domingo, 11 de noviembre de 2012

Bautismo en agua.


Hay tres razones por las cuales practicamos el bautismo, y quiero mencionarlas a continuación:

1. Por la autorización de Cristo:

"Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado será salvo; más el que no creyere será condenado." (Marcos 16:15-16)

"Por tanto id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado." (Mateo 28:19-20)

Estos versículos forman parte de la Gran Comisión de Cristo, en la cual El menciona tres deberes de los apóstoles y líderes de la Iglesia:

a. La predicación del Evangelio.
b. La administración del Bautismo.
c. La instrucción de los discípulos.

Toda Iglesia apostólica debe poner en práctica estas tres cosas. Bautizamos, pues, porque es un mandato del Señor mis¬mo.

2. Por ejemplo de los apóstoles de Cristo.

"Así que, los que recibieron su palabra fueron bautiza¬dos . . ." (Hechos 2:41)

Así cumplieron los primeros apóstoles de Cristo la Comisión de su Señor.
Para ellos el bautismo no era opcional, sino obligatorio, por ser un mandato de su Señor.

3. Por la práctica de las Iglesias Primitivas.

"Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el Evange¬lio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bauti¬zaron hombres y mujeres." (Hechos 8:12)

Cuando leemos el libro de los Hechos de los Apóstoles, donde se narra la historia de las iglesias primitivas, no encontramos a Cristianos no bautizados, porque todos los que recibieron el Evangelio y creyeron en Cristo, fueron bautizados. (Vea también Hechos 9:18; 16:15; 16:33; 18:8)
¿QUIENES DEBEN SER BAUTIZADOS?

Esta pregunta es de suma importancia, porque existe hoy en día mucha confusión en cuanto a los candidatos para el bautis¬mo. ¿Qué dice la Biblia sobre el asunto? Los pasajes bíblicos que tratan del bautismo enseñan que los que deben ser bautiza¬dos son los que creen en Cristo, en otras palabras los creyentes:

"Así que, los que recibieron su Palabra fueron bautizados." (Hechos 2:41)

"Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Feli¬pe dijo: si crees de todo corazón, bien puedes." (Hechos 8:36)

"Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los Corintios oyendo, creían y eran bautizados" (Hechos 18:8)

Es evidente, por estas Escrituras, que los únicos que fueron bautizados en el Nuevo Testamento fueron los que creyeron, los creyentes; los que recibieron la Palabra de todo corazón y acep¬taron a Cristo como su Salvador personal. Claro está, que los que creen verdaderamente mostrarán esto por el cambio de su vida.

De esta respuesta surgen cinco interrogantes más sobre los candidatos para el bautismo:

a) ¿Debe bautizarse a los niños?

Según lo que hemos visto, sí el niño es suficientemente madu¬ro para creer, puede ser bautizado. Porque el requisito para ser bautizado es creer ó recibir la Palabra de todo corazón.

Es evidente pues que no se debe bautizar a infantes ó bebés porque ellos no son capaces de creer. No encontramos ninguna ocasión en el Nuevo Testamento donde se bautizaran infantes. Cuando toda una familia fue bautizada (Hechos 16:15 y 16:33), todos los que fueron bautizados eran creyentes como en el caso del carcelero, donde dice que Pablo:

". . . habló la Palabra del Señor a él y a todos los que esta¬ban en su casa ..." Da a entender que eran capaces de oír, recibir y creer la Pala¬bra, y por lo tanto no eran bebés.

También en el caso de Crispo todos los que se bautizaron eran creyentes con uso de razón. Dice:

"Y Crispo creyó en el Señor con toda su casa ..."

b) ¿Por qué bautizan a los infantes hoy en día? Siendo que la Biblia no enseña el bautismo de infantes, es bueno tratar de descubrir la razón por la cual hay muchos secto¬res de la Iglesia Cristiana que lo practican.

Creo que esta práctica es el resultado de un mal entendimien¬to de la siguiente Escritura:

"Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios" (Juan 3:5). Algunos dicen que nacer de agua en este versículo se refiere al bautismo, que una persona nace de nuevo por el rito del bautis¬mo y el Espíritu Santo. Si fuera así, sería necesario bautizar a los infantes lo más pronto posible para que entraran en el Reino de Dios (el cielo) en caso de morir.

