lunes, 4 de marzo de 2013

Ante quien lloramos


¿Ante quién lloramos? Los hombres parecen odiar nuestras lágrimas. ¿Es acaso porque ellos no saben qué hacer cuando una mujer llora, o porque las mujeres han usado las lágrimas para manipularlos, tanto para que ellos se alejen? El hecho de que Dios es un Dios celoso y que aquellas lágrimas le pertenecen a Él puede ser la razón que explica la indiferencia de nuestros esposos, a veces, hacia nuestras lágrimas. “Llamarás, y el Señor responderá; pedirás ayuda, y él dirá: ‘¡Aquí estoy!’” Isaías 58:9. “No dejes de clamar al Señor por nosotros… ” 1 Samuel 7:8.

Esta victoria puede tomar más tiempo para ser manifestada en la carne. Esperamos las cosas que no se ven. Esto necesitará nuestra fe en Dios. Llore delante de Él solamente, ¡no delante de su esposo! ¡Sólo Dios tiene el poder de cambiar su situación! Mis lágrimas. “Cansado estoy de sollozar; toda la noche inundo de lágrimas mi cama, ¡mi lecho empapo con mi llanto!”
Salmo 6:6. “Mis lágrimas son mi pan de día y de noche” Salmo 42:3. “Toma en cuenta mis lamentos; registra mi llanto en tu libro.
¿Acaso no lo tienes anotado?” Salmo 56:8. “El que con lágrimas siembra, con regocijo cosecha” Salmo 126:5. “Ahora bien —afi rma el Señor—, vuélvanse a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos” Joel 2:12.
De el libro "Como Dios Puede y va a restaurar TU matrimonio"

Sus lágrimas son preciosas para Él

¿Ante quién lloramos? Los hombres parecen odiar nuestras
lágrimas. ¿Es acaso porque ellos no saben qué hacer cuando una mujer llora, o porque las mujeres han usado las lágrimas para
manipularlos, tanto para que ellos se alejen? El hecho de que Dios
es un Dios celoso y que aquellas lágrimas le pertenecen a Él puede
ser la razón que explica la indiferencia de nuestros esposos, a veces, hacia nuestras lágrimas. “Llamarás, y el Señor responderá; pedirás ayuda, y él dirá: ‘¡Aquí estoy!’” Isaías 58:9. “No dejes de clamar al Señor por nosotros… ” 1 Samuel 7:8.

Esta victoria puede tomar más tiempo para ser manifestada
en la carne. Esperamos las cosas que no se ven. Esto necesitará
nuestra fe en Dios. Llore delante de Él solamente, ¡no delante de
su esposo! ¡Sólo Dios tiene el poder de cambiar su situación!
Mis lágrimas. “Cansado estoy de sollozar; toda la noche
inundo de lágrimas mi cama, ¡mi lecho empapo con mi llanto!”
Salmo 6:6. “Mis lágrimas son mi pan de día y de noche” Salmo
42:3. “Toma en cuenta mis lamentos; registra mi llanto en tu libro.
¿Acaso no lo tienes anotado?” Salmo 56:8. “El que con lágrimas
siembra, con regocijo cosecha” Salmo 126:5. “Ahora bien —afi rma
el Señor—, vuélvanse a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y
lamentos” Joel 2:12.

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