Jesús te invita con amor a que pidas, busques y llames, en Mateo 7:7 dice: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”. Pedirle al Señor es un acto de fe, y Él te anima a hacerlo. Así que, ¿por qué dudas en pedir, buscar y llamar para que Él te conteste tus peticiones? O ¿será que tienes miedo de decepcionarte de pedir demasiado o pedir algo equivocado?
El mismo Señor Jesucristo, que conocía el corazón de Dios Padre mejor que nadie, enseñó que es muy importante que seas diligente para pedirle a Dios tus necesidades y seguirle por fe: “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis” Mateo 21:22.
Puede ser que sientas dudas que el Señor te conteste por que piensas que tus problemas son muy grandes o muy pequeños, o que son tu culpa por tus malas decisiones y por lo tanto crees que no deberías molestar a Dios con ellos. Pero la buena noticia es que eres hija amada de Dios y Él es tu Padre amado, con justa razón puedes pedirle, con libertad, los deseos de tu corazón que estén alineados con Su voluntad “Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye” (1 Juan 5:14)
Cuando le pidas algo al Señor, trata de evitar pedírselo con duda en tu corazón pensando que Él no te oye. Tu fe le agrada, tú honras a Dios cuando le demuestras fe, dándole gracias por haberte escuchado y por responderte “Y si sabemos que Él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho” (1 Juan 5:15)
Jesús prometió: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” (Mateo 7:11). Así que no dudes en pedir algo conforme a Su voluntad, porque tu Padre Celestial te oye y te contesta. Sigue adelante, no te rindas, sigue expresándole a Dios tu fe y gratitud porque Él te responde.
¡COMIENZA A PEDIR... SI PIDES RECIBIRÁS!
¡EMPIEZA AHORA!
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá (Mateo 7:7-8, RV60).
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros (Efesios 3:20, RV60).
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