viernes, 27 de mayo de 2011

El matrimonio no es perfecto.

No existe ningún matrimonio perfecto, pero si puede haber matrimonios saludables!

Somos seres humanos imperfectos y por lo tanto no puede haber matrimonios perfectos, pero si matrimonios saludables. Un matrimonio saludable, no es uno que no tenga problemas; es un matrimonio que sabe manejar los problemas y los conflictos.

Además de que no somos perfectos, somos muy diferentes y las maneras de pensar y de enfocar las circunstancias de la vida son muy diversas. Entonces esto nos lleva a una pregunta:

¿Cómo puede sobrevivir un matrimonio con tales diferencias?

El diseño de Dios para el matrimonio es la unión de dos personas imperfectas, con muchas diferencias físicas, temperamentales, sicológicas; para que fueran un complemento. Por lo tanto esta relación complementaria necesita de una gran capacidad de paciencia, tolerancia y respeto para que pueda funcionar. Si alguno de los dos o los dos no son tolerantes, dispuestos a ceder, ese matrimonio está prácticamente condenado al fracaso.

Muchas veces no es fácil ceder porque tenemos convicciones basadas en nuestro sistema de creencias que nos hacen pensar que somos nosotros los que tenemos la razón, pero la verdad es que de nada nos sirve tener la razón si al querer imponerla vamos a lastimar la relación con nuestro cónyuge.

Efesios 4:2-3: con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, procurando mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.

Dios nos manda a tomar la decisión de ser humildes y mansos, para soportar con paciencia las diferencias y las debilidades de nuestro cónyuge para permanecer unidos y en paz. Todos queremos vivir en paz y en unidad, pero si no aprendemos a ceder, a conversar sobre las diferencias de opinión sin pretender imponer la propia, va a ser muy difícil alcanzar esa paz anhelada.

En cualquier decisión del diario vivir en el hogar, debemos procurar ponernos de acuerdo, hablar del tema, exponer argumentos de porque nos parece que se deben hacer las cosas de A o B manera. Si la pareja no logra llegar a un acuerdo, deben orar y pedir la ayuda y la revelación de Dios para tomar una decisión sabia, o busquen ayuda con un consejero especializado; pero nunca traten de imponer las decisiones, porque esa actitud va a generar heridas que pueden dañar la relación.

Si una persona le cuesta ceder y reconocer que su cónyuge puede tener la razón, tiene una actitud de orgullo y prepotencia. Una persona con esa actitud, tiene que tomar la decisión de buscar ayuda para liberarse de esa actitud antes de que dañe irreparablemente su relación.

Si quieres tener y mantener un matrimonio saludable, tienes que tomar la decisión de ceder muchas veces y estar dispuesto(a) a aceptar las ideas y conceptos de tu cónyuge. Eso implica en cierta manera morir a sí mismo(a) para que viva el matrimonio. Al fin de todo, nada ganamos y hasta podemos perder mucho por no ceder, pero si podemos ganar mucho en la relación del matrimonio y al final, disfrutar de lo más hermoso que Dios nos ha dado.

Apariencias en el matrimonio.

Hay muchos matrimonios que simplemente están guardando apariencias, pero……!

La causa principal por la cual muchos matrimonios ocultan su verdadera situación es porque temen que se les juzgue, o se les critique si les toca hablar de su situación con otras personas.

Lamentablemente el evitar confrontar las situaciones, va carcomiendo lentamente las relaciones y generalmente terminan explotando sus emociones y lastimándose mutuamente.

2 Corintios 1:12 Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros.

Las apariencias son fachadas falsas que encubren un carácter débil y una personalidad insegura. El hombre y la mujer que tienen una identidad bien definida como hijos de Dios, tienen el carácter de Cristo y no temen que les conozcan sus debilidades. Antes bien les agradecen a quienes les ayudan a discernir esas áreas débiles para poder cambiar con la fuerza del Señor. Tienen suficiente fuerza y humildad para reconocer sus errores y disponerse a cambiar con la sabiduría y la revelación del Señor.

Guardar el testimonio no es poner fachadas hipócritas. Guardar el testimonio es vivir en obediencia al Señor y reconocer públicamente cuando nos equivocamos, pedir perdón y restituir a la persona que lastimamos. Guardar el testimonio no es aparentar como que nunca fallamos y que nadie conozca nuestras fallas; eso es hipocresía y Jesucristo rechazó fuertemente a quienes practicaban esas apariencias religiosas falsas.

Evitar las apariencias y la hipocresía en el Matrimonio, no significa que entonces tenemos que terminar con la relación, o que ahora le vamos a gritar las cuatro verdades al cónyuge en la cara. No. Evitar las apariencias y la hipocresía significa tomar la decisión de ser transparentes, de expresar los sentimientos con respeto y amor y reconocer que se necesita ayuda y buscarla con humildad con sus líderes espirituales. Significa reconocer que no se ha sido capaz de manejar las situaciones por si solos y necesitan la ayuda de Dios a-través de un Ministro suyo.

Lucha contra la falsedad, la hipocresía y las apariencias. Toma la decisión, y Dios te ayudará.

lunes, 23 de mayo de 2011

10 preguntas para matrimonios

Un Matrimonio de éxito es una relación de tomar y dar, ¡en la que cada parte da noventa por ciento y solo toma diez por ciento!

Aquí tiene diez preguntas para que se haga a fin de comprobar su capacidad de dar y recibir:

1. ¿Está dispuesto a guardar silencio cuando su cónyuge necesita un momento de quietud?

2. ¿Es capaz de aceptar un reproche y quedarse tranquilo sin protestar?

3. ¿Está dispuesto a darle el beneficio de la duda a su cónyuge?

4. ¿Está dispuesto a hacerse cargo de una tarea extra cuando su cónyuge está estresado?

5. ¿Está dispuesto a dar una palabra espontánea de ánimo?

6. ¿Está dispuesto a dedicarle tiempo a su cónyuge, a solas y sin interrupción?

7. ¿Está dispuesto a responderle a su cónyuge con cortesía por favor y gracias?

8. ¿Está dispuesto a tomarse un tiempo para que los ánimos se enfríen cuando la discusión parece caldearse?

9. ¿Está dispuesto a dar un cumplido?

10. ¿Está dispuesto a aceptar la crítica?

Qué tanto estoy dispuesto a dar, pero cuánto puedo recibir, y no me refiere solo a lo bueno, me refiere a esas críticas, discusiones, peleas, enojos, etc… que se dan en toda relación. ¿Estoy dispuesto a escuchar y analizar si estoy en error, o solo puedo ver los “errores” de mi cónyuge?

Se necesita mucho valor y amor para con esa persona, el poder pedir perdón y tratar de arreglar las situaciones difíciles.

Cuando una pareja decide casarse, casi todo es maravilloso, como estar en las nubes, hasta que comienza la convivencia es donde se pone a prueba el verdadero amor en ambos.

Cuando usted puede responder estas preguntas, se da cuenta de sus flaquezas y fortalezas como pareja.

Entonces, qué tan dispuesto esta en mejorar esas flaquezas para poder disfrutar una vida en pareja sana y feliz.

Colosenses 3:13
Soportándose unos a otros, y perdónense si alguno tiene una queja contra otro.

