lunes, 27 de febrero de 2012

A ella le debo...

Gran reflexión...

Cuando la conocí tenía 16 años, fuimos presentados en una fiesta, por un tío que decia ser mi amigo.
Fue amor a primera vista, Ella me enloquecia.
Nuestro amor llegó a un punto, que ya no conseguía vivir sin ella.Pero era un amor prohibido.

Mis padres no la aceptaron. Fui expulsado del colegio y empezamos a encontrarnos a escondidas.
Pero ahí no aguanté mas, me volvi loco, yo la quería, pero no la tenía.
Yo no podia permitir que me apartaran de ella.
Yo la amaba: destrocé el coche, rompí todo dentro de casa y casi maté a mi hermana. Estaba loco, la necesitaba.

Hoy tengo 39 años; estoy internado en un hospital, soy inútil y voy a morir abandonado por mis padres, amigos y por ella.
¿Su nombre?
Cocaína.
A ella le debo mi amor, mi vida, mi destrucción y mi muerte.

Freddie Mercury
(1946-1991)
Lo escribió antes de morir de SIDA.

En gran cantidad de ocasiones los seres humanos tendemos a volver nuestra mirada a Dios y reconocer nuestros errores ya cuando es demasiado tarde. Aprovechemos las experiencias de otros cuyo ejemplo nos motiva a evitar caer.

Nunca es demasiado tarde! recuerda que por mas dificil que sea la situación, por mas profundo que hayas caido y aunque ya no haya manera de cambiar las consecuencias físicas de tus errores, si estas arrepentido de corazón y has tomado la decisión de no reincidir, recuerda las palabras del libro de la sabiduría (Proverbios 28:13) “Mas el que confiesa su pecado y se aparta, alcanzará misericordia” siempre hay un Padre celestial que te ofrece que eches “toda tu ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de ti” (1 Pedro 5:7).

2 Corintios 5:17
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
1 Crónicas 16:34
Celebrad á Dios, porque es bueno; Porque su misericordia es eterna.

las tres mujeres

Una hermosa historia cuenta de una cristiana que soñó con tres mujeres que estaban en oración.

Mientras permanecían de rodillas, el Maestro se les acercó.

Se acercó a la primera, se inclinó hacia ella con gracia y ternura, con una sonrisa llena de radiante amor y le habló con voz pura, dulce y musical.

Apartándose de ella, se acercó a la segunda, pero solamente le puso la mano sobre la cabeza inclinada, y le dio una mirada de aprobación.

Pasó junto a la tercera en forma casi abrupta; no se detuvo a hablarle, ni a mirarla.

La mujer, en su sueño, pensó: ¡Qué grande debe ser su amor por la primera! A la segunda le dio su aprobación sin las demostraciones de amor que le hizo a la primera; la tercera debe de haberle ofendido profundamente, porque Él no le dirigió una sola palabra y ni siquiera una mirada al pasar. ¿Qué habrá hecho, y por qué hizo tanta diferencia entre ellas? Mientras trataba de explicarse la acción del Señor, Él mismo se le acercó y le dijo:

“— Mujer, ¡qué mal me has interpretado! La primera mujer necesita todo el peso de mi ternura y cuidado para poder afirmar el pie en el camino angosto. Ella necesita mi amor, mi interés y ayuda todo el día. Sin él, fallaría y caería.

La segunda tiene una fe más fuerte y un amor más profundo, y puedo estar tranquilo porque confía en mi, no importa lo que haga la gente.

La tercera, que según tú no noté y aún descuidé, tiene una fe y un amor de la más fina calidad.

A ella la preparo por medio de un proceso rápido y drástico para un servició sublime y santo.

Ella me conoce tan íntimamente, y confía en mí hasta tal punto, que no depende de palabras ni de miradas ni de ninguna demostración externa de mi aprobación.

No desmaya ni se desalienta ante ninguna de las circunstancias por las que la hago pasar. Confía en mí aun cuando el sentido, la razón y los instintos más finos del corazón natural se rebelarían.

Sabe que estoy trabajando en ella para la eternidad, y aunque lo que hago no se lo explica ahora, lo entenderá después.

Callo en mi amor, porque amo más que lo que las palabras pueden expresar, o el corazón humano puede entender. Callo por amor a ti, para que aprendas a amarme y a confiar en mí en respuesta espontánea y espiritual a mi amor, sin que ningún estímulo externo pida tal respuesta.

