viernes, 7 de septiembre de 2012

Matrimonio con sabiduría

Yo me he dado cuenta que el problema de la mayoría de las personas es falta de sabiduría porque si tú tuvieras sabiduría en esa área, para ti, no sería problema. En estos días, la lavadora de mi casa no terminaba de exprimir la ropa, nos causó un problema. Así que llamamos a un técnico,  él la desarmó y lo limpió y nos cobró $80; le pagamos los primeros, pero ya para mí no es un problema, porque aprendí. Es problema si no sabes que hacer. Si se te arruina el auto, para ti es un problema, pero para el mecánico es una bendición. Cuenta la anécdota que estaba un barco atravesando el mar y de repente, llamaron a un mecánico que lo revisara. El hombre fue y estuvo verificando, y no encontró cómo encenderlo. La junta se reunió y buscó el mejor mecánico de la región. El hombre estuvo tres días y no pudo arreglarlo. Al final, decidieron buscar al que estaba diseñando el motor del carro. A la semana, llegaron las facturas, el primero que lo revisó había estado siete días, pero no había podido arreglarlo. El segundo, había estado tres días, y cobró $300 diarios. Cuando llegó la factura del que lo arregló, cobro $10,000 y él escribió: “Por darle con un martillo de goma, $5, por saber dónde darle, $9,995. No se trata de tratar, sino de saber dónde dar. Entonces, basado en esa situación, en esa premisa de que lo que nosotros necesitamos para tener éxito en nuestra vida matrimonial, es saber dónde dar.

En Puerto Rico, a veces compramos equipos y los queremos montar sin leer las instrucciones, y después sobran piezas. Tenemos que leer las instrucciones, y a veces queremos el éxito en las diferentes áreas, pero no nos sentamos a leer las instrucciones, y sin instrucciones, no funciona. Te van a sobrar piezas.

Proverbios 4:7. Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. Ante todo adquiere sabiduría, sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.

Por eso, te felicito porque de aquí vas a salir más sabia y vas a poder vivir una vida mejor. Le recomiendo que se instruya, pues es la clave del éxito. En la iglesia, recibimos personas en consejería y una de las primeras preguntas que hago es: ¿Cuántos libros para matrimonio te has leído? Y se me quedan viendo como diciendo “ni me imaginaba que tenía que hacerlo”. No sabes dónde dar, y no quiero condenar a nadie. Es para motivarte a que busques buena información; lee la Palabra, pero lee buenos libros. Los pastores nos pasamos leyendo constantemente. Yo no iría a un médico que no vea el diploma de él en su consultorio, porque eso me dice que estudió, practicó y puede resolver mi situación. El matrimonio es una empresa más importante que la profesión. Hay hombres que han tenido unas crisis financieras impresionantes, pero han tenido una mujer al lado que ha sido sabia, entendida y ese hombre se vuelve a levantar mejor. Un matrimonio fracasa y se afecta todo. Se afecta el área financiera. 

Demanda sabiduría de lo alto. El año pasado le dije que sabiduría no era conocimiento, sino aprender a hacer lo que la Palabra dice. Para mantener el horno de nuestros matrimonios bien calientitos, necesitamos tener una relación con Dios bien calientita, porque si lo queremos hacer a la manera de Dios, lo tenemos que hacer con una relación con Dios bien fuerte. Además, la relación con Dios es algo muy bonito, usted sale del cuarto de oración sintiéndose muy bien, rico. Eso Dios lo compara con la intimidad, y debemos tener dos intimidades bien fuertes: con Dios y con nuestro marido.

Cuando nos habíamos comprometido para casarnos, vino un profeta y una de las frases que el pastor y yo casi 19 años después, guardamos en nuestro corazón, es que nos dijo: “Dios está en medio de ustedes, mientras más se acerquen a Dios, más cerca estarán el uno del otro”. Y verdaderamente, nos preñamos de esa Palabra. Si nos alejamos de Dios, nos alejamos el uno del otro. Y eso es sumamente importante. El que se inventó todo eso del matrimonio fue Dios. Lo primero que hizo fue al hombre y a la mujer, y Èl tiene el libro de las inspecciones. Aquí es donde vamos a encontrar lo que necesitamos.

Eclesiástes 4:10. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero !!ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. Obviamente, la relación del hombre y la mujer, que está haciendo las cosas en el orden de Dios, va a disfrutar su relación íntima. Estaba leyendo una encuesta que dice que las personas que mostraron tener mejor relaciones íntimas sexuales son los que practican la religión cristiana. Son los que han sido lavados por la sangre de Cristo, así que si por casualidad, aquí hay alguien que no le haya entregado su corazón al Señor, le conviene hacerlo.

