dar testimonio de que, aunque hayamos sufrido, el Señor nos permite tener paz en nuestra vida, no le estamos siendo útil al cuerpo de Cristo.
Si vamos al médico porque tenemos una infección en el oído o en la garganta, es muy probable que el médico nos dé un antibiótico y diga: “Usted debe cumplir con el tratamiento. No se trata de que tome una pastilla y ya está curado. Puede llevar siete o diez días de antibióticos, no los interrumpa, para que pueda ser sanado”.
Esta clase de curación es la del Espíritu Santo.

Nos dice: “Llegaste a mí, con esta herida, empecé a tratarla, deja que siga tratando, no huyas, no la tapes, con el solo hecho de que yo haya empezado a tratar esta parte de tu vida o este recuerdo, no quiere decir que ya estés sanado. Vas a iniciar un proceso en el cual yo te voy a ir sanando.”

Pero por lo general, todos actuamos ansiosamente y queremos ¡ya!, ¡rápido!, ¡ahora!, una solución inmediata, un píldora y, sin más trámite, estar bien. Una oración y me sanaron de las heridas de toda mi vida.

Y el Espíritu Santo dice que él nos perfeccionará. La Sanidad Interior va a actuar gradualmente, la obra de sanidad que Dios hace en la vida de sus hijos es un proceso.

Hay que esperar. A veces no es fácil, pero hay que esperar. Dejar que el Señor haga su obra.
Muchas personas no dejan que Dios sea Dios.
Le voy a compartir algo que pasa muy frecuentemente por si a usted también le ocurre. Es muy común que los padres tengan luchas con los hijos; en la consejería pastoral le sugerimos a los padres que entreguen ese hijo al Espíritu Santo, que lo pongan en las manos del Señor y oren por él cada día:
“Señor, te dejo obrar en esto que yo no puedo. No puedo manejar lo que está haciendo mi hijo. Señor te lo doy. No quiero estar ansioso sobre él todo el día preguntándole qué hizo, con quién estuvo, dónde estuvo, qué pasó, por eso, te lo entrego a ti.”

Es cierto que hay hijos que están comprometidos con cosas peligrosas, pero los padres deben día a día librar la batalla espiritual en oración y dejar que el Señor los cuide.

Sin embargo, esto no parece ser un trámite sencillo. A veces, los papás y las mamás no terminan de confiarle sus hijos al Señor y quieren estar controlándolo todo.

Hace un tiempo atrás hablaba con la madre de una joven que había estado con una depresión muy grave. Por mucho tiempo recibió tratamiento, y por supuesto, fue sanada; el cuadro grave de la depresión había pasado, pero cada vez que esta joven suspira o se entristece por algo, su mamá se pone tan ansiosa y tiene tanto miedo de que vuelva a enfermar, que quiere controlar cada gesto de su hija.
Esta actitud de la madre es totalmente contraproducente para la joven, la hace sentir insegura y termina deprimiéndose.

En confianza, pude preguntarle a esta mamá, que era una fiel cristiana, cuándo le iba a entregar su hija al Espíritu Santo y cuándo iba a dejar de controlarla para que la controlara Él.
Y ella me respondió: “Tantas veces se la di”. Si tantas veces tuvo que dar a su hija al control del Espíritu Santo, quiere decir que muy convencida no lo hizo ninguna.
La cuestión aquí es si controla Él o controla usted. Él tiene el control o lo tiene usted.

Lo deja obrar a Él o usted se mete en el medio con su ansiedad, intentando hacer algo que no ha podido lograr en bastante tiempo.

Si le pidió a Dios por su hijo y se lo entregó a Él, déjelo que Él actúe. A veces nos ponemos tan ansiosos que no dejamos que el Espíritu Santo cumpla su obra. A veces nos ponemos en el medio y entorpecemos las cosas, porque estamos siempre apurados, queremos ver ese resultado ya, y esto habla de una confianza floja en el Señor.

Jairo llamó a Jesús, recurrió a Él, y dejó que Él obrara. Jairo era un padre que tenía confianza, que tenía fe en el Señor, y no se metió en el medio a decirle a Jesús nada sobre lo que pasaba.

En cambio, dejó obrar a Jesús, y su hija fue restaurada. Esta es la actitud que nos pide el Espíritu Santo. Una vez que Dios inicia la obra en su vida o en la de un ser querido, debe dejarlo obrar a Él.

Hasta aquí cargó con esto, y no pudo solucionarlo. Ahora déjelo obrar a Dios. Deje que Él sea Dios.