Dios hizo la Mujer como un regalo viviente. Mirémosla y tratémosla como tal.

Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo
al hombre. Genesis 2:22.

Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer,
y las mujeres de tus hijos contigo. Genésis 6:18.

lunes, 20 de febrero de 2012

En tu nombre echare las redes

Hay momentos en nuestras vidas cuando todos nuestros esfuerzos parecieran infructuosos. Mientras más empeño ponemos, menos logramos lo que queremos.

Son tiempos difíciles, en los cuales la luz no se ve, a lo lejos, en el horizonte. Solo soledad, cansancio y mucha confusión nos rodean. 

Sin embargo, sí hay una luz, aunque nuestros ojos no puedan discernirla. Siempre está disponible, a veces se nos presenta en el momento más oscuro de nuestra noche. Allí, cuando nos sentimos sin fuerzas, totalmente desolados.

Cuando aún el peso de nuestros propios cuerpos se nos hace casi imposible de llevar. Entonces, es en ese momento cumbre de nuestra debilidad, en esas circunstancias menos esperadas, cuando viene a nosotros. Algunos la reconocemos y le permitimos que nos ilumine la vida; otros, acostumbrados a las tinieblas, cierran sus ojos y no se dejan guiar.

Es como si el hombre en su lucha por ganar espacios, por adquirir fama, dinero y poder, se ensoberbece de tal manera que se erige a sí mismo como su propia luz. Como dueño y señor de su vida. Como el invencible, el que todo lo puede, el que no necesita de nadie más. Pero, la tierra gira más allá de nuestras conciencias, y el sol sale cada mañana brindándole su luz a un nuevo día en un lado del planeta, mientras del otro lado, la noche cubre con su manto de oscuridad. Y así, seguimos girando; en un instante estamos a plena abundancia de luz, y en otro estamos bajo el manto de la oscuridad.

Nunca sabemos cuándo será nuestro turno. Pero, si pensáramos sensatamente, nos daríamos cuenta que todo es cuestión de tiempo. Pues, la Biblia dice el hombre es tan vulnerable como la flor del campo, la cual en la mañana muestra su esplendor y en la tarde ya está marchita.

Lo único que puede permitirnos vivir plenamente la luz del día en nuestras vidas, y más aún, capacitarnos para poder ver las estrellas en medio de la oscuridad es una virtud olvidada por muchos. Claro, porque ella es muy modesta, no se envanece, ni hace alardes de su belleza, es sencilla y pura, su nombre es: humildad.

La humildad fue la virtud que mostraron los discípulos del Señor Jesucristo cuando salieron a pescar una noche, y después de trabajar arduamente, no pescaron nada. Entonces, ya cuando iba amaneciendo se presentó Jesús en la playa y Él les dijo: 

-Hijitos ¿tienen algo de comer? A lo que ellos respondieron: ¡no! Entonces el Señor les dijo: -Echad la red a la derecha de la barca y hallaréis-. Por lo que ellos la echaron, como Él les había dicho, y ya no podían sacarla, por la gran cantidad de peces. San Juan 21: 1-14.

Sí, a pesar de que eran hábiles pescadores, hombres de mar, acostumbrados a esas faenas, no tuvieron la menor duda en hacer lo que el Señor les estaba indicando. Lo hicieron, y para su sorpresa e inmensa alegría allí estaban los peces, tantos que no podían con sus propias fuerzas sacar la red, debido a la abundancia de ellos. Entonces, todo el cansancio de la noche, se convirtió en regocijo; bajo la dirección del Señor su faena se convirtió en bendición. Y como si fuera poco, cuenta esta historia bíblica, que el Señor les preparó el desayuno Él mismo.

Pienso y creo, que al igual que a los discípulos, el Señor quiere señalarte el camino, indicarte la siguiente acción que debes emprender. ¡Él quiere bendecirte la vida! Te invito a que humildemente lo busques en oración diciéndole: ¡Señor, en tu nombre echaré la red! Te aseguro que abrirá sus manos y su corazón para llenarte con sus muchas bendiciones e iluminar tu vida.