Nota que esta interpretación equivocada fue la causa de la práctica del bautismo de infantes, aunque ellos no pueden creer (lo que hemos visto era el requisito para el bautismo en la Iglesia primitiva). Así comenzó la doctrina de la regeneración bautis¬mal que es la creencia que uno nace de nuevo por el solo hecho de ser bautizado.

Pero es más que esto. Por la doctrina de la regeneración bau¬tismal, fue necesario inventar un lugar que se llama el Limbo, para los niños que mueren sin haber sido bautizados.

Digo que fue necesario inventar tal lugar, porque la Biblia no habla de ello en ninguna parte. También esta práctica hace énfasis en un rito para ser salvo, en vez de la fe en Cristo. La Biblia enseña que la gracia no llega por medio de un rito, sino por medio de la fe personal.

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras para que nadie se gloríe." (Efesios 2:8, 9).

Observa pues, que de esta mala interpretación ha habido una cadena de errores. Siempre es así. Cuando nos equivocamos en la interpretación de un pasaje bíblico, siempre es necesario justi¬ficar esta interpretación tergiversando otras Escrituras.

Es evidente que esta interpretación de Juan 3:5, es equivo¬cada. La frase nacer de agua y del Espíritu no significa el rito del bautismo, sino nacer de la Palabra y del Espíritu; el vocablo agua es una referencia a la Palabra de Dios. Vemos esto en las siguientes Escrituras:

I. El agua se usa como símbolo de la Palabra de Dios.
"Ya vosotros estáis limpios por la Palabra que os he hablado." (Juan 15:3)
"Para santificarla (la Iglesia), habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la Palabra." (Efesios 5:26).

II. El ser humano nace de nuevo por la Palabra de Dios.

"El (es decir, Dios), de su propia voluntad, nos hizo nacer (de nuevo) por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas." (Santiago 1:18).

"Siendo renacidos, no por simiente corruptible, sino de incorruptible, por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre." (I Pedro 1:23).

¿Cómo es que una persona nace de nuevo o llega a ser cristia¬no? Por la predicación de la Palabra de Dios (el Evangelio), y por la obra del Espíritu Santo. Cuando alguien oye la Palabra, el Espíritu Santo empieza a convencerle de la verdad de la Palabra hasta que él la acepte o la rechace. Cuando pone su confianza (ó su fe) en la Palabra predicada, nace de nuevo por medio del Espíritu Santo.

Esto es lo que Pablo enseña en Romanos 10:17:

"Así que la fe es por el oír, y el oír por la Palabra de Dios".

c) ¿Qué hacer entonces con los bebés si no se les bautiza?
Se les impone las manos para pedir la bendición de Dios sobre ellos. Cuando llevaron los niños a Jesús, El no los bautizó, sino que "tomándolos en sus brazos y poniendo las manos sobre ellos, los bendecía" (Marcos 10:16).

Debemos presentar nuestros niños a Dios como la madre de Jesús lo presentó en el templo (Lucas 2:27), y luego enseñarles a creer personalmente en Cristo y a bautizarse cuando tengan uso de razón.

d) ¿Se debe re-bautizar?

Hay muchos creyentes sinceros que piensan que como fueron bautizados cuando niños, no es necesario bautizarse ahora como creyentes. Que Dios acepta el bautismo de niño como si fuera el bautismo de creyente.

Ahora bien, ¿qué dice la Biblia?

Hay un caso de alguien que siendo bautizado antes de creer en Cristo, fue rebautizado después de creer? Veamos Hechos 19:3, 5.

"Entonces dijo: En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: en el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en Aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.

Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús."

Aquellos discípulos de Juan el Bautista fueron re-bautizados con el bautismo cristiano, después de creer en Jesús, aunque habían sido bautizados antes por Juan el Bautista. Efesios 4:5 dice: ". . . un Señor, una fe, un bautismo" porque el único bau¬tismo que para Dios vale es el bautismo después de poner la fe personal en Cristo. Es decir, el único bautismo efectivo es el bautismo del creyente.
¿QUE HAY DEL RE-BAUTISMO DE LOS JESÚS SOLO?

