martes, 18 de diciembre de 2012

Dios nos da armadura

Desde el momento que crees y te alineas con Dios y Sus propósitos, el enemigo de las almas hace guerra contra ti. Tu lucha no es contra seres humanos, dice Efesios 6:12: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las region
es celestes”. Esto significa que tu enemigo no es tu esposo, ni tu familia, ni tu jefe, ni las personas que te critican, tu enemigo es Satanás y su ejército de espíritus malos que estimulan a los que no creen en Dios y atacan a los creyentes de ésta época.

El apóstol Pablo, sabía como soldado de Jesucristo, que peleaba la batalla de la fe y recomendó siempre ponerse toda la armadura de Dios para hacer frente a las artimañas del enemigo de las almas. Nuestras fuerzas humanas son totalmente inadecuadas para pelear contra el adversario, pero el poder de Dios es invencible y Su protección es completa, Su fuerza y poder es tan grande que no hay quién pueda resistirle. La forma de tener acceso a ese poder y protección para ésta guerra contra el enemigo es ponerse la armadura de Dios: el cinturón de la verdad (para combatir las mentiras de Satanás), la coraza de justicia (para proteger nuestro corazón), el calzado (para caminar firmes con Cristo), el escudo de la fe (para repeler las acusaciones de Satanás), el yelmo o casco de la salvación (para proteger nuestras mentes de los pensamientos que manda el maligno) y la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios (para darnos sabiduría y fe creciente) Efesios 6:14-17.

Pero más que nada es la oración la que te fortalece para resistir al enemigo, dice Santiago 4:7: “Someteos pues a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” ¡Ora! Para que cualquier fortaleza que Satanás esté levantado en tu vida sea destruida, porque dejar de orar en toda situación es rendirse al enemigo, él hará todo lo que pueda para impedir que recibas toda la bendición que Dios ha preparado para ti.

Pero tú como mujer sabia y guerrera de Dios, debes estar constantemente en guardia contra sus ataques, él anda como león rugiente tratando de devorarte, pero no temas, tienes todas las armas para vencerlo, él trata de deprimirte, desanimarte, engañarte, desilusionarte, matarte y robarte para traer desesperación y destrucción a tu vida. Pero tú no seas débil, no te cruces de brazos, porque cuando el enemigo ve que eres una mujer que sabe usar las armas de guerra espiritual, no andará dando vueltas, sino que ¡Huirá de ti y saldrá corriendo!

¡Levántate! ponte tu armadura espiritual ¡DIOS TE HA EQUIPADO PARA DARTE VICTORIA TRAS VICTORIA!

Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos (Efesios 6:11,18, RV60).

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