jueves, 30 de agosto de 2012

Encontrar tu verdadero amor


Dos son las decisiones más importantes que cada persona debe tomar en su vida. Elegir a Jesucristo para obtener el perdón de pecados, la salvación del alma y la vida eterna, porque es el único medio para llegar a Dios (Juan 14:6).
La segunda decisión más importante que un joven o señorita necesita tomar es la elección de la persona que será su esposo (a). Esta decisión afectará el resto de la vida.
Si eres creyente en Jesucristo y deseas elegir la pareja ideal o el amor de tu vida, los siguietes principios te serán muy útiles:
Asegúrate de que tu novio (a) sea verdaderamente convertido (a)
Para asegurarte de que la persona es verdaderamente convertida, debes verificar si:
Confía en el Señor Jesucristo como su único Salvador (Hebreos 12:28).
Considera el pecado como ofensivo a Dios y lo combate y evita (2 Corintios 7:1; 1 Juan 1:8-9; 3:3).
No ama al mundo (1 Juan 2:15).
Ama a sus hermanos (Juan 13:34-35).
Toma la Palabra de Dios como su alimento espiritual (Mateo 4:4; Salmos 19:7-11).
Considera su vida como una oportunidad para cumplir con el propósito de Dios (Romanos 14:7,8).
Confía que su destino eterno descansa en Dios (Filipenses 1:21-24).
El matrimonio entre un creyente y un no creyente está prohibido por Dios (2 Corintios 6:14), porque el matrimonio no es solamente una unión física, sino también social, emocional y espiritual.
Asegúrate que el amor que se profesan es un amor verdadero
En la mayoría de los casos, los jóvenes empiezan una relación en base al amor interesado o egoísta. El Nuevo Testamento presenta la palabra “ágape”, como el amor divino. 1 Corintios 13:4 al 8 describe las bondades de este amor ágape. Lo maravilloso de la vida cristiana es, que este amor de Dios ha sido derramado en el corazón del creyente por el Espíritu Santo con el cual puede un creyente amar verdaderamente (Romanos 5:5).
Asegúrate de armonizar realmente con la persona a elegir como pareja
¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? (Amos 3:3). Existen muchas diferencias entre todas las personas, y es necesario reconocerlas. Existen diferencias intelectuales, culturales, sociales, y aún físicas y espirituales. Estas diferencias pueden traer serias dificultades que impidan la comprensión y armonía en la relación conyugal. No se debe pasar por alto estas diferencias.
Asegúrate que tienen suficiente madurez
Madurez física. Muchos matrimonios realizados en edad temprana, terminan en el fracaso.
Madurez emocional. La madurez emocional motiva a que los jóvenes se ocupen de conocer mejor a la otra persona.
Madurez ocupacional. Si ambos todavía estudian una profesión, aún no están preparados para el matrimonio. El joven necesita recordar que es el esposo quien sustenta a la esposa y a los hijos (Efesios 5:29).
Madurez espiritual. La madurez espiritual tiene la virtud de involucrar los demás aspectos de la madurez (2 Pedro 3:18).
Asegúrate que es la persona elegida por Dios
El cristiano es llamado a vivir según la voluntad de Dios (Romanos 12:2), la cual es posible descubrir siguiendo los siguientes consejos:
Orar confiadamente (Juan 16:24; Filipenses 4:6 y 7). Estudiar la Palabra de Dios con expectativa (Salmos 119:105). Usar el sentido común, y no sólo el impulso de las emociones. Buscar el consejo de los padres o de los ancianos de la iglesia.
Caminar en plena comunión con Dios (Josué 1:8b).
Conclusión
La elección de la pareja es una decisión difícil de tomar y a la vez una de las más importantes de nuestra vida. Es tan importante asegurarte de que la persona que piensas elegir sea un (a) verdadero (a) convertido (a); que ambos tengan amor verdadero; que armonicen realmente; que tengan suficiente madurez; que sea la persona elegida por Dios. No es preciso apresurarse en una decisión tan importante, porque requiere tiempo, oración y meditación.

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