La vida tiene que seguir

Para vencer la adversidad y realmente llegar a un grado de atravesar los problemas y las dificultades, tienes que crear la capacidad de no permitir que se cree en tu mente una tormenta emocional en medio de la dificultad. En ti tiene que haber la fuerza de voluntad para poder seguir caminando y que en tu interior haya paz, aunque las cosas estén difíciles y complicadas.

Los patos, cuando los miramos, se ven muy tranquilos flotando en el tanque o en el lago; pero, si miramos debajo del agua, vemos que están moviendo sus patas constantemente, nadando para quedarse a flote.  Tenemos que ser todo lo contrario a los patos; por dentro, en lo que no se ve, procurar estar tranquilos. Miremos a Cristo que, después que batalló para que se pasara de Él aquella copa, en el Getsemaní, cuando bajó y lo entregaron, de ahí en adelante, comenzó a caminar guardando silencio. Nunca se vio a Jesús en un estrés emocional, siempre se le vio caminando tranquilo, hacia lo que tenía que caminar.

El problema del ser humano es el no ser capaz de crear ese lugar de paz dentro de sí mismo, en medio de la crisis. Tienes que llegar a un punto de serenidad en tu espíritu, de poder estar rodeado del peor problema, de la peor dificultad y no tan solo estar tranquilo en tu alma, sino seguir caminando con esa seguridad y esa tranquilidad a pesar de lo que está pasando.

Mucha gente, cuando llega el problema y la situación emocional, lo que hacen entonces es encerrarse para buscar paz, se esconden para buscar paz, tratan de entretenerse para buscar paz y, en vez de progresar y enfrentar el problema, lo que hacen es limitar su vida.

Es vital que, en medio de tu crisis, continúes caminando, no vaya a ser que, cuando decidas retomar acción, estés en un peor problema que el que estabas antes porque dejaste de hacer cosas que tenías que hacer.

La vida tiene que continuar, la vida tiene que seguir. Tienes que seguir progresando, mantenerte tranquilo y caminar, en medio de la dificultad, sabiendo que Dios va contigo; y tienes que crear esa fortaleza de espíritu para mantener tu interior firme y seguir hacia adelante.