Para un mejor manejo del tiempo, para poder así cumplir mucho más eficientemente el propósito de Dios para nuestras vidas, es necesario que nos simplifiquemos la vida. Para esto, hay varias cosas que podemos hacer.
Entre ellas, es necesario que aprendas a establecer prioridades en tus relaciones.
¿Quiénes son las personas más importantes para ti? Esas son las personas que tienes que procurar mantener a tu lado. Si quieres tener una vida más simple, asegura que esta sea la gente que mantengas a tu alrededor, la gente con la que tú quieres compartir. Rodéate de la gente con la que tú quieres estar. Que ese sea tu círculo de personas.
Ten claro que hay personas que no vas a poder sacar de tu vida, pero dale el lugar que se merece a cada relación, recordando que cada persona a tu alrededor, de alguna manera, va a añadir algo a tu vida.
A veces, queremos una buena relación con nuestros hijos, pero llegan a adultos y lamentamos haber desperdiciado el momento que tuvimos para sembrar una semilla para que nuestra relación fuera una diferente. Y esto pasa, por no haber aprendido –a tiempo– a establecer las prioridades necesarias en nuestras relaciones.
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