Proverbios 30:18. Tres cosas me son ocultas;  Aun tampoco sé la cuarta:  19 El rastro del águila en el aire;  El rastro de la culebra sobre la peña; El rastro de la nave en medio del mar;  Y el rastro del hombre en la doncella.

 Leí esta Escritura y chocó mi espíritu. Todas esas son cosas que no dejan rastro. ¿Usted ve un rastro en el aire cuando un águila pasa? ¿El rastro del hombre en una mujer? Quiero que cuando acabe sus días aquí en la tierra, el día que esté en la presencia de Dios, dejes un rastro de lo buena que fue tu relación con tu esposo. Yo estoy decidida que mi relación deje un rastro aquí en la tierra. Si tu esposo no le sirve al Señor, en Pedro dice que las esposas se ganaràn a sus esposos por su conducta. Tu esposo tiene que darse cuenta que tu relación ha mejorado mucho desde que tù le sirves al Señor y tù como una cristiana santa, tienes que saber que cuando él se convierta, la relación será mejor.

Pablo dice en Efesios 5:21: “Someteos unos a otros en el temor de Dios”. Cuando vemos en la raíz el significado de la palabra “someterse,” no es humillarse, arrastrarse, sino poner las necesidades del otro antes que las propias. Obviamente, cuando busco satisfacer a mi esposo, todo lo que siembras, cosechas. Vas a cosechar que ponga primero tus necesidades. La mujer es la que pone la chispa en el matrimonio. Dice la Biblia en Proverbios 5, que el esposo debe gozarse con la mujer que ha tenido desde joven. Dice que sus caricias te satisfagan en todo tiempo. Pero cuando buscas la raíz de la palabra “caricias,” significa que en sus pechos se satisfaga siempre. Entendiendo que los senos son parte de sus genitales, está hablando de las caricias íntimas. Yo les enseñè que nosotros somos palmeras y el hombre dice: “Asiré y subiré a sus racimos”. Ha habido una mala concepción de lo que es la concepción ìntima, el coito de una pareja, porque piensan que es algo que se tiene. Algunos piensan que es cuando los dos tienen deseo, pero realmente, es la expresión de amor màs ùnica que usted puede tener con una persona. Cualquiera puede darle un beso y un abrazo a su esposo, pero no puede darle lo que usted le da. La relaciòn de amor es cuando aunque tal vez tù en el momento, parezcas no tener ese deseo, pero tu esposo quiere, tù lo complaces. La Biblia dice: “La mujer sabia edifica su casa, pero la necia, con sus propias manos la destruye”. Hay veces que decimos: “Fulana se llevó a mi marido… “ Pero no, ella usó sus manos y tú no. Excusas más frecuentes para no usar las manos: “es que no tengo deseos, yo ya se los dije”. Prepárate para el amor. Hay hermanas que no se preparan para recibirlo. El viene del trabajo de estar con mujeres bien arregladas; en tu casa, recibe a tu esposo arreglada, perfumada. Hay relaciones que no están funcionando correctamente, pero muchas de nosotros tenemos esposos buenos, que nos atienden, que tienen un techo sobre nuestra cabeza, pero hay veces que las mujeres dicen: “Es que él no me preparó”. Pues prepàralo tú. A veces, llamo y le digo: “Te estoy esperando con los zapatos puestos.”

En proverbios habla de una mujer que está esperando a su esposo; ella tiene sabiduría para atraer al esposo. Dice que tiene perfumada la cama, y la suya, llena de “Vicks”. Y se lo dejo de asignación, porque va a seducir a su esposo; aprenda, use lo que dios le dio, para eso lo tiene. Usted sabe que yo me he dado cuenta que todas las mujeres tenemos dos pechos, dos piernas, dos de todo. Pero la diferencia entre una y la otra es que una la usa y la otra no. Cuando usted va a un restaurante y come bien, y sale de ahí, y le invitan a comer, usted dice: “Estoy lleno”. Que cuando su marido abra la boca, la vea a usted ahí, no va a tener màs hambre. Otras dicen: “Es que yo estoy fea”. ¿Se acuerdan de Cantares? La belleza està en los ojos del que la ve.

