Echa sobre el Señor tu carga y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo. Salmos 55:22.
¿La carga es pesada? Échala sobre el Omnipotente. Ahora es tu carga, y te oprime; mas cuando la lleva el Señor, no pesa.
Si todavía debes llevarla, «Él te sustentará». La carga es tuya y no lo es. De tal modo serás sostenido que para ti será una bendición.
Si todavía debes llevarla, «Él te sustentará». La carga es tuya y no lo es. De tal modo serás sostenido que para ti será una bendición.
Llama al Señor en tu auxilio y podrás mantenerte en pie bajo su peso; de lo contrario, te abrumaría. Nuestro mayor temor es que la prueba nos desvíe del camino del deber; mas esto nunca lo permitirá el Señor. Si somos sinceros con Dios, jamás permitirá que nuestra aflicción nos separe de nuestro recto camino. En Jesús nos acepta como justos y en Jesús nos guardará.
¿Y en el momento presente? ¿Piensas ir solo al encuentro de las pruebas de este día? ¿Quieres que sean tus hombros llagados de nuevo con la carga opresora? No seas tan insensato. Cuéntale al Señor todas tus penas y deposítalas en Él. No arrojes tu carga para volverla a tomar: échala sobre el Señor, y déjala allí. Así podrás caminar con holgura cantando las alabanzas de Aquél que te sostiene en tus penas.
Hoy decido soltar la carga que llevo en las manos de quien me cuida.
Señor, gracias por sostenerme y fortalecerme. Te alabo por tus bondades que permanecen alrededor de mi. Amén.
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