jueves, 26 de enero de 2012

Al final del día

Al final del dia, cuando las luces se apaguen por ultima vez en nuestras vidas, cuando ya no existan las ambiciones personales, porque ya no hay tiempo para pelearselas a otros, en ese dia que solo nos queda la expectativa de encontrarnos con nuestro creador, solamente una cosa podremos dejar y solo una nos podremos llevar.

Aun cuando tuviesemos riquezas de propiedades y tesoros para dejarle a nuestros seres queridos, de nada contaria si no quedaran acompañadas de un sello personal, de un calor unico, nuestros sentimientos. La casa decae, aun los edificios mas fuertes pasan a ser ruinas, pero cuando dejamos en un corazon un pedazo del nuestro, ya no es lo material lo que tiene el valor mas grande, es el sentimiento vivo que sembramos en buena tierra, es el amor que Dios nos ha dado para con el bendecir a otros.

Una palabra de bondad cuando el corazon sangra se recuerda para siempre. Un beso en la frente con ternura, una compañía en silencio, sin tratar de persuadir al punto personal, son momentos que se recuerdan por toda una eternidad.

Y al salir de este mundo, solo mi alma y mi espiritu van a encontrarse con mi Señor, y si algo puedo llevar conmigo es el amor que he dejado fluir por mi interior, el cual no he retenido, sino que lo he dado sin reservas, porque solo asi, tesoros en los cielos he podido guardar. No es posible llevar algo, pero si es posible en el tiempo que estamos aquí ir acumulando tesoros celestiales. Me comprendes amado mio, solo hay una forma que yo podre llevarme algo conmigo, es todo aquello que recibiendolo desde el cielo, yo lo deje fluir hacia los demas y asi mi ofrenda, pasa a ser una ofrenda que perdura delante de la presencia del Dios Vivo.

El amor de Dios nada lo detiene. Aun, aquellas personas que por algun motivo nos toman mala voluntad, nosotros les bendecimos. Nos maldicen, les enseñan a otros para que nos maldigan, pero nosotros nos alegramos cuando los vemos tener victorias, cuando los vemos prosperar. Mira hermano mio, hermana mia, nunca habia entendido el poder tan grande que podia existir cuando uno se atreve a amar a los que nos consideran sus enemigos. Pero Dios me enseño cuanto poder hay en este tipo de amor. Es como una fuente inagotable que se abre cuando tu puedes bendecir al que te maldice, cuando tu dejas las ofensas en manos de tu Señor, algo sobrenatural sucede.

Tu bendices al que te maldice y tu vida se convierte en bendicion, el fluir de ese aceite celestial cae sobre tu vida sin que alguien pueda venir y detenerlo. Me recuerdo del pasaje biblico cuando Saul envio hombres para que arrestaran a David, todos los que iban a tomarlo preso caian en bendicion, hasta que el mismo Saul fue por el pero al acercarse tambien cayo en bendicion porque era tanto el respaldo de Dios sobre David que Dios no vencio a los enemigos de David con espada y con muerte, sino los vencio con bendicion!!!

La ovejita golpeada, aquella que no tiene lana para ofrecer a su amo, aquella que solo pareciera consumir el tiempo, gastar nuestras fuerzas, es quien mas nos puede dar. Porque es alli donde puede fluir el amor de Dios por medio de nosotros y es ahi donde nuestras vidas son llenas de lo verdadero, de lo que permanece. Lo demas, como dice el predicador, es solo vanidad.

El deseo de amar, no nace de ti, sino que Dios mismo lo pone en tu corazon, y te pide, dejalo fluir, dejate llevar por lo que estas sintiendo, por ese sentimiento que te hace diferente a los demas. Ese sentimiento que le provoca a un padre amar a su hijo, aun cuando el nunca conocio padre que lo amara.

Recuerdo el testimonio de David Wilkerson, el varon que le predico a Nicky Cruz, cuando en una ocasion le estaba predicando a Nicky y este le saco una navaja y lo amenazo diciendole que lo iba a cortar en pedazos, David le contesto asi:

Nicky, tu me puedes cortar en pedazos, pero algo te digo, aunque me cortes en 100 pedazos, cada uno de esos pedazos te seguira diciendo que Cristo te ama.

Hoy sabemos que existen personas que nos quieren hacer daño, pero nosotros le bendeciremos, y aun cuando traten de hacer las cosas para tener victorias en la carne, nosotros le pediremos al Señor que los lleve a un encuentro personal, que los lleve a la victoria espiritual.

"Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigenito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." Juan 3:16 RVR 1960

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