lunes, 16 de julio de 2012

Mirando el dolor del cuadro


A menudo es difícil ver a Dios obrando por anticipado en nuestras vidas porque estamos demasiado centrados en el hoy.  Nos volvemos impacientes porque queremos que nuestra situación cambie ahora mismo; queremos un milagro—si no hoy, definitivamente esta semana.
La Biblia es clara en esto: Dios a menudo hace su mejor trabajo durante un largo período de tiempo.  De hecho, la Biblia describe a Dios como alguien que a menudo hace su mejor trabajo a lo largo de algunas generaciones, no de algunas horas.
Esperar en el tiempo de Dios puede ser frustrante, especialmente cuando te encuentras en el vestíbulo del hospital preguntando por un ser querido que está en cirugía, u hojeando anuncios clasificados después de haber perdido tu trabajo.
Pero Dios puede ver el cuadro completo, por lo que no está tan preocupado como nosotros con la solución a corto plazo.  Una vez que aprendemos a aceptar esto, podemos desarrollar un tipo especial de paciencia que afirma: “No puedo entender por qué ocurre esto, pero estoy seguro que hay una razón para ello.  Tal vez me de cuenta mañana; tal vez lo averigüe en veinticinco años más; o puede que no lo sepa hasta que me muera.  Pero un día todo esto tendrá sentido.  Hasta que así sea, me voy a relajar y entregar este problema a Dios”.
No sé por lo que estás pasando ahora mismo, pero, ¿puedo recordarte algo?  Si eres un seguidor de Jesús, un día tu vida terminará, y Dios te dará la bienvenida a Su presencia para siempre.  Cuando eso suceda, creo que Dios llevará a cada uno de nosotros a un lado y dirá: “Te voy a mostrar algo.  ¿Ves la parte de atrás de esta vieja alfombra con todos los nudos, la suciedad, el polvo, la decoloración y el desgaste?  Esa fue tu vida en la tierra.  ¿Te acuerdas de cuando perdiste a tu hijo?  ¿Recuerdas cuando tus padres se divorciaron?  ¿Recuerdas cuando tu conyugue te dejo?  ¿Te acuerdas de esos sentimientos de depresión?  ¿Recuerdas lo horrible que fue que te amputaran la pierna a causa de la diabetes?”
Entonces creo que Dios va a mirarte, con una sonrisa tan amplia como la salida del sol, dará la vuelta a la alfombra, y dirá: “Esto es lo que estaba haciendo a través de ti.  Mira el cuadro completo.  Mira a todas las personas que fueron cambiadas a causa de aquello por lo que tú pasaste.  Mira todos esos ricos colores, patrones, y texturas de tu vida que están más allá de lo que nadie ha visto nunca antes.  Gracias por soportar el dolor.  Gracias por ser fiel.  Gracias por no darte por vencido cuando tenías todas las razones para hacerlo.  Esto es lo que estaba haciendo por anticipado en tu vida”.

La reflexión de hoy resulta sumamente atinada al enfrentar las pruebas que hoy atravesamos desde una perspectiva eterna y con propósito.  Si bien casi nunca podemos entender el por qué tenemos que enfrentar algunas situaciones difíciles ó crisis, la verdad es que el pretender comprenderlas en nada cambiaría nuestro sufrimiento…aunque en el momento, todos le hacemos esa pregunta a Dios: ¿por qué?  Pero si abrazamos con fe a nuestro Señor y Su palabra, entonces, tendremos paz al saber que, aunque nosotros no entendemos, Dios está haciendo una buena obra en y a través de nosotros… y eso debiera sernos suficiente.  Sin saber qué está Ud. atravesando, me atrevo a decirle que su vida y su destino están seguros en Dios… ¿por qué no aprovechar este mismísimo fin de semana para congregarse y permitirle al Señor hablarle a su vida de manera específica?  Nunca se arrepentirá… adelante y que el Señor le continúe bendiciendo.

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