Cuando un Cristiano bautizado se une con la secta de los 'Jesús Solo', Pentecostales Unitarios (u otras sectas con este tipo de creencia acerca del bautismo) lo bautizan de nuevo en el nombre de Jesús. La práctica es anti-bíblica y al someterse el cristiano bautizado a tal bautismo reniega de su profesión de fe en Cristo, o seguramente nunca entendió el significado de su bautismo.

La fórmula del bautismo en Hechos 2:38 no contradice en nada la de Mateo 28:19, más bien la de los Hechos está incluida en la de Mateo.

¿Dónde se debe bautizar?

Hay muchos que creen que el lugar es importante, que el cre¬yente debe ser bautizado en un lugar especial, como, por ejem¬plo un templo. Sin embargo, cuando leemos los relatos de aque¬llos que fueron bautizados en el Nuevo Testamento, vemos que no había ningún lugar especial. Los creyentes eran bautizados donde hubiera agua, ya fuera un río, un estanque o una casa.

¿Quién debe bautizar?

La Biblia no da instrucciones explícitas sobre este asunto. Por lo general son los líderes (pastores, ancianos y diáconos) del grupo quienes bautizan, pero bíblicamente, cualquier Cris¬tiano (con buen testimonio en la Iglesia), puede bautizar a otro Cristiano; especialmente si lo ha evangelizado. En Hechos 8:26-40 Felipe, el Evangelista, llevó al eunuco a Cristo y luego lo bautizó.

Nota que el bautismo del eunuco no fue en conexión con ninguna iglesia local. No fue entonces, la puerta a los privilegios de la Iglesia local. Al llegar a su patria, el eunuco mismo tenía que organizar una iglesia local.

Otros ejemplos de creyentes ordinarios que bautizaron a nuevos creyentes:

Ananías, quien no era apóstol, ni pastor, ni diácono, sino simplemente "un discípulo", bautizó a Pablo. (Vea Hechos 9:10, 17, 18)

Cuando Cornelio y sus parientes creyeron la predicación de Pedro, él mismo no los bautizó, sino "mandó bautizarlos" (Hechos 10:40). Fueron bautizados, pues, por los "seis herma¬nos" que le acompañaron (Hechos 10:23 y 11:12).

Lo importante no es quién hace el bautismo, sino la fe de la persona que es bautizada.

¿CUANDO DEBEN SER BAUTIZADOS LOS CREYENTES?

Dejemos que la Biblia misma conteste esta pregunta:

"Así que, los que recibieron su Palabra fueron bautizados, y se añadieron aquel día como tres mil personas". (Hechos 2:41).

"El, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos.” ( Hechos 16:33).

Vea también Hechos 9:18, Saulo fue bautizado en seguida; y Hechos 16:14-15, donde Lidia fue bautizada en la misma reunión donde aceptó a Cristo.

Es evidente según las anteriores Escrituras, que los creyentes en la Iglesia primitiva, eran bautizados tan pronto como creían. Observa las expresiones "aquel día", "en aquella misma hora", "en seguida".

Por supuesto, la persona bautizada debe estar segura de que es salva; de otro modo su bautismo no significa nada.

¿Deberíamos esperar que el creyente mostrara, por su vida práctica que es salvo en verdad, antes de bautizarlo? Esta prac¬tica común puede ser buena precaución, y en ciertos casos acon¬sejable, pero el Nuevo Testamento no muestra que esa fuera la práctica de la Iglesia Primitiva. En todo caso, ha habido muchos que han esperado meses y se han bautizado y al fin y al cabo no eran creyentes verdaderos. No hemos podido evitar que se bauti¬zaran los no creyentes, a pesar de hacerles esperar.

Otra práctica común es la de insistir que es necesario dar al nuevo creyente un Curso de Catecúmenos antes de bautizarse. ¿Qué dice la Biblia sobre esto? Otra vez, existen los que creen que es aconsejable; pero la Biblia no dice nada sobre tal necesi¬dad. Hemos notado que los que creyeron, en el Libro de los Hechos fueron bautizados en seguida y por lo tanto no hay autoridad apostólica para demorar el bautismo de un creyente.

Sin duda, la instrucción sobre el bautismo fue incluida en la predicación del Evangelio (Lee Mateo 28:18-20 y Hechos 2:37-49).

