Cuando estés pasando por alguna situación difícil, y sientes que no lo vas a poder solucionar como tú quisieras y al tiempo que tú quisieras, entonces es el momento preciso de Acudir a la Ayuda de DIOS, porque recordemos que para lo que al hombre es imposible, para DIOS no lo es. Cuando dejamos todas nuestras cargas en JESUCRISTO nos dice: Venid a MI todos los que están cargados y trabajados y YO os hare descansar y aprended de MI que SOY Manso y Humilde de Corazón, y llevar mi yugo porque ligera es mi carga, El SEÑOR JESUCRISTO nos esta invitando a que Confiemos siempre en EL y que sepamos que siempre tiene para nosotros pensamientos de bien, y que EL es Nuestra Luz y Nuestra Salvación, entonces de quien temeremos, EL es La Fortaleza de Nuestras Vidas de quien hemos de atemorizaron, caerán a nuestro lado mil y diez mil a nuestra diestra mas ninguno nos tocara, y solo quiere escuchar nuestra voz que clama a EL diciéndole ABBA PADRE, Y sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados y Salvados y Limpiados por la SANGRE de nuestro SEÑOR JESUCRISTO por eso de una cosa debemos de estar Totalmente Confiados:
Romanos 8:31¿Pues qué diremos á esto? Si Dios por nosotros, ¿quién contra nosotros?
8:32El que aun á su propio Hijo no perdonó, antes le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?
8:33¿Quién acusará á los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
8:34¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, quien además está á la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
8:35¿Quién nos apartará del amor de Cristo? tribulación? ó angustia? ó persecución? ó hambre? ó desnudez? ó peligro? ó cuchillo?
8:36Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo: Somos estimados como ovejas de matadero.
8:37Antes, en todas estas cosas hacemos más que vencer por medio de aquel que nos amó.
8:38Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
8:39Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
23:1JEHOVÁ es mi pastor; nada me faltará.
23:2En lugares de delicados pastos me hará yacer: Junto á aguas de reposo me pastoreará.
23:3Confortará mi alma; Guiárame por sendas de justicia por amor de su nombre.
23:4Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo: Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
23:5Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores: Ungiste mi cabeza con aceite: mi copa está rebosando.
23:6Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida: Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
34:4Busqué á Jehová, y él me oyó, Y libróme de todos mis temores.
34:5A él miraron y fueron alumbrados: Y sus rostros no se avergonzaron.
34:6Este pobre clamó, y oyóle Jehová, Y librólo de todas sus angustias.
34:7El ángel de Jehová acampa en derredor de los que le temen, Y los defiende.
34:8Gustad, y ved que es bueno Jehová: Dichoso el hombre que confiará en él.
34:9Temed á Jehová, vosotros sus santos; Porque no hay falta para los que le temen.
34:10Los leoncillos necesitaron, y tuvieron hambre; Pero los que buscan á Jehová, no tendrán falta de ningún bien.
37:3Espera en Jehová, y haz bien; Vivirás en la tierra, y en verdad serás alimentado.
37:4Pon asimismo tu delicia en Jehová, Y él te dará las peticiones de tu corazón.
37:5Encomienda á Jehová tu camino, Y espera en él; y él hará.
37:6Y exhibirá tu justicia como la luz, Y tus derechos como el medio día.
37:7Calla á Jehová, y espera en él: No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el hombre que hace maldades.
37:8Déjate de la ira, y depón el enojo: No te excites en manera alguna á hacer lo malo.
37:9Porque los malignos serán talados, Mas los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
37:10Pues de aquí á poco no será el malo: Y contemplarás sobre su lugar, y no parecerá.
37:11Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz.
40:1RESIGNADAMENTE esperé á Jehová, E inclinóse á mí, y oyó mi clamor.
40:2E hízome sacar de un lago de miseria, del lodo cenagoso; Y puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
40:3Puso luego en mi boca canción nueva, alabanza á nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y esperarán en Jehová.
40:4Bienaventurado el hombre que puso á Jehová por su confianza, Y no mira á los soberbios, ni á los que declinan á la mentira.
40:5Aumentado has tú, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No te los podremos contar: Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enarrados
Romanos 8:31¿Pues qué diremos á esto? Si Dios por nosotros, ¿quién contra nosotros?
8:32El que aun á su propio Hijo no perdonó, antes le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?
8:33¿Quién acusará á los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
8:34¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, quien además está á la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
8:35¿Quién nos apartará del amor de Cristo? tribulación? ó angustia? ó persecución? ó hambre? ó desnudez? ó peligro? ó cuchillo?
8:36Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo: Somos estimados como ovejas de matadero.
8:37Antes, en todas estas cosas hacemos más que vencer por medio de aquel que nos amó.
8:38Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
8:39Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
23:1JEHOVÁ es mi pastor; nada me faltará.
23:2En lugares de delicados pastos me hará yacer: Junto á aguas de reposo me pastoreará.
23:3Confortará mi alma; Guiárame por sendas de justicia por amor de su nombre.
23:4Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo: Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
23:5Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores: Ungiste mi cabeza con aceite: mi copa está rebosando.
23:6Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida: Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
34:4Busqué á Jehová, y él me oyó, Y libróme de todos mis temores.
34:5A él miraron y fueron alumbrados: Y sus rostros no se avergonzaron.
34:6Este pobre clamó, y oyóle Jehová, Y librólo de todas sus angustias.
34:7El ángel de Jehová acampa en derredor de los que le temen, Y los defiende.
34:8Gustad, y ved que es bueno Jehová: Dichoso el hombre que confiará en él.
34:9Temed á Jehová, vosotros sus santos; Porque no hay falta para los que le temen.
34:10Los leoncillos necesitaron, y tuvieron hambre; Pero los que buscan á Jehová, no tendrán falta de ningún bien.
37:3Espera en Jehová, y haz bien; Vivirás en la tierra, y en verdad serás alimentado.
37:4Pon asimismo tu delicia en Jehová, Y él te dará las peticiones de tu corazón.
37:5Encomienda á Jehová tu camino, Y espera en él; y él hará.
37:6Y exhibirá tu justicia como la luz, Y tus derechos como el medio día.
37:7Calla á Jehová, y espera en él: No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el hombre que hace maldades.
37:8Déjate de la ira, y depón el enojo: No te excites en manera alguna á hacer lo malo.
37:9Porque los malignos serán talados, Mas los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
37:10Pues de aquí á poco no será el malo: Y contemplarás sobre su lugar, y no parecerá.
37:11Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz.
40:1RESIGNADAMENTE esperé á Jehová, E inclinóse á mí, y oyó mi clamor.
40:2E hízome sacar de un lago de miseria, del lodo cenagoso; Y puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
40:3Puso luego en mi boca canción nueva, alabanza á nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y esperarán en Jehová.
40:4Bienaventurado el hombre que puso á Jehová por su confianza, Y no mira á los soberbios, ni á los que declinan á la mentira.
40:5Aumentado has tú, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No te los podremos contar: Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enarrados
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