Ora por todo y no te preocupes por nada

Quién confía totalmente en Dios es comparado con un águila en las Escrituras. Esta maravillosa ave alcanza alturas hasta de siete mil metros, tiene la capacidad de elevarse por encima de las nubes; cuando llega la tormenta no la atraviesa si no que extiende las alas para atrapar más viento y se eleva por encima de los nubarrones. ¡El águila no se preocupa por la tormenta porque sabe que siempre tiene una salida!

El águila es la reina de las aves, no se intimida por las alturas ni por los fuertes vientos sino obtiene ventaja de ellos extendiendo sus alas ¡y cada ráfaga la eleva aún más alto!

Cuando las atacan simplemente vuelan más y más alto hasta que alcanzan una altura donde sus enemigos no pueden sobrevivir.

Extiende hoy tus alas, levanta el vuelo en las corrientes del Espíritu de Dios y déjate llevar por ellas para que subas más alto, por encima de tus circunstancias. Sé como el águila, vuela más alto, cerca de Dios, descansa y espera en Él.

Dios te ha dicho que eches sobre Él toda tu preocupación y que si permaneces en reposo, Él peleará por ti. Sé como el águila que Dios quiere que seas, extiende tus alas y sube al nivel que Dios quiere que vivas. Fuiste creada para volar ¡FUISTE CREADA PARA BRILLAR!

Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán (Isaías 40:31, RV60).

viernes, 20 de mayo de 2011

Instruir a los niños

Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de el…. ! Proverbios 22:6

.Cuando un niño de 2 años, comprendió que estaba en una iglesia, le llamó la atención que el predicador hablara de Jesús, por lo que preguntó a su papá, y el de manera cariñosa contestó que Jesús estaba en su corazón, en ese mismo momento empezó a halar su camisa, y le pedía que lo sacara. Mi esposo amablemente le explicó que Jesús lo amaba, que lo había creado en la pancita de su mamita, y que quería vivir en su corazón, fue ahí cuando Jonathan aceptó que Jesús viviera en su corazón, tal vez no como lo hemos aceptado nosotros, pero si de una manera tan inocente y pura.

.Hoy Jonathan tiene 6 años y llama la atención cuando habla con sus amiguitos y les cuenta que Jesús vive en su corazón, y aún más que el murió por él y por sus amigos, también ora y le canta, pues ha aprendido cantos dedicados a él y no solo de niños, sino que al escuchar nuestra música en el carro, ya se identifica con algunas, las pide y canta.

.Para nosotros como papás, si nos hubieran explicado como hablar de Jesús a Jonathan, hubiera sido incomprensible, porque en nuestros pensamientos humanos, no hubieramos podido llegar a la mejor forma de explicarlo, pero el vivir en un hogar donde Jesús reina y donde día a día ve que el es parte de nuestra familia hace que crezca su deseo de conocer mas de él.

.Ahora es cuando puedo entender este versículo, Proverbios 22:6
“Enseña al niño el camino en que debe andar, y aún cuando sea viejo no se apartará de él.” .. aunque quiere decir que le enseñemos palabra (Biblia) también quiere decir que si vivimos en su camino, en su verdad, en su palabra, no de oidas sino de ejemplo, entonces el niño crecerá en este camino y nunca lo olvidará.

.Mi esposo y yo somos hemos vivido esta realidad. Nuestros padres han servido a Dios y nos han enseñado su palabra y su ley, y aunque siendo adolescentes fue difícil, como todo adolescente, hoy en día sabemos que esa instrucción fue la que nos salvó y las que nos mantuvo firmes.

.Ahora, deseas que tu (s) hijo (s) sean instruidos en su camino?. Pues lo primero es poder vivir en ese camino, y esto no implica una obligación, es algo que debe ser voluntario, pero al mismo tiempo muy natural, así que si tienes hijos pequeños, comienza por cambiar tu manera de vivir en casa.

.Revisa que estan mirando y escuchando tus hijos, “todo me es lícito mas no todo me conviene” , muchas veces lo que ven y escuchan en tv o radio no los edifica, no quiere decir que los apartes, pero si que seas cuidadoso con lo que en lugar de construir esta más bien destruyendo, así que vigila y empieza a agregar información de Dios, con videos, música, libros de historias bíblicas. Verás como ellos mismos te pedirán explicaciones.

.Ora con ellos, antes de dormir, al levantarse y antes de comer. “Dad gracias a Dios por todo” , es un tiempo muy importante de comunión con Dios y con nosotros como padres, pues abrimos un puente de comunicación de cuanto ha pasado durante el día, y además les estamos enseñando que Dios esta presente en todo cuanto hagan y cuanto tenemos. Aprenden que dependemos de Dios.

.“Si cuida de las aves tambien cuidará de mí” . Ellos deben saber que su máxima protección es Jesús, que esta con ellos siempre, y así podrán vencer el temor y la angustia.

.Enséñale versículos bíblicos, léele la biblia o cuéntale historias bíblicas, hoy en día tenemos mucho material, para poder llegar a nuestros hijos, y créanme que les encantará escuchar como David venció a Goliat, como entraron tantos animales en un arca, y como Jesús murió por nostros. Hay tanto que contarles y es la mejor manera de que aprendan su palabra.

.Por supuesto” mirad cuan bueno y cuan delicioso es habitar los hermanos jutos en armonía”, llévalo a la iglesia, que comparta con otros de Jesús, que se reúnan y crezcan en familia.

.Y bendícelo en todo tiempo, nunca maldigas su vida, dale solo bendiciones, así el aprenderá a recibirlas y darlas.

.

Dios te bendiga.

martes, 17 de mayo de 2011

Amor y algo mas.

Cuando le preguntaron a Garrison Keillor, escritor y humorista estadounidense, si creía que, en el fondo, lo único que todos queremos es ser amados, respondió:
“No, queremos ser ricos, ser admirados, comer como leones y estar flacos como serpientes. Deseamos que los niños nos pidan autógrafos, y tomar medicinas mágicas que nos relajen y nos vuelvan ingeniosos y sensuales. Pero, como no podemos tener todo eso, nos conformamos con que nos amen”

Que gran verdad. Gastamos nuestra vida detrás de cosas que parecen imposibles de alcanzar todas juntas y a la final tenemos que volvernos para buscar lo que está más cerca de nosotros. Fuimos hechos para amar y ser amados.

El mejor regalo que Dios nos ha dado ha sido su amor expresado corporalmente en su hijo. Decidamos no desesperarnos tras lo que quizá nunca logremos y volvámonos a aquel que está cerca de nosotros, Dios y entonces estaremos más cerca de nuestros semejantes.

Salmo4:3
Sépanlo de una vez: Dios me muestra su amor porque le soy fiel; ¡por eso me escucha cuando lo llamo!
Salmo 23:6
Estoy completamente seguro de que tu bondad y tu amor me acompañarán mientras yo viva, y de que para siempre viviré donde tú vives.
Salmo 26:3
Yo siempre recuerdo tu amor y por eso te soy fiel.

lunes, 16 de mayo de 2011

Realmente amo a mi cónyuge

Si no conocemos el verdadero significado de lo que es amar, probablemente no amamos!