Toma y descubre

Toma una sonrisa, regálala a quien nunca la ha tenido. Toma un rayo de sol, hazlo volar allá en donde reina la noche. Descubre una fuente, haz bañar a quien vive en el barro. Toma una lágrima, ponla en el rostro de quien nunca ha llorado. Toma la valentía, ponla en el ánimo de quien no sabe luchar.

Descubre la vida, nárrala a quien no sabe entenderla. Toma la esperanza, y vive en su luz. Toma la bondad, y dónala a quien no sabe donar.
Descubre el amor, y hazlo conocer al mundo.
Mahatma Gandhi.

Son pequeñas las cosas que podemos hacer y grandes las que podemos descubrir cuando las hacemos. Muchos están esperando hacer grandes cosas y se les olvida que solo una cosa pequeña pero hecha con el corazón es capaz de cambiar el rostro de alguien o las cosas y circunstancias a nuestro alrededor. Vamos, camina y atrevete a hacer algo pequeño pero significativo en este día, pero hazlo con AMOR.

Por el contrario, cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones. Exodo 20:6

David le dijo: No temas, porque ciertamente te mostraré bondad por amor a tu padre Jonatán, y te devolveré toda la tierra de tu abuelo Saúl; y tú comerás siempre a mi mesa.II Sam 9:7

¿Como esperar en el Señor?


¿Cuántas veces no hemos perdido oportunidades o hemos cometido errores por no haber sabido esperar el momento exacto para actuar o tomar decisiones? Como seres humanos muchas veces somos impacientes y nos angustiamos, nos decepcionamos, nos enojamos y hasta nos deprimimos porque las circunstancias se presentan adversas a nuestros planes o aspiraciones y estos se retrasan o fracasan completamente.

Lo mismo sucede en algunas situaciones de nuestra vida que nos encontramos desesperados o preocupados y clamamos a Dios por ayuda y esperamos que Su respuesta sea inmediata y no comprendemos que el Señor tiene el tiempo perfecto para enviarnos la respuesta y que sus propósitos sean cumplidos en nuestra vida, El nunca llega tarde.

Dios tiene maravillosas promesas y bendiciones para nosotros sus hijos y el Espíritu Santo nos guía y nos ayuda a través de la Palabra y la oración para que aprendamos a conocer la voluntad de Dios en nuestras vidas, pedir de acuerdo a ella y a saber esperar el tiempo perfecto del Señor para su cumplimiento. Y es durante esta espera que nuestro carácter va siendo transformado, nuestra voluntad fortalecida y nuestro amor incrementado.

Romanos 5:3-5 “Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.”

Esperar en Dios no significa tener una actitud pasiva o conformista sino todo lo contrario. Esta espera debe estar siempre impregnada de positivismo, fe, comunión con Dios, leyendo y creyendo la Palabra y confesando la voluntad de nuestro Padre para nuestras vidas.

Hebreos 6:12-15 “A fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas. Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente. Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa.”


También dice la Palabra que nos esforcemos todos nosotros los que esperamos en Jehová y que tome aliento nuestro corazón, esto significa que no debemos ceder a la impaciencia o al desánimo cuando somos atribulados, sino debemos creer en la misericordia del Señor para con quienes le temen y confían en Él.

¿Cómo esperamos en Dios?

Pacientemente, con fe, reposando en El, con alegría, en alabanza y adoración, en oración, meditando en su Palabra y haciendo su voluntad.


Hebreos 10:36 “porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa” Salmo 40:1-5 “Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová.

Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.


Salmo 42:5 “¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío”.

Proverbios 10:28 “La esperanza de los justos es alegría; Mas la esperanza de los impíos perecerá.” Y para concluir, Santiago 1:6-7 nos dice que pidamos con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.

Pidamos entonces al Señor que nos enseñe a esperar confiadamente en El, que podamos ser pacientes y sabios para esperar y conocer el tiempo perfecto del cumplimiento de sus promesas, y que nuestra fe aumente y podamos ser agradables a El.

domingo, 19 de febrero de 2012

La generosidad en el matrimonio

La generosidad tiene que ver con la actitud de “dar”, que de acuerdo a la enseñanza bíblica, es mejor que recibir.

El mejor modelo de generosidad es el mismo Señor Jesucristo que dio hasta su vida por la salvación de una humanidad que no lo merecía, sin embargo él se entregó voluntaria e incondicionalmente.

