Lo mejor que podemos hacer para cerrar y abrir este nuevo año es decir “Gracias Señor”
Lo que sucedió es que ella tenía conciencia de que, por sus obras, su reputación, o el nombre de su pueblo, no era merecedora de un milagro, pero conocía que la gracia de Dios lo podía hacer posible igual. Alguien que conoce a Jesús de verdad, sabe que moverá su mano, aun en las circunstancias que parecen que el no intervendrá por no sentirnos merecedores. Eso es creer, es saber que Dios actuará ante nuestra esperanza, ante nuestra insistencia y ante nuestra fe. Como que Él no tiene otra opción. Él ama que lo busquen, todo el tiempo tenemos desafíos que nos hacen ejercitar la fe para comprender más ampliamente el amor de Dios, y así adorarlo.
Al final de la historia Jesús le concede a esta persona exactamente lo que pidió, aun no siendo parte del pueblo de Israel, a quién Jesús había sido enviado. Pero como la gracia de Dios no tiene fronteras, y no hace acepción entre personas de reputación, ni clase social, o capacidad intelectual. Él movió su mano. El corazón humano a veces es duro y juzga, pero el Señor sana y responde a la gente de fe. Eso es la gracia. El texto finaliza así:
“¡Mujer, qué grande es tu fe! —contestó Jesús—. Que se cumpla lo que quieres. Y desde ese mismo momento quedó sana su hija”. Mateo 15:28. NVI
Ésta año que comienza el Señor responderá lo que pides, te dará exactamente lo que necesitas.
El deseo de tu corazón, esa petición de la cual haz estado pidiendo todo el 2012, vendrá en el 2013. Pero aún si ya la recibiste, entonces recibirás más ampliamente, por gracia, solo por gracia.
Haz sonreír a Jesús y dale gracias por todo, y adóralo por todo lo que viene, Él oirá y te dirá: "¡Grande es tu fe, que se cumpla lo que quieres!"
Ser agradecidos es la mejor forma de expresar nuestra devoción y adoración hacia Dios. En cada día y hora que ha pasado de este año, podemos estar seguros de que la mano del Señor estuvo con nosotros. Claro que muchos habremos pasado momentos difíciles. Pero aun así es necesario dar gracias a Dios. Casi siempre es más fácil quejarse y encontrar defectos, pero las personas agradecidas son las fuertes, las de fe, las que sin desanimarse han decidido seguir creyendo y avanzando. También da gracias por lo que viene, porque lo que viene de parte de Dios para este año, es hermoso. ¡Que se cumpla lo que quieres! Esto fue lo que Jesús dijo a una Cananea a quién todavía Él no había sido enviado a bendecir. Ésta mujer sufría por ser atormentada su hija por un demonio, y se encontraba desesperada. La mujer dijo así: ¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! Mi hija sufre terriblemente por estare endemoniada. Jesús no le respondió palabra. Así que sus discípulos se acercaron a él y le rogaron: - Despídela, porque viene detrás de nosotros gritando. —No fui enviado sino a las ovejas perdidas del pueblo de Israel —contestó Jesús. Mateo 15:22-24 NVI Ésta mujer muy consiente de su condición, volvió a insistir por la ayuda, ella sabía perfectamente que el Señor era muy misericordioso. Pero Jesús le responde aun más ásperamente que la primera vez: “La mujer se acercó y, arrodillándose delante de él, le suplicó:—¡Señor, ayúdame! Él le respondió:—No está bien quitarles el pan a los hijos y echárselo a los perros. —Sí, Señor; pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Mateo 15:25-27 NVI |
Lo que sucedió es que ella tenía conciencia de que, por sus obras, su reputación, o el nombre de su pueblo, no era merecedora de un milagro, pero conocía que la gracia de Dios lo podía hacer posible igual. Alguien que conoce a Jesús de verdad, sabe que moverá su mano, aun en las circunstancias que parecen que el no intervendrá por no sentirnos merecedores. Eso es creer, es saber que Dios actuará ante nuestra esperanza, ante nuestra insistencia y ante nuestra fe. Como que Él no tiene otra opción. Él ama que lo busquen, todo el tiempo tenemos desafíos que nos hacen ejercitar la fe para comprender más ampliamente el amor de Dios, y así adorarlo.
Al final de la historia Jesús le concede a esta persona exactamente lo que pidió, aun no siendo parte del pueblo de Israel, a quién Jesús había sido enviado. Pero como la gracia de Dios no tiene fronteras, y no hace acepción entre personas de reputación, ni clase social, o capacidad intelectual. Él movió su mano. El corazón humano a veces es duro y juzga, pero el Señor sana y responde a la gente de fe. Eso es la gracia. El texto finaliza así:
“¡Mujer, qué grande es tu fe! —contestó Jesús—. Que se cumpla lo que quieres. Y desde ese mismo momento quedó sana su hija”. Mateo 15:28. NVI
Ésta año que comienza el Señor responderá lo que pides, te dará exactamente lo que necesitas.
El deseo de tu corazón, esa petición de la cual haz estado pidiendo todo el 2012, vendrá en el 2013. Pero aún si ya la recibiste, entonces recibirás más ampliamente, por gracia, solo por gracia.
Haz sonreír a Jesús y dale gracias por todo, y adóralo por todo lo que viene, Él oirá y te dirá: "¡Grande es tu fe, que se cumpla lo que quieres!"
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