El amor es la esencia de la vida de toda persona y la esencia de la vida de un matrimonio. Fuimos diseñados para amar y ser amados. La definición de amor desde la perspectiva del mundo es: atracción, pasión, cosquilleo y otras manifestaciones emocionales. Pero desde la perspectiva del creador y diseñador del amor, amor es: un conjunto de decisiones a favor de la persona con quien decidiste compartir tu vida. (I Cor 13:4-8)

Amor es: Ser pacientes. Al ser pacientes podemos tener la tolerancia necesaria para aceptar las debilidades de nuestro cónyuge y confiar en el crecimiento espiritual que le dará la fortaleza y la sabiduría necesaria para cambiar lo que se debe cambiar. Es confiar en que Él que empezó la buena obra, la terminará!

Amor es: Ser bondadosos. Es pensar y hacer siempre lo mejor para nuestro cónyuge, con buena voluntad; quizás no lo merezca, pero lo hacemos para agradar a nuestro Padre Celestial.

Amor es: Ser humildes. Es ser humildes para suavizar la relación con nuestro cónyuge, especialmente cuando hay conflictos y situaciones que afrontar. La decisión de ser humildes siempre va a generar buenos resultados.

Amor es: Ser amables y respetuosos. Es nunca faltarse el respeto. Se trata de ser siempre amables, respetuosos y honestos el uno con el otro. Es evitar a toda costa herir al cónyuge.

Amor es: Dar sin esperar recibir. El amor nunca es egoísta. El amor siempre está en función de las necesidades, y el bienestar del cónyuge. De esta manera podemos dar lo mejor de nosotros a nuestra pareja y disfrutar de la más hermosa relación.

Amor es: Ser tolerantes. Es tener la capacidad de vencer el enojo y la ira en el matrimonio. Es detenerse y meditar cuando estamos frente al enojo y pensar que mi cónyuge es más valioso(a) que cualquier cosa ó circunstancia.

Amor es: Perdonar. El amor no toma en cuenta el mal recibido. Es perdonar cuantas veces sea necesario. Cuando asumimos una actitud sincera de perdón, también seremos perdonados.

Amor es: Ser fieles. Es estar dispuestos a sufrir lo que sea por el bien de nuestro cónyuge. Es honrar el pacto de fidelidad que nos hicimos un día.

Amor es: Creer. Es tener la fe de que nuestra pareja actúa siempre con buena voluntad. Es muy probable que se equivoque, o lo haga mal, pero debo creer que lo hizo con buena intención.

Amor es: Soportarlo todo. Es soportar olvidos, desatenciones, desacuerdos, y cualquier debilidad temperamental de mi cónyuge, con fe y alegría; sabiendo que poco a poco todo cambiará.

Si no estás amando con esta clase de amor incondicional, necesitas fortalecer tu vida espiritual en Cristo Jesús, porque este amor solo es posible como fruto de la presencia del Espíritu de Dios en nuestras vidas.

Dios Nunca se Olvida de Ti

Hay épocas en que tu vida se torna tan difícil, que llegas a creer que tu situación nunca cambiará; tus problemas se prolongan mes a mes, año tras año, te vuelves una mujer deprimida, amargada, porque te sientes sola, vacía sin ningún sentido; te quedas solamente observando que otros, a tu alrededor, sí parece que reciben bendiciones y tú no; y llegas a pensar que Dios se ha olvidado de ti.

Algo parecido vivió una joven llamada Raquel, la amada esposa de Jacob. ¡Raquel era estéril! Ella tenía unos deseos enormes de ser madre, pero por más que lo intentaba, no podía concebir y en ese tiempo, una mujer que no podía tener hijos, era considerada una vergüenza para su esposo.

Pasaban los años y Raquel se sentía frustrada, sola y vacía; por si fuera poco su hermana Lea tenía un bebé tras otro. Pero un buen día, dice la Biblia: “Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y le concedió hijos. Y concibió, y dio a luz un hijo, y dijo: Dios ha quitado mi afrenta; y llamó su nombre José ["Él añade"], diciendo: Añádame Jehová otro hijo (Génesis 30:22-24).

Si sientes que las fuerzas se te han terminado para seguir creyendo, si consideras que has orado tanto que ya no puedes hacerlo más, estás en ese punto en el que se encontraba Raquel; pero, ¡Dios en su infinita misericordia se acordó de ella y le dio un hijo! ¡Dios se acordó de Raquel; la escuchó y le quitó la esterilidad! Así también, ¡Dios se acuerda de ti; te escucha y te bendecirá!

Tal vez te sientes ahora como se sentía Raquel: olvidada, sola triste, vacía; tanto que te has dado por vencida y has abandonado tu sueño de tener un hijo, de casarte y formar una familia, de tener éxito en tu empresa, de reconciliar tu matrimonio. No ves ningún progreso, no se abren puertas, tu hijo no cambia su actitud rebelde, tu salud no mejora, etc. Pero hay una buena noticia… y es que ¡Dios nunca se olvida de ti!

Dios ha visto cada una de tus lágrimas, las injusticias que has soportado, tus años de soledad y tristeza; y también recuerda el sueño que puso en tu corazón. El Señor no te ha olvidado, no te ha abandonado… Él siempre se acuerda de ti.

¡DIOS TE TIENE GRABADA EN LA PALMA DE SU MANO!

¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho, y dejar de amar al hijo que ha dado a luz? Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidaré! Grabada te llevo en las palmas de mis manos; tus muros siempre los tengo presentes (Isaías 49:15-16, NVI).

viernes, 13 de mayo de 2011

¡SI SUPIERAS LO QUE DIOS PUEDE DARTE!

Cuando Dios pone en tu corazón un sueño puede parecer imposible en el plano natural. Ciertas voces te pueden decir que no será posible, que jamás podrás concretarlo, pero a Dios no lo limitan las fuerzas de la naturaleza, ¡Él puede hacer lo que el ser humano no puede!

En Juan capítulo 4, dice que Jesús se encontró con una mujer junto a un pozo, en Samaria, a quien Él le pidió agua para beber. Esta mujer samaritana se sorprendió porque en esa época los judíos no hablaban con los samaritanos. Y le dijo: “¿Cómo se te ocurre pedirme agua, si tú eres judío y yo soy samaritana?” (Juan 4:9).

Jesús le respondió: “Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua que da vida “ (Juan 4:10).

La mujer pensó que Jesús le hablaba del agua en el sentido literal. Y le dijo: “Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua, y el pozo es muy hondo; ¿de dónde, pues, vas a sacar esa agua que da vida?”(Juan 4:11).

En ocasiones te encuentras como ésta mujer samaritana, que Dios quería hacer algo grande en su vida y ella solamente ve las limitaciones y obstáculos. Muchas veces Dios te ha dicho que te irá bien, que estarás bien con tu familia, que tus finanzas mejorarán, que tu salud mejorará, y sientes que lo deseas pero, al igual que ésta mujer junto al pozo comienzas a pensar en lo que no tienes, en todas tus limitaciones, en todos los obstáculos; y de pronto te convences de no obtendrás lo mejor que Dios tiene reservado para ti.

¡Es hora de que dejes de mirar lo que no tienes y comiences a creer que todas las cosas son posibles!

Si crees, permaneces en la fe y llamas a las cosas que no son como si fuesen podrás derribar todos tus obstáculos.

