Alberto conducía de regreso a casa, después de ir a recoger a su hija a la Universidad.
-Papá, tengo una pregunta que hacerte, no se si podrías contestármela.
-Dime Jenny
-Me siento muy triste, porque cuando creo que encuentro el amor, este se va. Y mi corazón está parchado. Cada rato cierran mis heridas y cada rato las vuelven a abrir ¿Se puede ser feliz sin amor? A veces creo que el amor no existe.
-Te voy a hacer una pregunta Jenny…
¿Conoces a alguien que no tenga pareja y sea feliz?
-Si, mi tía Chole nunca se casó pero es muy feliz, ayudando a otras personas en obras de caridad. Tiene mucha energía y entusiasmo por la vida.
-Jenny…
¿Conoces a alguien que tenga pareja y sea infeliz?
-¡Muchos! Creo que la mayoría de mis tíos casados no son felices.
-Ahora ya no entendí –respondió su padre de forma pícara- ¿Cómo es que personas sin pareja son felices y personas que encontraron el amor son infelices?
-Pero tú y mi mamá se aman y se que ustedes si son felices.
-Interesante observación Jenny. Cuando conocí a tu madre, ella ya era feliz. De hecho, me atrajo mucho el brillo de su mirada y su sonrisa tan encantadora. Su felicidad es la que me atrapó. Aparte de su belleza –sonrió Alberto
Quiero que esto te quede claro hija mía: cuando enfocas tu felicidad con tanta desesperación en algo, en este caso encontrar a una pareja, es la forma más segura de no tenerla y ser infeliz ¿por qué? Porque tu mente siempre está en el futuro y no en el presente.
Postergarás tu felicidad hasta que encuentres el amor.
Vas a tener una mirada triste y no vas a sonreir. Por ejemplo ¿Cómo te gustaría un hombre?
-Bueno, seguro de si mismo, con un brillo en su mirada, con sentido del humor -respondió Jenny
-Exacto. Y un hombre que está desesperado porque no tiene pareja será inseguro, no tendrá brillo en su mirada y no va a tener sentido del humor ¿Cómo habría de tenerlo si no es feliz hasta que encuentre pareja?
Solo hasta que él se llene a sí mismo y sea feliz, entonces te resultará atractivo. Pero si te ve con semblante triste, no le vas a gustar.
-Creo que comienzo a entender –comentó Jenny con un destello en la mirada
-Tu pareja debe ser un complemento de tu vida activa y feliz –continuó Alberto. Solo se apoyarán e impulsarán el uno al otro. Nunca debes depender de él para ser feliz. Debes tomar la decisión que serás feliz, con amor…
O sin él.
Y al tomar esa decisión, te dedicarás a ser feliz HOY. Y al hacerlo, sin querer, aumentarás las posibilidades de que enamores a alguien. Porque serás feliz. Tanto a hombres como mujeres, alguien feliz nos gusta mucho.
-¡Gracias papá! –Y Jenny abrazó a su padre.
Si tu felicidad depende de tener pareja, nunca serás feliz. Porque la felicidad consiste en ser feliz en el momento presente. Solo hasta que te dediques a ser feliz el día de hoy, por arte de magia, aparecerá el amor de tu vida.
-Dime Jenny
-Me siento muy triste, porque cuando creo que encuentro el amor, este se va. Y mi corazón está parchado. Cada rato cierran mis heridas y cada rato las vuelven a abrir ¿Se puede ser feliz sin amor? A veces creo que el amor no existe.
-Te voy a hacer una pregunta Jenny…
¿Conoces a alguien que no tenga pareja y sea feliz?
-Si, mi tía Chole nunca se casó pero es muy feliz, ayudando a otras personas en obras de caridad. Tiene mucha energía y entusiasmo por la vida.
-Jenny…
¿Conoces a alguien que tenga pareja y sea infeliz?
-¡Muchos! Creo que la mayoría de mis tíos casados no son felices.
-Ahora ya no entendí –respondió su padre de forma pícara- ¿Cómo es que personas sin pareja son felices y personas que encontraron el amor son infelices?
-Pero tú y mi mamá se aman y se que ustedes si son felices.
-Interesante observación Jenny. Cuando conocí a tu madre, ella ya era feliz. De hecho, me atrajo mucho el brillo de su mirada y su sonrisa tan encantadora. Su felicidad es la que me atrapó. Aparte de su belleza –sonrió Alberto
Quiero que esto te quede claro hija mía: cuando enfocas tu felicidad con tanta desesperación en algo, en este caso encontrar a una pareja, es la forma más segura de no tenerla y ser infeliz ¿por qué? Porque tu mente siempre está en el futuro y no en el presente.
Postergarás tu felicidad hasta que encuentres el amor.
Vas a tener una mirada triste y no vas a sonreir. Por ejemplo ¿Cómo te gustaría un hombre?
-Bueno, seguro de si mismo, con un brillo en su mirada, con sentido del humor -respondió Jenny
-Exacto. Y un hombre que está desesperado porque no tiene pareja será inseguro, no tendrá brillo en su mirada y no va a tener sentido del humor ¿Cómo habría de tenerlo si no es feliz hasta que encuentre pareja?
Solo hasta que él se llene a sí mismo y sea feliz, entonces te resultará atractivo. Pero si te ve con semblante triste, no le vas a gustar.
-Creo que comienzo a entender –comentó Jenny con un destello en la mirada
-Tu pareja debe ser un complemento de tu vida activa y feliz –continuó Alberto. Solo se apoyarán e impulsarán el uno al otro. Nunca debes depender de él para ser feliz. Debes tomar la decisión que serás feliz, con amor…
O sin él.
Y al tomar esa decisión, te dedicarás a ser feliz HOY. Y al hacerlo, sin querer, aumentarás las posibilidades de que enamores a alguien. Porque serás feliz. Tanto a hombres como mujeres, alguien feliz nos gusta mucho.
-¡Gracias papá! –Y Jenny abrazó a su padre.
Si tu felicidad depende de tener pareja, nunca serás feliz. Porque la felicidad consiste en ser feliz en el momento presente. Solo hasta que te dediques a ser feliz el día de hoy, por arte de magia, aparecerá el amor de tu vida.
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