Una esposa puede honrar a su esposo de la siguiente manera:
1. Exhibiendo una conducta inrreprochable. La conducta de una esposa afecta como los demás ven al esposo.
2. No deshonrando su nombre de ninguna manera frente a otros. “Criticar a los esposos” ha venido a ser algo demasiado común cuando las esposas se reúnen. Es muy fácil incluirse y aun tratar de competir destacando las faltas de los maridos. Una cosa es traer tus dificultades a un consejero, pastor y hasta a un amigo cristiano confiable, pero es muy distinto compartir las faltas de tu esposo con amigas casuales o aun con amistades intimas. También debemos de tener cuidado con las peticiones de oración públicas. No todos los cristianos saben guardar una confidencia. En muchas ocasiones una petición de oración termina en un secreto divulgado o en chisme.
3. Recuerda que si tu esposo es creyente tu estas casada con alguien de un valor inigualable para Cristo. Y si Cristo lo tiene como algo valioso y de alta estima, ¿cómo no ha de ser de igual manera para ti? Una mujer que está casada con uno que no es cristiano, debe tratar a su esposo de esta misma manera. Cristo murió por sus pecados y también desea tener una relación con él. 1 de Pedro 3:1-2 dice que nuestra conducta puede ser un vehículo para ganar un esposo no cristiano para Cristo. Si tu esposo es no es cristiano, ¿tendría él deseo de conocer más sobre tu Salvador basándose en tu conducta?
4. Pregúntate si tus hijos te ven honrar a su padre. Tu eres una gran influencia de cómo ellos ven a su padre por la forma como lo honras en tu casa.
5. Recuerda que el honor está involucrado en todo lo que haces con tu vida—en la manera como hablas y que trabajas, con los valores que tienes y tu moral. No hay nada que puedas decir o ver que no involucre honor de alguna forma.
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