¡SI SUPIERAS LO QUE DIOS PUEDE DARTE…!

–Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua –contestó Jesús–, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua que da vida. (Juan 4:10, NVI)

–Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios –aclaró Jesús (Lucas 18:27, NVI)


No permitamos ponernos límites nosotros mismos si Dios el Poderoso de Israel está con nosotros.

Responde al amor de Dios

¡RESPONDE AL AMOR DE DIOS!

¡Dios te amó tanto que dio a Su Hijo por ti! ¡Jesús te amó tanto que dio Su vida por ti! Él lo hizo para que puedas acercarte a Dios y vivir con Él por la eternidad. Él lo hizo para que no tengas que vivir separada de Dios. Él lo hizo para que puedas encontrar sanidad para tu espíritu, alma y cuerpo.

Jesús le contó a Nicodemo (un fariseo Judío) sobre cómo Dios envió serpientes al campamento de los israelitas que caminaban por el desierto y a la vez proveyó para todos los que confiaban en Él. “…Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá” (Números 21:8).

Jesús estaba haciendo una figura o ejemplo de la crucifixión, refiriéndose a Su inminente muerte en la cruz… “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:14-15).

Jesús murió para salvarte, no porque lo merezcas o por tu buen corazón, ni por todo lo difícil que ha sido tu vida, sino porque te ama. Jesucristo hizo eso por ti, y todo lo que pide a cambio es que lo mires a Él y lo hagas Rey de tu corazón.

Dios te ama de verdad y esa clase de amor exige una respuesta. Esa clase de amor es una maravillosa invitación que debes aceptar. Rechazar Su amor puede tener muchas formas y excusas, pero aceptarlo requiere sólo una: Creer en Su Hijo Jesucristo. Porque, un alma arrepentida es un alma victoriosa y llevar la cruz es traer puesta una corona.

Dale gracias a Jesús, por que Él pensó en ti cuando el mazo golpeó los clavos que traspasaron Sus manos y tobillos, Él pensó en ti cuando sufrió la corona de espinas en su cabeza, Él pensó en ti cada vez que Su cuerpo fue lapidado.

Todo lo que tienes que hacer para responder al gran amor de Dios es decir: “Señor Jesús, yo creo que Tú moriste en la cruz por mí para darme perdón por mis pecados y vida eterna en ti. Recibo éste gran regalo de la salvación y redención hoy, y todos los días de mi vida. Responderé a Tu gran amor exaltándote en alabanza continua y amándote a Ti con todo mi corazón para siempre. Amén”

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16, RV60).

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él (1 Juan 4:9, RV60).

miércoles, 11 de mayo de 2011

El porque del matrimonio

Honroso es el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgara Dios.

Hebreos 13:4

Una consulta hecha por un joven a los miembros de Devocional Diario.com. durante la semana pasada y la respuesta que le di a este joven, me hizo pensar en lo importante que es que nos sentemos a reflexionar sobre el tema y nos pongamos de acuerdo en los principios básicos que debemos de tener en cuenta en una relación sentimental, si queremos tener un matrimonio exitoso y agradar a Dios en nuestra vida, pero especialmente por el mundo en que vivimos y las condiciones, culturas y leyes que constantemente están cambiando y pueden crear confusión y hacer tambalear aun a los creyentes e hijos de Dios. Las costumbres, culturas y leyes humanas cambian constantemente con el tiempo y lo que ayer parecía malo, hoy puede verse como bueno, humanista, no tan malo, tolerancia, respeto, libre expresión y libertad.

Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. (Hebreos 13:8). El no cambia y Su Palabra no cambia, antes bien, todo pasara (pues el cambio es una ley constante del tiempo), menos Su Palabra, que permanece para siempre y ésta debe ser nuestra máxima norma de guía en todos los aspectos de nuestra vida y decisiones en cada paso que tomemos.
El matrimonio no debe ser tomado a la ligera, ni debe ser decidido en forma tan rápida, antes de estar seguros que la persona con la que vamos a unir nuestra vida es la persona idónea, la correcta, la que Dios tiene para nosotros, la que necesitamos, porque sin ella, nos faltaría una parte de nuestro ser.

Lo más importante en una relación, es el amor. (1ª Corintios 13) El amor es Sacrificio. Sin embargo, hoy en día la mayoría de los matrimonios se celebran por conveniencia económica, status o familiares y culturales y tristemente vemos que el matrimonio se ha convertido en un negocio, donde los contrayentes mas que amantes, son socios a partes iguales, entonces se firman acuerdos pre-matrimoniales y aun antes de casarse, ya se esta pensando en cómo se van a divorciar; otros se casan por motivos no económicos sino mas carnales, se casan por sexo, por legalizar su concubinato y algunos por miedo: a la soledad, a la vejez, etc. Pero, ¿Como saber que si lo que nos mueve en una relación es el amor y no otros intereses? Hazte la siguiente pregunta: ¿Qué estoy dispuesto(a) a sacrificar por esta persona, para ganar su corazón? y dependiendo de tu respuesta, sabrás si hay o no amor, porque el verdadero amor esta siempre dispuesto a sacrificarse por el ser amado, esta siempre dispuesto a dar, aunque no reciba en la misma medida y esta dispuesto a todo, pues el amor todo lo puede; el verdadero amor no se cansa y no se desilusiona, siempre perdona y nunca deja de ser.

Si amas tu libertad, tu carácter, tu fortuna, casa o status, tu independencia y tu privacidad, más que a tú futura pareja, entonces no te cases; cuando uno se casa se fusiona con su pareja y vienen a ser una sola persona, pierden su independencia y no existe la privacidad entre dos seres que viven bajo el mismo techo.

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creo; varón y hembra los creó. (Génesis 1:27) Somos seres tridimensionales. (Espíritu, Alma y Cuerpo) y debemos estar seguros que existe afinidad en estas tres dimensiones de nuestro ser. En primer lugar, debe haber una afinidad espiritual, creer en el mismo Dios y en los mismos principios y preceptos, de otro modo cada uno va a jalar para su lado y la cuerda se romperá; segundo, debe haber afinidades en nuestras personalidades, en la forma en que se piensa, en como se actúa, como se siente, como se reacciona ante determinadas circunstancias, ¿Que corazón tiene para Dios y donde esta Su Palabra viva y eficaz? Y tercero, es importante la afinidad física, la atracción y el respeto mutuo por el cuerpo, que es el templo del Dios Viviente (El Espíritu Santo). Observemos cuidadosamente el orden de importancia que se le da a nuestro ser: 1º. Espíritu, 2º. Alma (esta en el centro) y 3º. El cuerpo. En el mundo el orden esta errado y por ello se fracasa con frecuencia porque se le da demasiada importancia al cuerpo, a la atracción, al sexo y después al status, lo social y económico e intelectual y por ultimo (si es que se toma en cuenta) lo espiritual. Algunas parejas no tienen mucho en común, pero aun así deciden casarse por diferentes motivos en su corazón y lo que pensaba que les traería felicidad, les trae gran decepción y terminan con diferentes casos de divorcio, con sus vidas sentimentales y económicas destrozadas y si han tenido hijos, éstos serán los que finalmente paguen las consecuencias de los errores de sus padres.