El pacto del matrimonio fue diseñado para que cumpliera el objetivo de la unión de un hombre y una mujer para amarse, apoyarse, compartir y disfrutar de la vida mutuamente. Para alcanzar este objetivo es fundamental el ingrediente de la generosidad. Sin generosidad es prácticamente imposible lograr el nivel de estabilidad emocional que un matrimonio necesita para mantenerse saludable.

La generosidad implica la decisión de servir al cónyuge con excelencia, darle la atención que necesita, suplir sus necesidades, apoyarle, animarle, levantarle el ánimo, levantar su autoestima, etc.

Darse generosamente al otro, significa darse incondicionalmente y con alegría, no por obligación, sino por convicción de que es un principio bíblico ensenado por Jesucristo y que va a producir un fruto abundante en nuestras vidas de amor, paz, gozo, fe, bondad, benignidad y dominio propio.

Si nuestra misión en el Matrimonio es amar al cónyuge y encargarnos de su bienestar, hagámoslo con generosidad, hagámoslo con excelencia.

La formidable promesa de Dios que nos diseñó y nos creó, es que si sembramos generosamente, generosamente también cosecharemos. Es una ley universal! Todo lo que siembres, eso recogerás. Tenemos que tener fe y confianza de que si Dios nos da esa promesa, es porque así es.

La cosecha la obtendremos tarde o temprano, pero no desmayemos nunca de hacer la voluntad de Dios.

La motivación correcta para darnos generosamente en el matrimonio, no es para obtener nada a cambio, ni porque el cónyuge lo merezca o no; sino para honrar la palabra de Dios. Lo maravilloso es que cuando lo hacemos con esta motivación, entonces obtenemos la recompensa que Dios nos promete.

Si tu matrimonio no está muy bien, empieza a practicar la generosidad a la manera de Dios y confía en sus promesas. Si tu matrimonio está bien, fortalécelo con generosidad incondicional

Ajedrez

En un museo en europa se esta presentando un cuadro que se llamaba “derrotado por el diablo”. El mismo consistia en un joven que estaba jugando ajedrez con el diablo y todo indicaba (por la cantidad de piezas en la mesa) que estaba perdiendo el juego. Todas las personas que veian la pintura decian lo mismo: “el diablo le va a ganar el juego”.

Un dia el museo abrio sus puertas como de costumbre y llego en una excursion el famoso mundialmente conocido campeon de ajedrez “Bobby Fischer”.
Cuando llego al cuadro, se quedo mirando fijamente las piezas del juego y le dijo a la concurrencia:

“un momento, todavia el joven puede ganar”, dijo fischer ante al asombro de todos. “si el mueve la pieza de la esquina” y luego “mueve la pieza del otro lado no le dara oportunidad y finalmente el joven le dara “jake mate” al diablo. El diablo sera derrotado.

Cuantas veces has pensado que estas derrotado y las circuntancias y los problemas te estan ganando el “juego” ? Yo conozco a uno que se llama Jesus que puede ver las situaciones desde un punto de vista muy diferente porque ya paso por allí.
El ya le dio jake mate a las adversidades.!

2 Corintios 6:18 ” Y seré á vosotros Padre, Y vosotros me seréis á mí hijos é hijas, dice el Señor Todopoderoso.”
Salmos 61:3 “Porque tú has sido mi refugio, Y torre de fortaleza delante del enemigo.”

Al rojo vivo

Cierto día un joven estaba en el taller de un herrero, y este se mofaba del muchacho diciéndole:
.
- ¿Qué es eso de que Dios está dentro de ustedes y ustedes dentro de Dios? ¿a quién quieren hacer creer eso farzantes?
.
El joven quedó mudo sin respuesta
.
Mientras tanto el herrero seguía con su trabajo con la fragua, de repente sacó un hierro incandescente , al rojo vivo de tanto fuego. Entonces, el muchacho le dice al herrero:
.
- Señor, me puede decir (refiriendose al hierro caliente) si el fuego está dentro del hierro o el hierro dentro del fuego?
.
El herrero pensó y le respondió:
.
- Bueno, aquí los dos están uno dentro del otro.
.
A lo que el joven replicó:
.
- Así somos nosotros con Dios.
.
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. (1 Juan 4:4)

sábado, 18 de febrero de 2012

El bordado

Cuando yo era pequeña, mi madre solía coser mucho.