Nota algunos peligros involucrados en estas dos prácticas que hemos mencionado. En primer lugar, ha habido la tendencia de pensar en el bautismo como algo que añade a la salvación. Lo que no es así de ninguna manera. Además, hace que la persona sienta que merece el bautismo, como el premio por haber pro¬bado que es salvo. Finalmente, hace del bautismo una puerta a la comunión de la Iglesia de Cristo, pues, por lo general el no bautizado no puede participar de la Santa Cena; cuando, en ver¬dad, es la fe en Cristo que nos hace miembros de Su Iglesia.

Estoy convencido que ha sido un error divorciar el bautismo de la conversión y la profesión de fe en Cristo. En la Iglesia pri¬mitiva, el bautismo fue, en efecto la profesión del que creía. En nuestras reuniones, hoy en día invitamos a la gente a confesar su fe en Cristo levantando la mano, pasando adelante o quedándose atrás después de la reunión. En la Iglesia primitiva los nuevos creyentes fueron invitados a bautizarse como pro¬fesión de fe. Es precisamente por eso que no encontramos a cre¬yentes no bautizados en el Nuevo Testamento. Para los primeros cristianos, un creyente no bautizado equivalía aun creyente sin profesión de fe en Cristo, que sería en efecto, un creyente que no creía.
¿ES NECESARIO EL BAUTISMO PARA SER SALVO?

La salvación es por la fe:

"Señores, qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa." (Hechos 16:30-31).

"Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe." (Efesios 2:8,9).

El bautismo no salva. Es, en cambio, para aquellos que ya son salvos por la fe en Cristo. Es la manera bíblica por la cual el Cristiano testifica públicamente de su fe en Cristo. Es un símbolo que expresa gráficamente lo que él ha experimentado en su conversión. Nota los siguientes argumentos:

1. El ladrón en la Cruz

Este criminal, que recibió a Cristo en la Cruz, no fue bautiza¬do, sin embargo, Cristo le dijo:

"De cierto, de cierto te digo, que hoy estarás conmigo en paraíso." (Lucas 23:43).

2. La Actitud de Pablo hacia el bautismo.

"Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bauti¬zado, sino a Crispo y Gayo, para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre."

"También bauticé a la familia de Estéfanes; de los demás, no se si he bautizado a algún otro. Pues no envió Cristo ha bautizar, sino a predicar el Evangelio; no con sabiduría de Palabras, para que no se haga vana la Cruz de Cristo." (1 Corintios 1:14-17).

En estos versículos Pablo dio gracias a Dios porque no había bautizado a muchos, palabras muy extrañas para un evangelista, si el bautismo fuera necesario para la salvación.

3. Los gentiles de Cesárea.

Los creyentes, que fueron salvos en Cesárea (Hechos 10:44), recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron.

"Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, El Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso."

Esto quiere decir que fueron salvos.

"Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo no es de él." (No es salvo) Romanos 8:9.

Luego, después de recibir el Espíritu Santo, es decir, después de ser salvos, fueron bautizados en agua (vers. 47-48).

El bautismo, pues, no era necesario para la salvación. Fueron salvos primero y luego bautizados.

4. Los salvos del Antiguo Testamento.

Los salvos del Antiguo Testamento como Abraham, Moisés, Josué, David y Elias, etc., no fueron bautizados; sin embargo, nadie pone en duda su salvación.

"Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras." (Romanos 4:6).

En Hebreos 11, el autor nos da una lista larga de personas en el Antiguo Testamento que fueron salvas sin el bautismo cris¬tiano. Nota la frase clave en cada caso, "Por la fe" (vers. 4-20).

El afirmar que el bautismo es indispensable para la salvación, implicaría que todos los creyentes que murieron antes de la época Cristiana perecieron eternamente.

5. Entonces ¿qué significa Marcos 16:16?

"El que creyere y fuere bautizado será salvo, más el que no creyere será condenado."

Significa que el creyente será bautizado tan pronto como sea posible después de creer, pero no dice que será condenado si muriera antes de lograr el bautismo. Significa que los no-creyen¬tes son condenados y los creyentes bautizados (caso normal) son salvos.

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