Nosotros debemos atender y obedecer a las señales que Dios siempre nos muestra y si tenemos dudas, pidamos ayuda del cielo, oremos y no tomemos decisiones de las que después podemos arrepentirnos. En negocios hay un principio que bien podría aplicarse a este tipo de relación y es que debemos analizar la forma de entrar (si el camino se ve fácil o difícil, costoso o problemático, si hay demasiados obstáculos, cuales van a ser los rendimientos, utilidades y beneficios.) y siempre pre-ver la salida. (Si abra buenas oportunidades de reventa, de liquidación, de terminación, de disolución, etc.) Y ésta constituye la parte más importante de una negociación, pues si no puedes visualizar como salirte, es porque no podrás salirte sin perdida o con ganancia. Un matrimonio debe verse o proyectarse a largo plazo, como va a afectar a cada uno, como afectara a los hijos, a su sociedad, familia y aun como afectara su eternidad, y finalmente tener en mente los objetivos, para no claudicar al primer obstáculo.

Objetivos del Matrimonio.

1º. La Unidad. Cuando contraemos matrimonio nuestra individualidad termina, somos una sola carne en el cuerpo y un solo espíritu en Cristo; debemos aprender a tener unidad y la mejor forma es aprender a tener unidad en el hogar, porque sino no vamos a poder tener unidad en la Iglesia, ni en la Sociedad, ni en el cielo.

2º. La Santidad. La vida matrimonial no es para nada fácil y a veces los jóvenes se casan porque creen que su pareja “los va ha hacer felices”, pero Dios creo el matrimonio, no para que fuéramos felices, sino para santificarnos; para preservar la familia, los hijos, el patrimonio y Su palabra, pues a través del diario vivir y la obediencia a Su palabra y voluntad, la mujer santifica al marido y el marido a la mujer; crecen los lazos afectivos y florece el verdadero amor de pareja que es tan perfecto como el amor de Cristo por Su Iglesia.

3º. Conocimiento y crecimiento. En la Palabra de Dios, en lo espiritual, en fortaleza, fe y en bienestar que favorezca a todos los miembros de la familia y que les permita edificar para Dios y Su Iglesia. Pues un buen matrimonio, guiado y protegido por Dios, siempre será un buen ejemplo para otros que están empezando.

4º. Educar a nuestros hijos. Desde el hogar, los hijos deben conocer los principios y valores de una familia, conocer de Dios y del temor de Dios y saber diferenciar lo que es de Dios y lo que es del mundo y aprender a tomar decisiones basados en el conocimiento de La Palabra y ver el ejemplo de amor y respeto entre sus padres y su fidelidad a Dios. Los hijos no son nuestros, son de Dios, y El nos los encarga para que los amemos, los cuidemos y hagamos de ellos personas de gran valor para Dios y para la sociedad.

No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; Porque ¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?

2ª Corintios 6:14

martes, 10 de mayo de 2011

Predica para el 10 de mayo

Como Hacer A Una Mamá Feliz.

Bosquejo:

  1. Se Salvo. 1 Timoteo 1:3-5.

    - No hay cosa que haga a una mamá más feliz que su hijo, o hijos reciban a Cristo como su Salvador personal.
    - La fe no fingida de Eunice estaba también en Timoteo, porque él también fue salvo.

  2. Honrándola. Éxodo 20:12

    -Honra es igual a estima y respeto. Demostración de aprecio.
    A. Uno la puede honrar obedecíendola. Colosenses 3:20
    B. Uno la puede honrar respetándola (después de estar casado… Efesios 2:25)

  3. Casándote en la voluntad de Dios con una cristiana. Génesis 26.34-35

    - Esaú se casó con una incrédula y trajo dolor a su mamá Rebeca.

  4. No dejando nunca las cosas de Dios. Deuteronomio 13:1-6

    - Dios nos dice que no dejemos que nadie nos aparte de siempre servir a Jehová.
    A. No regreses al mundo
    B. No te vayas con los mormones
    C. No te vayas con los FTJ… Falsos Testigos de Jehová
    D. No te vayas con los carismáticos
    E. Quédate en las cosas de Dios.

  5. No usando la palabra madre para decir malas palabras. 1 Samuel 20:30

    - Salmos 19:14, Efesios 4:29, Mateo 12:34-37, Romanos 3:13-14, Santiago 3:6

  6. No despreciándola. Proverbios 1:8, Proverbios 23.22

    A. Nunca le digas algo que la hiera (Si no tienes algo bueno que decir, mejor que no lo digas.)
    B. Nunca le digas que no sirve para nada
    C. Nunca le eches la culpa de todo
    D. Nunca la hagas sentir menos
    E. Lo contrario de desprecio es aprecio.
    - Aprecia cada momento mientras estás en casa… cuando te cases admírala, pero ahora aprecia a tu mujer.

  7. Amándola todos los días de su vida.

    - La Biblia nunca nos dice: Amad a vuestras madres. Pero si nos dice, amad a vuestros prójimos.
    A. No dejes que nadie la ame más que tú.
    B. No dejes que nadie le diga cosas más bonitas que tú.
    C. No dejes que nadie la respete más que tú.


    Felicidades a todas las mamas !!!
    Un gran abrazo

Generosidad en el matrimonio

El amor es generoso e incondicional!
La generosidad tiene que ver con la actitud de “dar”, que de acuerdo a la enseñanza bíblica, es mejor que recibir.
El mejor modelo de generosidad es el mismo Señor Jesucristo que dio hasta su vida por la salvación de una humanidad que no lo merecía, sin embargo él se entregó voluntaria e incondicionalmente.
El pacto del matrimonio fue diseñado para que cumpliera el objetivo de la unión de un hombre y una mujer para amarse, apoyarse, compartir y disfrutar de la vida mutuamente. Para alcanzar este objetivo es fundamental el ingrediente de la generosidad. Sin generosidad es prácticamente imposible lograr el nivel de estabilidad emocional que un matrimonio necesita para mantenerse saludable.
La generosidad implica la decisión de servir al cónyuge con excelencia, darle la atención que necesita, suplir sus necesidades, apoyarle, animarle, levantarle el ánimo, levantar su autoestima, etc.
Darse generosamente al otro, significa darse incondicionalmente y con alegría, no por obligación, sino por convicción de que es un principio bíblico ensenado por Jesucristo y que va a producir un fruto abundante en nuestras vidas de amor, paz, gozo, fe, bondad, benignidad y dominio propio.
Si nuestra misión en el Matrimonio es amar al cónyuge y encargarnos de su bienestar, hagámoslo con generosidad, hagámoslo con excelencia.
La formidable promesa de Dios que nos diseñó y nos creó, es que si sembramos generosamente, generosamente también cosecharemos. Es una ley universal! Todo lo que siembres, eso recogerás. Tenemos que tener fe y confianza de que si Dios nos da esa promesa, es porque así es.

La cosecha la obtendremos tarde o temprano, pero no desmayemos nunca de hacer la voluntad de Dios.
La motivación correcta para darnos generosamente en el matrimonio, no es para obtener nada a cambio, ni porque el cónyuge lo merezca o no; sino para honrar la palabra de Dios. Lo maravilloso es que cuando lo hacemos con esta motivación, entonces obtenemos la recompensa que Dios nos promete.
Si tu matrimonio no está muy bien, empieza a practicar la generosidad a la manera de Dios y confía en sus promesas. Si tu matrimonio está bien, fortalécelo con generosidad incondicional.

