“Cuando el hombre cayere, no quedará postrado porque Jehová sostiene su mano”
Salmo 37: 24
Cuando emprendemos un proyecto nos gusta salir airosos, pero la realidad es que muchas veces podemos fallar, podemos caer en algún problema o quizás perder en la meta que nos hemos propuesto; o en el peor de los casos en alguna tentación. Pero existe una diferencia entre una persona fracasada y una victoriosa; la diferencia está en la capacidad que posee de levantarse cuando ha caído.
En Proverbios 24:16 dice: “Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse”.El número siete es el número de Dios y este verso puede entenderse como una cantidad interminable, o cuantas veces sea necesario. Recordemos que Jesús enseñó que se debía perdonar setenta veces siete, dando a entender, lo que sea necesario. Por lo tanto con esto queremos decir que todas las veces que cae un justo, Dios lo vuelve a levantar. Esto marca la vida de un victorioso, no se queda en el suelo, y esto espera Dios de usted y de mí.
Es necesario que entendamos que si estamos en las manos de Dios, el nos sostiene, tenemos total protección, total bendición y total provisión. Posiblemente la furia del enemigo ha sido tal que has caído, pero aunque estés derribado, como dijo el Apóstol Pablo ¡no destruido! 2 Corintios 4:7-9 “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, mas no destruidos”. Cabe la posibilidad de que en un momento dado nuestra humanidad nos haga una mala jugada y ofendamos a Dios y a nuestro prójimo. Recuerda que tenemos este tesoro en vasos de barro puesto que el poder y la excelencia descienden de Dios a nuestra vida; la gloria siempre ha de ser de Nuestro Señor.
Por otro lado, la justicia de los hombres es imperfecta y posiblemente en alguna ocasión has sido acusado; hayas sido juzgado con mentiras. Esa misma injusticia hacia ti te ha hecho sentir tristeza, desanimo, desilusión, decaimiento. Sentimientos de frustración y de abatimiento te atormentan. Dios te dice en su Palabra que El se encargara de hacerte justicia; tu justicia resplandecerá como el medio día. No dejes que esos sentimientos te derroten, el Señor te dice: Isaías 41:11 “He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo”.
Por ultimo te recuerdo que nada podrá separarnos del amor de Cristo. En Romanos 8: 35,37 nos dice: “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Antes en todas las cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó’. El dio su vida por ti y por mi y no debes dejar que nadie te separe de ese tan gran amor, como dijo el Apóstol ‘ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna cosa creada, nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. Romanos 8: 38-39
No permitas que nada te mantenga atado al fracaso. Dios te llama a levantarte porque:
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