jueves, 12 de marzo de 2015

Proverbios 31

El hombre de Proverbios 31 está sentado a las puertas, en medio de los ancianos, lo cual es representativo de sabiduría.  Un hombre que tiene la capacidad de estar sentado entre los anciano es un hombre sabio, es un hombre que tiene sabiduría para tomar las decisiones correctas para traer provisión al hogar. 
Una mujer en pie es una mujer que asume su posición.  Dios ha dotado a la mujer para hacer múltiples quehaceres, a diferencia del hombre; mientras tanto, el hombre toma decisiones sabias porque está sentado entre los ancianos. 
Cuando una mujer está en pie, levantada, los hijos están en pie.  Dondequiera que se paren los hijos, llaman a su madre virtuosa.  Nosotras las mujeres infundimos el temor o la confianza de nuestros hijos.  Cuando una mujer cree en la sanidad, los hijos creen en la sanidad, cuando una mujer cree en el Dios Todopoderoso, los hijos están en pie creyendo al Dios Todopoderoso.
Moisés fue criado en el palacio como hijo de la hija del Faraón, pero la mujer que fue contratada para cuidarlo fue su propia madre.  Una madre que la Biblia refleja que le pagaban para cuidar de Moisés; o sea, no tenía posición de esclava, pues a los esclavos no les pagaban; una mujer que creía en el Dios Todopoderoso y esto le enseñó a su hijo, Moisés, que llegó a ser el gran libertador. 
Mujer levantada, “cum” significa afirmada, armada, confirmada, exaltada, resistente.  Mujer que está firme, no hay viento que la pueda mover.  Una mujer armada es valiente para cumplir el propósito de Dios en su vida.  Una mujer confirmada es aquella que está segura de su posición como mujer.  Exaltada, es la actitud en la mujer levantada.  La mujer levantada resiste todo problema que venga contra la familia. 
Una mujer levantada es aquella que sabe que ha sido dotada con la sabiduría necesaria para enfrentar todo aquello que venga contra el hogar. 
Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas y en mis alturas me hace andar.” Habacuc 3:19
Habacuc usa la palabra ciervas, no ciervos.  Las ciervas son más derechas, más firmes en su caminar y más ágiles que los machos.  La mujer tiene la capacidad de ir a lugares altos, donde Dios la quiere llevar.
Proverbios 31 no tan solo nos habla de la posición de la mujer y sus quehaceres en el mundo natural, sino también en el mundo espiritual.  Una mujer levantada es aquella que Dios hace sus pies como de ciervas, una mujer en las alturas, a quien Dios garantiza sus promesas y bendición en su vida y en la de los suyos. 

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