Código de honor en el matrimonio

El Código de honor del Matrimonio es el conjunto de reglas o principios que rigen la relación de una pareja que se une para convivir y formar una familia.

Constituye la conducta honorable dentro del núcleo familiar.

Este Código de Honor fue establecido Dios, creador del Matrimonio y tiene el propósito de proteger la familia como base del desarrollo integral de la humanidad disfrutando a la vez de todas las cosas buenas de la vida.

La esencia del Código de Honor del Matrimonio es el Amor entendido como una actitud de servicio, atención, apoyo, incondicional e incluso con manifestaciones de sacrificio a favor del cónyuge.

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. I Cor 13: 4-7

La porción bíblica anterior contiene la esencia del Código de Honor del Matrimonio, que debe ser la actitud de cada miembro del matrimonio y la familia hacia los otros miembros. Si todos los miembros de la familia procuramos vivir nuestras relaciones bajo este código, el resultado será sin duda una familia saludable, próspera, exitosa y llena de vida.

El cumplimiento del Código de Honor en el ambiente familiar es una responsabilidad del Esposo como líder del hogar, designado por el Creador del Matrimonio, con el apoyo de su “ayuda idónea”. El hombre debe asumir esta responsabilidad modelando primero y exigiendo a todos los miembros de la familia a respetar ese código en todas las relaciones de la familia. Es su primera y más importante responsabilidad.

La Mujer fue diseñada para ser la mejor ayuda para su esposo y por tanto debe darle el lugar y respetarlo como el líder del hogar y ayudarlo a desarrollar su liderazgo para alcanzar el objetivo del matrimonio.

El código de Honor debe cumplirse incondicionalmente y ambos miembros del Matrimonio deben estar dispuestos a defender el Código de Amor con decisión, esfuerzo, y aún con sacrificio; y hasta la muerte. Esto definitivamente no es fácil, pero es nuestra responsabilidad si queremos obtener un destino agradable para nuestras vidas.

Para lograr honrar este Código de Amor en el matrimonio y la familia, es imprescindible el fortalecimiento de nuestra vida espiritual, mediante la oración, la lectura bíblica, la obediencia a los principios de vida, la asistencia a la Iglesia regularmente y sobretodo la decisión de establecer este código en el hogar.

Un código de honor se defiende hasta la muerte, no importa lo que cueste.

Los hombres de verdad, deben estar dispuestos a cumplir el Código de Honor y hacer que se cumpla en el hogar con decisión y fortaleza. Un hombre que no cumpla y no defienda este Código de Honor, no es un hombre! Que es difícil, si es difícil, pero para eso contamos con la ayuda del Espíritu Santo de Dios que nos ayuda en nuestras debilidades; pero Dios tiene que ver en nosotros primero la decisión de luchar por vivir y defender ese Código de Honor.

Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado.

lunes, 9 de mayo de 2011

Para mi mamá

Mamá

Quiero agradecerte
que estés en mi vida.
Sé que puedo contar contigo
en momentos difíciles,
sé que contigo puedo
compartir mis alegrías
y sé que nuestra amistad
se sustenta en mutuo amor.
Que seas mi MAMA y mi AMIGA
es el más preciado tesoro,
que agradeceré a DIOS eternamente.
Gracias por llenar mi vida
con tanta felicidad.
Gracias por darme la vida
Gracias por darme tu tiempo
Te Amo Mamá!

sábado, 7 de mayo de 2011

¡¡¡Lo mas cercano al corazón de Dios es una madre!!!

No importa que tan buena madre seas, ¡no siempre podrás ser su guardaespaldas las veinticuatro horas del día! No, únicamente Dios puede estar en todo lugar, a toda hora; sólo Él tiene el poder de guardar a tu familia en todo momento, al separarte cada mañana para ir al trabajo, a la escuela o a jugar.

Debes poner en las manos de Dios a tus bellos tesoros diariamente en oración, reconociendo que de Él depende su bienestar físico y espiritual.

En el Antiguo Testamento, Ana es un verdadero ejemplo de madre que ora fiel y diligentemente. Ella buscó al Señor por las necesidades de su familia. A pesar de no poder tener hijos propios, ella oraba sinceramente a Dios para que le diera un hijo. Deseaba un hijo con todo su corazón.

Si Dios le daba un hijo ella prometió: “Yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida” (1 Samuel 1:10).

Luego de un tiempo que nació Samuel, su hijo, Ana regresó a la casa de Dios, adónde Samuel trabajaría para el Señor, y dejó a su hijo con el sacerdote Elí. He aquí las palabras de Ana al sacerdote Eli: “Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová” (1 Samuel 1:27,28).

Ana fue una madre piadosa que oró por su hijo consagrándolo y entregándolo totalmente a Dios. Ana no pudo estar con su hijo mientras crecía, pero afortunadamente, ella era una mujer de oración y probablemente le pedía al Señor protección por su hijo. Como resultado de eso: “el joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres (1 Samuel 2:26). Tiempo después Samuel se convirtió en un profeta de Dios que guió al pueblo de Israel durante muchos años.

Como Ana, no podrás tomar de la mano a tus hijos cada vez que enfrenten un reto o se les atraviese un obstáculo en el camino. Pero puedes orar por ellos y descansar segura que Dios está con ellos cuidándolos y moldeándolos para hacer de ellos las personas que Él quiere que sean.

¡Nunca dejes de orar por tus hijos! Dios siempre escucha la oración de una madre, porque ¡una madre que ora puede mucho!

No importa que tan buena madre seas, ¡no siempre podrás ser su guardaespaldas las veinticuatro horas del día! No, únicamente Dios puede estar en todo lugar, a toda hora; sólo Él tiene el poder de guardar a tu familia en todo momento, al separarte cada mañana para ir al trabajo, a la escuela o a jugar.

Debes poner en las manos de Dios a tus bellos tesoros diariamente en oración, reconociendo que de Él depende su bienestar físico y espiritual.

En el Antiguo Testamento, Ana es un verdadero ejemplo de madre que ora fiel y diligentemente. Ella buscó al Señor por las necesidades de su familia. A pesar de no poder tener hijos propios, ella oraba sinceramente a Dios para que le diera un hijo. Deseaba un hijo con todo su corazón.

Si Dios le daba un hijo ella prometió: “Yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida” (1 Samuel 1:10).

Luego de un tiempo que nació Samuel, su hijo, Ana regresó a la casa de Dios, adónde Samuel trabajaría para el Señor, y dejó a su hijo con el sacerdote Elí. He aquí las palabras de Ana al sacerdote Eli: “Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová” (1 Samuel 1:27,28).

Ana fue una madre piadosa que oró por su hijo consagrándolo y entregándolo totalmente a Dios. Ana no pudo estar con su hijo mientras crecía, pero afortunadamente, ella era una mujer de oración y probablemente le pedía al Señor protección por su hijo. Como resultado de eso: “el joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres (1 Samuel 2:26). Tiempo después Samuel se convirtió en un profeta de Dios que guió al pueblo de Israel durante muchos años.