Un día me senté cerca de ella y le pregunté qué estaba haciendo. Ella me respondió que estaba bordando. Pero como yo sólo podía observar el trabajo de mi madre desde atrás, lo que estaba haciendo tenía un aspecto bastante confuso.

Le pregunté por qué ella usaba algunos hilos de colores oscuros y por qué todo el bordado era tan desordenado. Ella sonreía y me sugirió que saliera a jugar un momento y que me llamaría cuando hubiera terminado su bordado. Entonces te sentarás en mi regazo y te dejaré verlo desde mi posición.

Una media hora más tarde me llamó y me quedé sorprendida y emocionada al ver un bello atardecer en el bordado. No podía creerlo.

Muchas veces a lo largo de los años mirando al Señor pregunté: “Dios, ¿Qué estás haciendo?”. Él respondió: “Estoy bordando tu vida.” Entonces yo le repliqué: “Pero se ve tan confuso, es un desorden. Los hilos parecen tan oscuros, ¿por qué no son más brillantes?” y Dios parecía decirme: “Mi niña, ocúpate de tu trabajo que yo estoy haciendo el mío. Un día vendrás de vuelta a casa, te pondré sobre mi regazo y entonces entenderás”

Nos cuesta entender, que nuestra vida no es un accidente. Dios está trabajando intensamente en nosotros a través de cada detalle, cada hora y cada minuto. Recuerda, Dios no malgasta tiempo. Cada minuto es aprovechado al máximo, porque él te ama.

Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito.
Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo. Romanos 8:28,29.

Ser agradecida te da poder

Actualmente, muchas personas viven quejándose, viendo siempre lo que está mal en sus vidas; ven solamente lo negativo de cada situación y después se preguntan por qué son tan infelices y por qué no pueden disfrutar la vida.

Es posible que no tengas todo lo que te gustaría tener, pero quejándote sólo empeorará tu situación. Cuando te quejas le demuestras a Dios que abusas de Su inmensa bondad. Dios es bueno y quiere que le hables a otros de Su bondad.

Las Escrituras relatan como los israelitas abusaron de la bondad de Dios quejándose y eso los llevó a ser aniquilados por el destructor; debido a que se quejaron encontraron muerte y destrucción.

No existe ningún poder positivo en las quejas. Estas si tienen poder, pero negativo y maligno. Si deseas liberar el poder de Dios en tu vida puedes estar segura que no vendrá mientras te quejas.
La quejumbre debilita mientras que la acción de gracias libera poder para que tus oraciones sean respondidas.

En Filipenses 4:6, el apóstol Pablo dice que la acción de gracias mueve las peticiones en dirección a la aprobación: “...sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”.

Una actitud de agradecimiento demuestra madurez. Demuestra que estás suficientemente preparada para recibir más de Dios y asumir cualquier tipo de promoción o crecimiento.
La razón por la que tantas personas no logran salir de sus problemas es porque no están agradecidas con Dios por lo que ya ha hecho con ellas.

Porque, ¿Cómo Dios te dará más si no le agradeces por lo ya te ha dado?

El primer paso para que tus cosas mejoren es que le comiences a dar gracias a Dios por lo que ya te ha dado.

Recuerda: No importa cuántas cosas negativas puedas tener en tu vida, alguien más a esta misma hora está sufriendo más que tú y desearía estar en tu lugar.

Deja de ver lo que no tienes y comienza a darle gracias a Dios por todo lo que sí tienes. Deja de fijarte en todo lo que está mal y dale gracias a Dios por todo lo que está bien.

¡UNA VIDA DE ACCIÓN DE GRACIAS ES UNA VIDA LLENA DE PODER!

Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. (Efesios 5:20, RV60).

Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. (1 Tesalonicenses 5:18, RV60).

lunes, 13 de febrero de 2012

El día en que Jesús guardó silencio

Reflexión:


Aún no llego a comprender cómo ocurrió, si fue real o un sueño. Solo recuerdo que ya era tarde y estabá en mi sofá preferido con un buen libro en la mano. El cansancio me fue venciendo y empecé a cabecear…

En algún lugar entre la semi-inconsciencia y los sueños, me encontré en aquel
inmenso salón, no tenía nada en especial salvo una pared llena de tarjeteros, como los que tienen las grandes bibliotecas. Los ficheros iban del suelo al techo y parecía interminable en ambas direcciones.

