jueves, 31 de enero de 2013

Oraciones



‎"Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas sin ira ni contienda".
1 Timoteo 2: 8 

A veces, nuestras oraciones chocan con barreras, ¿Por qué será? El encono en el corazón del hombre es una barrera que impide que sus oraciones lleguen hasta Dios. Cuando una persona ora, cuando presenta a Su Padre celestial peticiones y necesidades, debe desterrar de su corazón la ira, se ha dicho que "el perdón es invisible"; en otros término, el perdón humano y el divino no se pueden separar. Jesús lo enseñó de muchas maneras, no podemos esperar el perdón de Dios mientras no brindemos nuestro perdón. No podemos recibirlo si guardamos rencor o resentimiento en el corazón, si estamos enojados con nuestros semejantes, o si pensamos mal de ellos.
Cuando una persona se comunica con Dios en oración, debe librarse o limpiarse de la ira y de la contienda. Es decir, en nuestras vidas no debe haber lugar para el resentimiento, los pleitos, las discusiones que hieren o manchan la reputación de los demás. En algunos casos, esto no es fácil, pero no significa que sea imposible. Cuando lo logramos sí podremos orar y levantar manos santas en alabanzas al Señor; entonces, nuestras oraciones serán contestadas.

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