Como Ana, no podrás tomar de la mano a tus hijos cada vez que enfrenten un reto o se les atraviese un obstáculo en el camino. Pero puedes orar por ellos y descansar segura que Dios está con ellos cuidándolos y moldeándolos para hacer de ellos las personas que Él quiere que sean.

¡Nunca dejes de orar por tus hijos! Dios siempre escucha la oración de una madre, porque ¡una madre que ora puede mucho!

¡LO MÁS CERCANO AL CORAZÓN DE DIOS, ES EL CORAZÓN DE UNA MADRE!

Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová. (1 Samuel 1:27.28 RV60)


jueves, 5 de mayo de 2011

El amor de una madre

El amor de una madre es incomparable, solo lo supera el amor que Dios tiene por cada uno de nosotros. Una madre es el ejemplo que mas se asemeja al amor que Dios tiene por nosotros, pero aunque su amor se muy grande hacia su hijo, no logra llegar al nivel del amor incomparable de Dios hacia sus hijos.

Pero Dios ha sido tan lindo en depositar sobre una madre un amor que permite que haga hasta lo imposible por un hijo y eso es algo que tenemos que valorar en estos días.

I. Ejemplos Bíblicos del Amor de una Madre.

a) El amor de Agar por su hijo. (Génesis 21: 16)

b) El amor que tuvo por el la madre de Moisés. (Éxodo 2:3)

c) El amor que tuvo la madre de Samuel por el. (1 Samuel 2:19)

d) El amor de la madre en el tiempo de Salomón. (1 Reyes 3:26)

e) El amor de la madre cananea. (San Mateo 15: 22)

f) El valor que tuvo la madre de Jesús para poder soportar los padecimientos de su hijo. (San Juan 19: 25)

Ante esto, ¿Qué actitud deberíamos tener hacia una madre?

II. Deberes de los hijos.

a) Honrar a nuestra madre. (Éxodo 20: 12)

b) Temer en actitud de respeto a nuestra madre. (Levíticos 19: 3)

c) No deshonrarla. (Deuteronomio 27: 16)

d) No menospreciar la enseñanza de nuestra madre. (Proverbios 30: 17)

e) Obedecerle. (Efesios 6:1)

Conclusión:
Sin duda la madre es un regalo de Dios, su amor hacia nosotros es muy grande por lo cual debemos honrarla no solo en un día especial, sino cada día de su existencia, para que de esta manera podamos agradar a Dios.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Reconocimiento a una buena madre

“Ella recoge lana y lino y trabaja feliz con sus manos. Es como un barco de un lugar lejano que de todas partes trae provisiones a la casa. Se levanta bien temprano en la mañana, da de comer a su familia y a sus servidoras. Va a ver un terreno, lo compra y usa el dinero para plantar un viñedo. Ella trabaja muy duro y fuertemente y es capaz de hacer todo su trabajo”

(Proverbios 31: 12-17)

Amado Dios: en el nombre Poderoso de Jesucristo, vengo delante de ti hoy a agradecerte por esa madre que un día escogiste para mí. Gracias por que a su lado he pasado situaciones difíciles que solo con su amor y su apoyo e podido superar.

Porque es una mujer digna, ejemplar, capaz, responsable, amorosa. Y aunque como hijos hemos tenido diferencias hoy reafirmo mi respeto y honro a mi madre como tu mandas en tus leyes. La honro porque pobrecita y fatigada, a veces sin consuelo ella se mostraba fuerte llena de esperanza, alegría y entereza. La honro porque soy carne de su carne, porque me concibió con dolor y me educó con orgulloso esmero y dedicación.

Porque cuando caí ella me levantó y además corrió para sanar mis heridas, cuando lloré ella secó mis lágrimas aún a costa de mi indiferencia y rebeldes actuaciones. Se esmeró por cuidarme, alimentarme y estrictamente cumplir con los horarios de medicamentos en tiempos de enfermedad. Honro a mi madre por su tiempo de recreación conmigo, por hacerse la indiferente cuando al verme tan feliz prefería dejarme más tiempo aún si los bichos del parque la carcomían. Porqué en mi naturaleza e sido ingrato con ella y aún así su corazón late por mi estando lejos y sus oraciones me acompañan a donde voy.

Entiendo el valor de una madre cuando veo correr a mis hijos, la veo en sus sonrisas y me veo igual ejerciendo la autoridad que un día cuestione pero que hoy simplemente me sorprende al reprender a los míos con tantísimo amor y formación.

Hoy sus canas la hacen más hermosa que mi recuerdo de su juventud. Gracias Dios porque pusiste un ángel que veló por mí sin condiciones. Porque su afecto fortaleció mi autoestima y su atención mi carácter. Porque avergonzándome en la adolescencia aprendí a que todo tiene un momento, porque por sus críticas me puso a pensar más en que decisiones tomar, porque su confianza me hizo responsable bajo unos valores que en mi niñez infundó.

Y si un día madre querida reclame tu presencia, hoy entiendo que fue un sacrificio de amor para darme una vida llena de bendición. Perdona mis insolencias y abusos por el hecho de darme la vida. Hoy alabo a mi Dios con júbilo, Oh señor mío cuan excelente es tu nombre en toda la tierra, porque ignorando tu infinito amor sin embargo, nunca me desamparaste y pusiste a mi lado un ángel.

“La gracia y la belleza son engañosas, pero la mujer que respeta al señor es digna de alabanza”…

Madre: Te doy el reconocimiento que te mereces, repito la palabra con amor “Y se felicite en público por todo el bien que has hecho”. (Proverbios 31: 31).

Nota: Para todas la mamás que se identifiquen con este reconocimiento mil y mil bendiciones y para las que no, igual Dios les dice hoy que las ama, que también las bendice y que en la palabra están las herramientas para ser esa mujer idónea y virtuosa que no teme por su familia cuando nieva porque a todos los tiene bien abrigados.


MUJER, acepta el reto de Dios

Si hiciéramos una lista de hombres y mujeres a quienes Dios ha honrado, ¿quiénes vendrían a nuestra mente? Moisés, los profetas, los apóstoles y misioneros que han dado sus vidas por el Señor. ¿Y qué de aquella mujer que entregó a su propio hijo? Su nombre fue Ana.

Ana tenía un problema. Era estéril. Y te preguntaras, ¿porque Ana era estéril? “El Señor había cerrado su matriz” (1 Samuel 1:5-6). No fue un accidente de la naturaleza, Dios estaba directamente involucrado. No hay ninguna indicación que él haya causado esa esterilidad como una consecuencia de un pecado en su vida, todo lo contrario ella parece haber sido una muy buena mujer. Entonces, ¿por qué Dios cerró la matriz de Ana?

La respuesta “aparente” es que Dios no quería que ella tuviera hijos, pero en realidad él cerró la matriz de Ana para que ella pudiera tener un hijo, un hijo nacido de su dependencia de Dios…de su ¡clamor!

Así es como a menudo Dios trabaja. Dios quería que Ana se decidiera a buscarlo en Oración y ahí es precisamente donde Dios nos quiere; Ningún problema es demasiado grande para Dios.

Tenemos una elección….Podemos encogernos de hombros y decidir vivir con el problema o podemos reconocer que el problema es una oportunidad para que Dios muestre su poder a nuestro favor. Es una grandiosa oportunidad para conocer al Dios que nosotros le servimos.

