lunes, 11 de mayo de 2015

Mi corazón

Mi Corazón: Me siento utilizado

Salmos 94:7,9 NTV
«El SEÑOR no está mirando —dicen—, y además, al Dios de Israel no le importa». El que les hizo los oídos, ¿acaso es sordo? El que les formó los ojos, ¿acaso es ciego?

Algunos días estoy seguro de que no hay justicia. Ayer recibí una multa a pesar de que había pagado el aparcamiento. Y me siguen enviando por correo facturas por cantidades exorbitantes de una compañía local cuyo administrador minorista admite que son facturas incorrectas.

¿Y usted? ¿Es víctima de un tipo de injusticia en este momento? ¿Lo entristece que parezca que las personas que se han aprovechado de usted se están saliendo con la suya? “Y dijeron: «No verá Jah, no lo sabrá el Dios de Jacob»” (Salmo 94:7). Es difícil que una persona esté alegre cuando está segura de que ve que el crimen sí paga.
Esta es la verdad: “El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá?” (Salmo 94:9). En mis días de estudiante siempre traté de sentarme lo más atrás que fuera posible en el aula para que el profesor no me pudiera ver cuando me estaba divirtiendo o haciendo la tarea para una clase diferente. Después, cuando yo mismo llegué a ser profesor, tuve que reírme porque me di cuenta de que desde adelante se puede ver todo lo que ocurre en el aula. Mis viejos profesores sabían lo que estaba pasando.
Desde su elevado punto de vista, Dios lo ve y lo recuerda todo. En el momento en que lo ha dispuesto, él va a compensar a las personas que han hecho lo que es correcto, y traerá juicio sobre los que han hecho lo malo. Tranquilícese. Deje que pase el tiempo. Y duerma bien.

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