¿Son malos nuestros cuerpos? ¿Es malo el sexo? ¡No! Nuestros cuerpos están esforzándose, incluso hasta sufriendo, por eso para lo que fueron diseñados. Pero por más que fueron pedidos (y deseados) para tener sexo, no es el tiempo. Esto no es lo que Dios tenía en mente para ti. El cuerpo no fue hecho para esto. Bueno, entonces, ¿para qué fue hecho? (¡Esa es la pregunta de los $10,000,000!)
1. Tu cuerpo fue hecho para tu cónyuge
¿Recuerdas como Dios dispuso el Jardín del Edén? Un hombre y una mujer debían convertirse en <>, lo que involucraba una unión física, psicológica y espiritual. Si eso no es suficiente para convencerte para esperar, esta es la principal, la mejor razón de todas, para esperar en el plan de Dios para el sexo.
¿Recuerdas como Dios dispuso el Jardín del Edén? Un hombre y una mujer debían convertirse en <>, lo que involucraba una unión física, psicológica y espiritual. Si eso no es suficiente para convencerte para esperar, esta es la principal, la mejor razón de todas, para esperar en el plan de Dios para el sexo.
2. ¡Tu cuerpo fue hecho para el Señor!
Tu cuerpo fue creado para ser usado por el Señor para las cosas que Él tenía en mente, para estar unido a Él. No es siquiera tu cuerpo; le pertenece a Dios. Él lo hizo, pagó por él y vive en él (ver 1 Corintios 6:19-20).
Tu cuerpo fue creado para ser usado por el Señor para las cosas que Él tenía en mente, para estar unido a Él. No es siquiera tu cuerpo; le pertenece a Dios. Él lo hizo, pagó por él y vive en él (ver 1 Corintios 6:19-20).
Pregunta: ¿Qué pasa si te conviertes en “una carne”, unido con alguien que no es tu cónyuge? Respuesta:¡Arrastras a tu futuro cónyuge (para el o la que debió haber sido) a esa relación también! En un nivel físico, la epidemia del SIDA ha traído este principio claramente a foco. Cuando tienes sexo con cualquiera, tienes sexo con esa persona y con todas las personas con las que anteriormente ha tenido sexo. Esa es la realidad física.
Pero quiero decirte que hay todavía un nivel mucho más profundo de violación —uno espiritual— que ha ocurrido. Cuando tienes sexo con alguien que no es la persona que Dios tiene en mente para ti, tú arrastras a esa persona a tu futura relación con tu cónyuge. Deja que te explique: Hace unos años, salió una película titulada La última tentación de Cristo. En esta película, presentan a Jesús teniendo sexo con una mujer. Cuando esta película salió al mercado, muchos cristianos se sintieron ultrajados. ¡Cómo podía alguien atreverse a presentar a Jesús haciendo algo tan inmoral! ¿Cuál es la diferencia cuando nosotros, sobre todo nosotros, que declaramos ser seguidores de Cristo y de que Él vive dentro de nosotros, nos unimos a parejas que no son nuestros cónyuges? Hemos hecho literalmente lo mismo.
Una noche después de la iglesia, un joven se me acercó y exclamó: “No entiendo cuál es el problema con este asunto del sexo. Me refiero a que todos los animales tienen urgencias sexuales. Es sólo un acto físico”.
¡Sí, claro! Digamos que un día sales de tu casa y encuentras en la entrada a tu gato teniendo sexo con otro gato. Tú sólo levantas los ojos y mueves la cabeza. Pero al siguiente día, ves a tu gato en un árbol teniendo sexo con un gato diferente. ¿Qué vas a pensar? Dudo mucho que vayas tras él y le grites: “¡Gato malo, fácil, gato barato, sinvergüenza!”. Seguramente sólo te vas a reír y decir: “Los gatos siempre serán gatos”. Eso es lo que esperas. Es lo que hacen los gatos.
Ahora, digamos que tú y la persona que amas acaban de terminar de tener sexo. Tu pareja se acerca a ti y te dice al oído: “Esto estuvo realmente muy divertido. Mañana, voy a hacerlo con otra persona”. ¿Cómo te sentirías? ¿Fue sólo un acto físico? No lo creo.
En la película Indecent Proposal (Proposición indecente), un millonario le da un millón de dólares a una pareja por pasar una noche con la esposa del otro hombre. A pesar que ambos esposos aceptaron la proposición, al decir que “era sólo sexo”, el matrimonio empezó a desmoronarse poco después de esa noche. La mayor parte de la película es acerca de los problemas por los que pasa este matrimonio como resultado de aquel “trato”. Al final, el dinero es tirado y la pareja empieza un largo y difícil proceso de curación.
¿Sólo un acto físico? Es más que la unión de dos cuerpos en un acto sexual. Es la culminación de intimidad que Dios diseñó para el matrimonio como el compartir máximo. Dios lo creó para el matrimonio y lo bendice dentro de él. Fuera del matrimonio, lo llama equivocado y fuera de límites. ¡Lo llama pecado! Cuando tienes sexo antes del matrimonio, estás engañando a tu futura pareja y estás cometiendo adulterio contra Dios.
¿Por qué esperar a tener sexo hasta el matrimonio? Porque tienes un propósito más alto. Porque has sido creado exclusivamente para otra persona en esta tierra. Porque tu cuerpo ha sido creado para uso de Dios. Él lo hizo. Él lo compró con su sangre. Él vive en él, él está en control y dice: “¡Espera!”.
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