Cuando la gente tiene problemas por lo general se queja, inspira lastima, se pone iracundo, ansioso. Pero Dios nos muestra un camino maravilloso a través de esta mujer.

El problema de Ana la llevó a orar. (1 Samuel 1:10, 15, 16). Su respuesta no fue automática. Pasó mucho tiempo y tuvo que aguantar muchas burlas de Penina (la otra mujer) la cual le había dado hijos a su marido. Que triste estaba Ana.

Pero Ana acepto el reto. No se cogió mas pena. Decidió traer la situación ante el Dios Todopoderoso para que el obrara el milagro e hizo voto a Jehová. ¡Y Dios escucho la oración de su sierva!

Y al fin le nació un hijo a Ana. Su nombre, Samuel al cual ella entrego al servicio de Dios. No fue un niño cualquiera. Fue primer profeta de Israel y el cual sirvió para que la “llama de Dios” no se apagara en una época tan gris como la que vivió ese pueblo. Samuel tuvo además el gran privilegio de ungir al gran Rey David. Y dice la Biblia que ninguna de las palabras de Samuel “cayeron a tierra”…

Y todo esto porque su madre acepto el reto de Dios. ¿Que vas a hacer con tu problema? ¿Te darás por vencida? Dios honro la fe de Ana y también esta dispuesto a honrar la tuya si te decides a hacer la parte que te corresponde…..recuerda que de ¡Dios es el Poder!

Cuida lo que es tuyo

“Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no guardé”.

Cantares 1:6

Hay descuidos que se pueden evitar si prestas atención, usas la prudencia y vigilas con cautela. En mi país existe un refrán que suena fuerte pero que dice: “el que tiene finca que la atienda y sino que la venda”. El amor se alimenta de detalles, cuidados y atenciones. Si amas, valoras; si valoras, cuidas y respetas. Por tal razón es importante que pases e inviertas tiempo con tu pareja. Con esa persona a la que le prometiste amor, fidelidad, atención, cuidado y compartir el resto de sus vidas en unidad.

No es solo proveer las cosas que hacen falta en el hogar. No solo es acostarse todas las noches con tu esposo(a). No es tener intimidad por simple rutina cada cierto tiempo. No es tan solo decir “te quiero” o “te amo”, es que hay que tienes que demostrarle a tu pareja ese amor que le profesas con acciones.

Demasiados casos de descuido han sido la antesala del adulterio, las infidelidades y los divorcios. Mujeres que se sienten como un objeto más de la casa. Otras que son rechazadas y rechazados. Hombre que solo sienten que en sus hogares lo ven como el proveedor y nada más. Tantas parejas, ya sean mujeres u hombres que reciben maltrato o abuso físico y verbal. Donde día a día pisotean su dignidad y lo que quisieran es correr, olvidarse de todo, escapar. Esposos que cuando llegan a sus hogares del trabajo, solo escuchan peleas, críticas, quejas y reclamos. Mujeres que después de un día agitado en el trabajo tienen que llegar a hacer todas las tareas del hogar porque el esposo ni sus familias les ayudan.

¡Cuidado con las personas que permites que entren a tu hogar! Ojo con esas personas que dicen ser tus amigas y solo vienen a tratar de robar lo que no les pertenece. Pon atención y alerta al uso que le das a la tecnología que hay en tu hogar. Que muchas veces lo que se trajo para que fuera una bendición, resulta siendo maldición. ¡Cuidado con lo que haces en tu tiempo libre o cuando estás a sola! La Biblia dice que debemos actuar con mansedumbre, astucia e inteligencia. La mujer se debe sujetar al marido, pero el marido también debe sujetarse a la esposa. El egoísmo nada bueno trae, el tratar de halar la cuerda de un solo lado, puede hacer que se rompa. ¡Amar es entregarse y compartir, no lo quieras todo para ti! No ignores las señales que te están diciendo que tu matrimonio corre grave peligro. ¡Cuidado con las comparaciones y los recuerdos de viejos amores que quieren venir a intervenir en tu presente y futuro! Que a veces, lamentablemente, no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde o no hay remedio.

Cuida la viña que solo a ti te pertenece. ¡Es tu responsabilidad! El trabajo, las tareas, la familia, los hijos, los amigos, la Iglesia, los múltiples compromisos, los negocios y viajes, son todos importantes y necesitan de tu tiempo. Pero dale la prioridad que merece tu matrimonio. El tiempo que dediques a tu pareja es saludable, indispensable y vital. Hoy más que nunca el enemigo intenta destruir los matrimonios, pone tentaciones y fuertes pruebas porque sabe que le queda poco tiempo. Él sabe también que si destruye el matrimonio, daña las familias porque los hogares quedan rotos.

Por tal razón, dice otro refrán que “sobre aviso no hay engaño”. Hombres y mujeres que se han tomado el tiempo de leerme, es el momento de arrebatar al enemigo lo que te pertenece. ¡Reacciona y no pongas en peligro el tesoro que tanto trabajo te ha costado tener! No dañes la confianza que tú ayuda idónea depositó en ti. No juegues con los sentimientos tuyos ni de nadie. Las infidelidades duelen y quebrantan la confianza. Si ves que en tu matrimonio hay algo que está mal, dialoga y comunícate con tu pareja, no lo pases por alto y mucho menos dejes de hablarlo.

Recuerda también que las cosas materiales son buenas y útiles, pero vienen y van. El amor no se compra, el amor se regala y se recibe. El matrimonio muchas veces tiene que pasar grandes pruebas de fuego, pero dice Cantares 8:7, “las muchas aguas no podrán apagar el amor, No lo ahogarán los ríos”. Sé que esto que hoy escribo, no lo escribo por escribirlo, sé que tiene un propósito y que ministrará a corazones que desde hace tiempo han sido inquietados.

¡No te quedes quieta(o), lucha por tu matrimonio porque es preciado!

Autora: Brendaliz Avilés

lunes, 2 de mayo de 2011

Abrazo

Inicia el mes de mayo. Mes que festejamos el día de las madres.
Inicio con esta reflexión de amor.
De tal manera amo Dios al mundo para que nos diera vida y vida en abundancia.



" Abrazo de Rescate”.

El artículo detalla la primera semana de vida de unos gemelos. Aparentemente, cada uno estaba en su respectiva incubadora, y se esperaba que uno falleciera. Una enfermera del hospital peleó contra las reglas del hospital y colocó a los bebés en una sola incubadora.

Cuando los bebés estaban juntos, el bebé más sano colocó su brazo sobre su hermana en un pequeño abrazo. El corazón de la pequeña bebita comenzó a estabilizarse y su temperatura se elevó a lo normal.

No nos olvidemos abrazar a aquellos que amamos, pero tampoco olvidemos que en el mundo hay muchas vidas sin amor que están esperando el toque de una mano amiga, el abrazo de un corazón humano; esperan que las comuniquemos con Aquel que puede transformar su estado de agonía en vida y vida en abundancia.

Proverbios 12:26
“El justo hace ventaja á su prójimo”
Romanos 15:2
“Cada uno de nosotros agrade á su prójimo en bien, á edificación.”
Lucas 10:27
Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento; y á tu prójimo como á ti mismo.