En una reciente encuesta, unos empleados de LifeWay determinaron los “Diez principales tópicos que confronta la familia de hoy.” Más de 2,000 personas de todos los Estados Unidos de América tomaron parte en este proyecto. ¿Cuáles son los diez tópicos que enfrenta la familia de hoy? He aquí los resultados:
1. La cultura anti-cristiana
2. El divorcio
3. La falta de tiempo
4. La figura del padre ausente
5. La falta de disciplina
6. Las presiones económicas
7. La falta de comunicación
8. Las influencias negativas de los medios de comunicación
9. El balance entre el trabajo y la familia
10. El materialismo
¿Qué vamos a hacer con esta lista? Inmediatamente somos atropellados por respuestas superficiales.
¿Qué significa que “La cultura anti-cristiana sea el tópico número uno que confrontan las familias hoy en día”? (ver además, #8: Las influencias negativas de los medios) ¿Cómo es que esto no desvía la culpa hacia los hogares cristianos fracasados en la cultura que les envuelve y su enemigo favorito, los medios de comunicación? ¿Es culpa de los medios de comunicación si nuestros matrimonios están fracasando?
¿Qué quiere decir que el divorcio sea el número dos? ¿Es el divorcio un “asunto” que los matrimonios confrontan o es el resultado de un problema más profundamente arraigado que necesita ser tomado como la causa principal? ¿Están nuestros matrimonios fracasando porque estamos muy ocupados (#3) o porque bregamos al balancear las demandas del trabajo y la familia? (#9). Esto de nuevo parece confundir un asunto superficial con otros profundos. Además, para estar seguros, todos nosotros enfrentamos presiones financieras. Difícilmente necesitamos una encuesta para saber esto.
Lo mismo se puede decir respecto al número 7, falta de comunicación. Como cristianos, ¿Estamos realmente diciendo que una de las mayores necesidades de los matrimonios cristianos es mejorar los patrones conyugales de la comunicación? ¿No es esto lo que los consejeros no cristianos están diciendo igualmente? ¿Cómo es, entonces, que somos diferentes en nuestras prescripciones para matrimonios en decadencia con respecto a las del resto del mundo? ¿No deberíamos ser diferentes?
La figura del padre ausente (#4) y la falta de disciplina (#5) a menudo van de la mano, esto es también, el claro resultado de otros problemas y no un “asunto” que los matrimonios deban confrontar. La raíz del problema debe ser otra y el remedio debe estar en otro punto. La misma verdad se aplica al materialismo, el cual es indudablemente un problema para los matrimonios, pero sintomático de problemas más profundos.
Si todos esos “Diez tópicos que confronta la familia de hoy,” entonces, fueran simplemente sintomáticos, ¿Cuál sería la razón principal del fracaso de los matrimonios cristianos de hoy? A mi juicio, es la falta de enseñanza bíblica profunda en el matrimonio y la familia, a la gente.
En la forma como lo señalamos en nuestro libro en inglés God, Marriage & Family (Dios, Matrimonio y Familia), la crisis cultural actual que rodea al matrimonio es realmente sintomática y provocada por una profunda crisis espiritual que se puede sanar solamente con el retorno a los fundamentos bíblicos, esto es, la enseñanza bíblica acerca del matrimonio y de la familia.
Claramente, no es la falta de buenas intenciones la razón por la que los matrimonios cristianos fracasan. No es por la falta de recursos cristianos. Ya hay muchos. Lo que falta es el tipo correcto de recursos, además del énfasis en que el matrimonio y la familia son, en el fondo, una institución divina que es el blanco de una intensa batalla espiritual. Es por esta razón que las buenas intenciones o los remedios superficiales no son lo suficientemente buenos. En su lugar, a la gente deberá una vez más, enseñársele el plan de Dios para el matrimonio y la familia, y ellos deberán comprometerse a vivir esta enseñanza como parte del discipulado cristiano y como una expresión de su testimonio de Cristo en este mundo.
Permítanme sugerir, por lo tanto, que sustituyamos “Los Diez principales tópicos que confrontan la familia” con el único tópico que es verdaderamente fundamental en la recuperación de los matrimonios cristianos y las familias en nuestros días: la necesidad de que los hombres y las mujeres cristianos redescubran las enseñanzas Bíblicas acerca del matrimonio y la familia en un nivel espiritualmente profundo, y comprometerse a vivir por esta enseñanza a pesar de aquellos otros tópicos. Creo que lo que encontraremos es que una vez que se ha trabajado con el problema fundamental, los demás se reducirán a simples mosquitos pululando en nuestros talones.
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