viernes, 5 de diciembre de 2014

Principio de fe

En todas las denominaciones de la iglesia protestante se toma algún tipo de donativo: Ofrendas, limosnas, diezmos. Y para aquellos que interesamos contribuir a la obra de Dios, es importante, no solo que realicemos estos donativos, sino que conozcamos el trasfondo, el por qué de lo que hacemos.
A veces, no nos vemos a nosotros mismos como religiosos, porque entendemos que religioso es aquel que tiene ciertas tradiciones; pero, sin darnos cuenta, nosotros también podemos volvernos religiosos, porque religioso no es otra cosa que aquel que hace algo repetidamente, sin la conciencia de por qué lo hace; es aquel que hace algo simplemente porque se le pide que lo haga, o porque es costumbre hacerlo.
El problema de hacer las cosas religiosamente es que no tenemos entonces los resultados que debemos tener en nuestra vida.
Malaquías 3 es una escritura muy conocida, que nos habla específicamente del diezmo. Los versos 6-12 dicen:
“6 Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.11 Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.12 Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.”
Estas palabras las pronuncia Dios al pueblo de Israel, cuando este acababa de salir de la esclavitud de Babilonia. El pueblo regresó a Jerusalén, donde estaban supuestos a vivir en libertad, adorando a Dios. Lamentablemente, la esclavitud había provocado en ellos falta de pasión por las cosas de Dios, y se olvidaron de presentar a Dios sus diezmos y sus ofrendas. El pueblo de Israel estaba empobrecido por los males que estaba atravesando; por eso, Dios les dice que se vuelvan a él, y él se encargaría de cambiar sus circunstancias.
Una de las más grandes controversias que hay con respecto al diezmo, es que no se tiene que diezmar, porque el diezmo es de la ley, y la ley fue abrogada. Pero, aunque Malaquías está en el Antiguo Testamento, no es parte de la ley. Los libros de la ley son 5, el pentateuco. Los demás, son libros proféticos, poéticos, históricos.
Aunque en la ley aparece también el principio de los diezmos y las ofrendas, cuando miramos en Malaquías, nos damos cuenta que Dios lo que está tratando es de provocar fe en la vida del hombre. Si fuera ley, fuera un mandato: Hazlo, y punto. Cuando se establece una ley, no se establecen recompensas, sino consecuencias, penalidades por no seguirla. Dios lo que hizo fue decir: Si haces esto, esto otro es lo que yo voy a hacer en tu vida.
Dios quiso provocar la fe del hombre, para que el hombre creyese que sus circunstancias pueden cambiar, si sigue el método que Dios quiere que siga, lo que Dios ha determinado que siga. Por eso, dice: Probadme ahora en esto. Si fuera una ley, no diría eso, sino que hubiese declarado mayor maldición sobre sus vidas por no hacerlo.
Cuando Dios te da una palabra, a diferencia de la ley, lo que hace es presentarte todo lo bueno que va a ocurrir en tu vida, cuando tú cumples con lo que él te ha dicho. Dios no quiere que sigas una regla, sino un principio de fe que inspire tu vida a creer por algo más grande.
El mejor seguro para tus finanzas es presentar tus diezmos en el altar, y reclamar los beneficios de tu obediencia. No diezmes por tradición, por religión, por costumbre, sino con la conciencia de que ese acto activa algo en tu vida. Hazlo porque, por causa de hacerlo, las ventanas de los cielos se van a abrir sobre ti, él va a reprender al devorador, serás tierra deseable. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario