lunes, 23 de mayo de 2011

Ora por todo y no te preocupes por nada

Quién confía totalmente en Dios es comparado con un águila en las Escrituras. Esta maravillosa ave alcanza alturas hasta de siete mil metros, tiene la capacidad de elevarse por encima de las nubes; cuando llega la tormenta no la atraviesa si no que extiende las alas para atrapar más viento y se eleva por encima de los nubarrones. ¡El águila no se preocupa por la tormenta porque sabe que siempre tiene una salida!

El águila es la reina de las aves, no se intimida por las alturas ni por los fuertes vientos sino obtiene ventaja de ellos extendiendo sus alas ¡y cada ráfaga la eleva aún más alto!

Cuando las atacan simplemente vuelan más y más alto hasta que alcanzan una altura donde sus enemigos no pueden sobrevivir.

Extiende hoy tus alas, levanta el vuelo en las corrientes del Espíritu de Dios y déjate llevar por ellas para que subas más alto, por encima de tus circunstancias. Sé como el águila, vuela más alto, cerca de Dios, descansa y espera en Él.

Dios te ha dicho que eches sobre Él toda tu preocupación y que si permaneces en reposo, Él peleará por ti. Sé como el águila que Dios quiere que seas, extiende tus alas y sube al nivel que Dios quiere que vivas. Fuiste creada para volar ¡FUISTE CREADA PARA BRILLAR!

Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán (Isaías 40:31, RV60).

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