Habìa muchas mujeres que su esposo pudo haber escogido, pero la escogiò a usted. Asì que prepàrate, bien limpia, perfumada; làvate lo dientes, afeitadita, presèntese “nais”. Usted es la que le gusta; nadie le da un regalo a nadie envuelto en un papel periòdico. A veces la envoltura sale màs cara que el regalo. Otra excusa es: “Es que los nenes nos oyen”. Busque que los hijos no estèn; pòngase una almohada en la cara. Hay gente que ve el sexo como una obligación, como un “cheklist”. Su marido sabe cuando se entrega por amor y por obligación. No hay cosa que desanime màs a un hombre, que sienta que te sientes obligada a estar con el. ¿Cuàntas aquí tienen de 15 años de casada o màs?. La edad influye en eso. Las cosas cambian y usted tiene que aprender a cambiar eso. No hay cosa màs excitante para su esposo que la vea metida en lo que esta haciendo. Hay algunas que dicen: “La pintura se està descascarando”. Yo no sè usted, pero yo no puedo pensar en otra cosa en ese momento. No hay cosa màs excitante que sepa que tu mente està ahí para èl, tu mente esta ahí, no en otro lugar. Estos son años de orar, tiempos a solas con Dios, son tiempos de crecer, de instruirnos, de habernos sentado a solas y hablar. Nosotros nos disfrutamos tanto… Nosotros expresamos nuestro amor; èl me tira, me abraza, me agarra una pompi... Y nosotros lo hacemos a propòsito; que mis hijas sepan còmo debe ser el hombre que deben escoger para casarse. No te cases con un inepto, sal corriendo.

Hay gente que dice: “Es que estoy cansada, me duele”... El sexo beneficia el sistema inmunològico, elimina el estrés. La queja mayor de las mujeres es el estrés. Alivia dolores, hace perder calorías, regula la presiòn sanguìnea, mejora la circulación, elimina la producción del HDL, produce bienestar. Estas cosas necesitaríamos un curso para ver còmo mejorar su vida ìntima. Hay mujeres que dicen: “Pastora, usted habla que es bueno, pero yo no siento nada”. Pero realmente, hay mujeres que no sienten, porque no lo estàn haciendo bien. A veces, por falta de conocimiento, por enfermedades. Pero por regla general, cuando uno termina su relaciòn, siente bien. Produce endorfinas, despeja el cerebro, las neuronas le mejoran, genera alegría, la piel se rejuvenece, estimula todos los òrganos internos, ayuda a conciliar el sueño, ayuda a aliviar còlicos, balancea el nivel orgànico del cuerpo, quita el mal humor, regula el sistema cardiovascular, nos ayuda en todas las áreas de nuestra vida.

Hay un montón de excusas que las mujeres dan para no entrar en algo tan lindo. No sè lo que puedas estar pensando hoy. Tal vez dices: “A mi me gustarìa poder manifestar eso, vivir una vida saludable, exitosa, que me sienta complacida, realizada en esa àrea”. O tal vez hay gente que dice: “yo ya estoy muy vieja para eso”. Pues habla con Abraham y Sarah. Cuando envejecemos, la cosa está mejor; no hay niños pequeños en la casa, estamos mejor económicamente, estamos en otra etapa. Nos conocemos mejor. Una de las cosas màs grandes es envejecer con el hombre que Dios nos ha dado. Envejecemos juntos. Usted puede pensar que para usted no hay oportunidad, usted ha tratado de cómo echar su matrimonio hacia delante, que funcione. Y en el caso especifico de su vida sexual, usted pueda decir que es una vida satisfactoria; eso me recuerda a Pedro cuando estuvo en altamar; dice que pescò toda la noche, y no obtuvo nada. Hay muchas mujeres que han pasado por el dolor de dar a luz un matrimonio que honre a Dios, feliz, donde se puedan comprender, amar, respetar y todo eso que oye. Asì se sentìa Pedro, llegar a la orilla y no llevar nada.

Y aquí hay mujeres que llevan años sembrando y llegan con las manos vacìas. Vienes a la iglesia diciendo:”Señor, què pasa?. En esa historia, Pedro se encuentra a Jesùs y Èl le dice: “Prèstame tu barca”. El lo hizo y cuando Jesùs terminò lo que necesitaba hacer con esa barca, le dijo: “Pedro, ven, vamos a pescar”. Y Cristo le quiso enseñar algo a Pedro. No importa el tiempo, las circunstancias, cuando Jesùs ha tomado tu barca, las cosas cambian. Lo que le llevò a Pedro toda la noche, Jesùs en un milagro cambiò radicalmente.

Señor, tal vez mi matrimonio no ha sido lo que yo he soñado. Tal vez es bueno, pero puede mejorar. Tal vez està màs o menos, èl està, pero no sirve al Señor. Yo te presto mi matrimonio. Dios te está pidiendo que le prestes tu barca, que le entregues tu matrimonio; que no fluyas por tus fuerzas, sino que dejes que las fuerzas de Él sean las que lleven la barca. Dile Jesus: “te entrego mi barca, mi matrimonio, mi esposo”. Él es tuyo, debes permitirle a Jesùs que use tu matrimonio como Él quiera, que lo use para su gloria y honra, para abrir tu casa para que otros se salven, que lo use para bendecir su circulo de amistades y te aseguro que cuando Jesùs haya acabado de usar tu barca, milagrosamente, tu matrimonio jamàs serà el mismo; la comprensión, uniòn, intimidad, va estar sazonada con la bendiciòn de Dios, con su Gloria.

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