Es la escritura matriz de la Creación donde se define el fundamento humano!
Todo lo creado tiene un fundamento, un inicio y un final. Cualquier proyecto de vida funciona siempre en acuerdo a los fundamentos sobre los que fue establecido. La familia fue creada con razón y propósito y funciona si y solo si se maneja conforme al diseño del Dios que lo creó.
Todo lo creado tiene un fundamento, un inicio y un final. Cualquier proyecto de vida funciona siempre en acuerdo a los fundamentos sobre los que fue establecido. La familia fue creada con razón y propósito y funciona si y solo si se maneja conforme al diseño del Dios que lo creó.
Muchas familias sufren, se lastiman, fracasan y se desintegran porque nunca establecieron el fundamento ni siguieron las directrices de la matriz del matrimonio. La mayoría de estas personas nunca conocieron esa matriz, y si la conocieron, no la obedecieron!
Génesis 1:27-28 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla.
La Biblia es la esencia del fundamento del matrimonio y la familia que necesitamos conocer para poder disfrutar de una familia saludable aún en los momentos más difíciles en la vida.
En primer lugar, entendemos que somos hechos a imagen del Dios de la Creación. Él se manifiesta como una familia: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y nos hace semejantes a Él.
El primer fundamento de la familia se establece en la relación de un hombre y una mujer que reciben la bendición de Dios y de inmediato la instrucción: “den fruto y multiplíquense”, llenen la tierra y gobiérnenla.
Esta bastante claro que en el diseño del hombre y la mujer, Dios estableció una matriz: cada uno tenía algo diferente que al unirse tendrían la capacidad de reproducir vida y así sucesivamente todos los seres humanos.
Otra matriz fue que conforme se fuera poblando la tierra, los descendientes de ese primer matrimonio dominarían sobre todo lo que hubiera en la tierra incluyendo flora y fauna.
Génesis 2:18 Y dijo Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
Aquí se establece otro principio fundamental: Dios diseñó una compañera para el hombre porque no era bueno que estuviera solo, pero también estableció funciones. A pesar de que la mujer fue lo mejor, lo más completo y lo más sofisticado que Dios creó, le asignó la función de ayudante del hombre para cumplir con el propósito de la humanidad.
Esta función no desvaloriza en nada a la mujer, es simplemente un asunto funcional. Además, ayuda idónea habla de una persona con capacidad extraordinaria para asesorar a otra. Un hombre sabio que entienda esto, valora y cuida a su esposa y la trata como quien trata a su mejor consejero.
Génesis 2:24 Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Aquí se establece otra directriz fundamental para el desarrollo del matrimonio y la familia. El poderoso vínculo familiar que se establece con los padres, debe ser substituido por un pacto de voluntad de hombre, apoyado en la obediencia a Dios y la disposición de su corazón para aprender a sostenerlo.
La idea que proyecta la palabra de Dios es que la unión de un hombre y una mujer en matrimonio debe ser de tal magnitud que se vean como si fuera uno solo. Quiere decir que todo lo que haga el uno, lo sabrá el otro, que todo lo que hagan lo harán en acuerdo, que obedecerán la palabra de Dios y que vivirán todos los días de su vida procurando el bienestar mutuo antes que el propio.
El protocolo de Dios para la familia consiste entonces en la unión de un hombre y una mujer que ceden sus derechos individuales, en primer lugar para obedecer y agradar a Dios y en segundo lugar para ocuparse del bienestar mutuo y de los hijos. Esa decisión les permitirá madurar espiritualmente y alcanzar el fruto del Espíritu que es el que nos da la verdadera felicidad.
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