Tenían diferentes rótulos. Al acercarme, me llamó la atención un cajón titulado: “Muchachas que me han
gustado”. Lo abrí descuidadamente y empece a pasar las fichas. Tuve que detenerme por el impresión, había reconocido el nombre de cada una de ellas: ¡se trataba de las muchachas que a MÍ me habían gustado!

Sin que nadie me lo dijera, empecé a sospechar de donde me encontraba. Este inmenso salón, con sus interminables ficheros, era un crudo catálogo de toda mi existencia.

Estaban escritas las acciones de cada momento de mi vida, pequeños y grandes detalles, momentos que mi memoria había ya olvidado.

Un sentimiento de expectación y curiosidad, acompañado de intriga, empezó a recorrerme mientras abría los ficheros al azar para explorar su contenido.

Algunos me trajeron alegría y momentos dulces; otros, por el contrario, un sentimiento de vergüenza y culpa tan intensos que tuve que volverme para
ver si alguien me observaba.

El archivo “Amigos” estaba al lado de “Amigos que traicioné” y “Amigos que abandoné cuando más me necesitaban”.

Los títulos iban de lo mundano a lo ridículo. “Libros que he leído”, “Mentiras que he dicho”, “Consuelo que he dado”, “Chistes que conté”, otros títulos eran: “Asuntos por los que he peleado con mis hermanos”, “Cosas hechas cuando estaba molesto”, “Murmuraciones cuando mamá me reprendía de niño”, “Videos que he visto”…

No dejaba de sorprenderme de los títulos.
En algunos ficheros habían muchas
mas tarjetas de las que esperaba y otras veces menos de lo que yo pensaba.
Estaba atónito del volumen de información de mi vida que había acumulado.

¿Sería posible que hubiera tenido el tiempo de escribir cada una de esas millones de tarjetas? Pero cada tarjeta confirmaba la verdad. Cada una
escrita con mi letra, cada una llevaba mi firma.

Cuando vi el archivo “Canciones que he escuchado” quedé atónito al descubrir que tenía más de tres cuadras de profundidad y, ni aun así, vi su fin. Me sentí avergonzado, no por la calidad de la música, sino por la gran cantidad de tiempo que demostraba haber perdido.

Cuando llegué al archivo: “Pensamientos lujuriosos” un escalofrío recorrió mi cuerpo. Solo abrí el cajón unos centímetros.. Me avergonzaría conocer su tamaño. Saqué una ficha al azar y me conmoví por su contenido. Me sentí asqueado al constatar que “ese” momento, escondido en la oscuridad, había quedado registrado… No necesitaba ver más…

Un instinto animal afloró en mí. Un pensamiento dominaba mi mente: Nadie
debe de ver estas tarjetas jamás. Nadie debe entrar jamás a este salón..
¡Tengo que destruirlo!.

En un frenesí insano arranqué un cajón, tenía que
vaciar y quemar su contenido. Pero descubrí que no podía siquiera desglosar una sola del cajón. Me desesperé y trate de tirar con mas fuerza, sólo para descubrir que eran mas duras que el acero cuando intentaba arrancarlas.

Vencido y completamente indefenso, devolví el cajón a su lugar.
Apoyando mi
cabeza al interminable archivo, testigo invensible de mis miserias, y empecé a llorar. En eso, el título de un cajón pareció aliviar en algo mi situación:

“Personas a las que les he compartido del amor de Jesús”. La manija brillaba, al
abrirlo encontré menos de 10 tarjetas. Las lagrimas volvieron a brotar de mis
ojos. Lloraba tan profundo que no podía respirar. Caí de rodillas al suelo
llorando amargamente de vergüenza. Un nuevo pensamiento cruzaba mi mente: nadie deberá entrar a este salón, necesito encontrar la llave y cerrarlo para siempre.

Y mientras me limpiaba las lagrimas, lo vi. ¡Oh no!, ¡por favor no!, ¡El no!, ¡cualquiera menos Jesús!. Impotente vi como Jesús abría los cajones y leía cada una de mis fichas. No soportaría ver su reacción. En ese momento no deseaba encontrarme con su mirada.

