jueves, 21 de mayo de 2015

Dios

Dios Eterno Padre de los huérfanos y defensor de la viudas, tú eres nuestro proveedor, el dueño del oro y de la plata, te ruego que nos des la llave que abre tu Banco Celestial y todas las riquezas de tu reino. Proveedor por excelencia, conservas el fruto de nuestro esfuerzo y envías bendiciones sobre nuestras manos, nunca más nos permitas vivir crisis, miseria, y necesidades que vivieron nuestros antepasados, por favor no deseamos ser conectados con el saco roto, con las palabras “no hay”, y “no se puede”. Dios mío, ahora que has abierto mis ojos y mi corazón a la verdad que dice que uno de los atributos de tu nombre es “Yo Soy Jireh, tu proveedor, Y te haré abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra”, desata sobre mis manos las bendiciones y la prosperidad que le diste a Isaac tu siervo, el cual se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y llegó el día que sus enemigos le dijeron: “Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho””. Génesis 26:13.

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