Intuitivamente Jesús se acercó a los peores archivos. ¿Por qué tiene que leerlos todos? Con tristeza en sus ojos, buscó mi mirada y yo bajé la cabeza de vergüenza, me llevé las manos al rostro y empecé a llorar de nuevo. El, se acerco, puso sus manos en mis hombros.

Pudo haber dicho muchas cosas. Pero el no dijo una sola palabra. Allí estaba junto a mí, en silencio. Era el día en que Jesús guardó silencio… y lloró conmigo.

Volvió a los archivadores y, desde un lado del salón, empezó a abrirlos, uno por uno, y en cada tarjeta firmaba su nombre sobre el mío. ¡No!, le grité corriendo hacia El.

Lo único que atiné a decir fue solo ¡no!, ¡no!, ¡no! cuando le arrebaté la ficha de su mano. Su nombre no tenía por que estar en esas fichas. No eran sus culpas, ¡eran las mías! Pero allí estaban, escritas en un rojo vivo. Su nombre cubró el mío, escrito con su propia sangre. Tomó la ficha de mi mano, me miró con una sonrisa triste y siguió firmando las tarjetas.

No entiendo como lo hizo tan rápido. Al siguiente instante lo vi cerrar el
último archivo y venir a mi lado. Me miró con ternura a los ojos y me dijo:

Consumado es, está terminado, yo he cargado con tu vergüenza y culpa.

En eso salimos juntos del Salón… Salón que aún permanece abierto…. Porque todavía faltán más tarjetas que escribir…

Aún no se si fue un sueño, una visión, o una realidad… Pero, de lo que si estoy convencido, es que la próxima vez que Jesús vuelva a ese salón, encontrará más fichas de que alegrarse, menos tiempo perdido y menos fichas vanas y vergonzosas.

Romanos 10:13-15 (Nueva Versión Internacional)

13 porque todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.
14 Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?15 ¿Y quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: ¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas nuevas!

Jesús yo confío en ti !!!

Evita las preocupaciones angustiosas y los pensamientos sobre lo que puede suceder después. No estropees mis planes queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser DIOS y actuar con libertad. Entrégate confiadamente a Mí. Reposa en Mí y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente:

¡JESÚS YO CONFÍO EN TI!

Lo que más daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas y querer resolver las cosas a tu manera. Cuando me dices, ¡JESÚS YO CONFÍO EN TI!, no seas como el paciente que le dice al médico que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar con mis brazos divinos , no tengas miedo, yo te amo. Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración, sigue confiando, cierra los ojos del alma y confía. Continúa diciéndome a toda hora:

¡JESÚS YO CONFÍO EN TI!

Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inútiles. Satanás quiere eso: agitarte, angustiarte y quitarte la paz. Confía sólo en Mí. Reposa en Mí. Entrégate a Mí. Yo hago los milagros en la proporción de la entrega y confianza que tienes en Mí. Así que no te preocupes, echa en mi todas tus angustias y duerme tranquilo. Dime siempre:

¡JESÚS YO CONFÍO EN TI!…

Y verás grandes milagros.

domingo, 12 de febrero de 2012

Un clavo saca otro clavo

Hubo una vez un hombre que pensaba en como sacar un clavo de una tabla gruesa de madera, pues no tenía tenazas, solo un mazo y unos clavos. Pasó mucho rato tratando de pensar la manera de sacarlo y cuando iba a desistir se le ocurrió una idea.

Tomó otro clavo y la clavó sobre la cabeza del que quería sacar y de esta forma el primer clavo salió del otro lado de la tabla.

A veces tenemos un odio, un dolor, un resentimiento que hemos estado tratando de sacar de nuestros corazones y no hemos podido por lo arraigado
que se encuentra.

Existen otros clavos que podemos usar para sacar esos primeros que nos lastiman tanto, puedes sacar:

El Rencor con el Perdón
El Odio con el Amor
La Tristeza con la Alegría
La Inseguridad con la Confianza
La Ira con la Paz
La Autolástima con la Aceptación

¿Cuál es el ese “clavo” que no has podido sacar? No importa cual sea, debes saber que tu no tienes por que tenerlo clavado!…pues ya hubo alguien que los recibió por tí en una cruz.

“El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley.” -Gálatas 5:22-23