En nosotros tiene que haber deseo de tener éxito. Hay personas que uno escucha hablando y te hacen pensar dónde está su deseo de tener éxito. Las iglesias se han encargado de predicar pensamientos de derrota, de frustración, mensajes que alteraron la mente de los cristianos. Como iglesia, debemos erradicar los pensamientos de derrota y levantar el entendimiento de lo que dice la palabra acerca de las bendiciones, los beneficios de la prosperidad y la sanidad que Dios tiene para nosotros.
En nosotros tiene que haber deseo de éxito, de prosperar, de bendición. Si una persona está enferma y no tiene el deseo de sanarse, Dios no puede hacer nada por esa vida. Una persona que tiene talentos y no tiene el deseo de sacar el mejor provecho de ellos, nada sucederá en su vida.
El mundo sigue adelante y deslumbra por la gente que tiene éxito. Muchos pagan cientos de dólares por ir a ver un espectáculo de un artista de televisor, porque se presenta con éxito. Vemos las premiaciones a los artistas destacados y pasamos horas frente al televisor viendo su éxito. Nos deslumbramos por sus historias de éxito, por la apariencia de éxito.
Los cristianos tenemos que aprender que el éxito tiene que ser visible. Cuando quieres ser una persona de éxito para Dios, tienes que dejar de ser tímido y salir del anonimato. Las personas pueden distinguir cuando a alguien le van las cosas bien y cuando le van mal. Todos conocemos personas que creemos están bien, pero los escuchamos decir o hacer cosas que nos dejan saber que están mal. En la calle podemos distinguir a una persona exitosa, por como se conduce, como se ve y como habla.
Tenemos que entender que tu éxito no solamente se tiene que ver, sino que Dios lo quiere mostrar. Dios quiere mostrarte ante el mundo, sano, bendecido, con una mente clara, con un propósito definido y con autoridad.
¿Sabes que hace falta para que tus familiares se salven? Que te muestres ante ellos con éxito. ¿Sabes lo que necesitas para que en el trabajo no te vean como el cristianito que siempre está diciendo cosas de la Biblia? Que te presentes ante ellos con éxito. Dios quiere que tengas una vida visible de éxito y si quieres ser un agente de transformación en ti tiene que estar el deseo de prosperar.
Hay muchos jóvenes que tienen más talento que los famosos de hoy en día, pero el que tiene influencia sobre ellos es aquel que está en los medios, el que vende millones de discos. Estos famosos son agentes de transformación y de esa manera Dios quiere que seas agente de transformación.
Esto no significa que ahora tienes que tener éxito como los del mundo, pero sí tienes que entender que lo que Dios quiere hacer contigo es algo visible. Dios hizo visible a todos los hombres y mujeres que levantó. Por ejemplo José, tenía el carácter necesario, era firme en sus decisiones, firme en sus convicciones y vivía con fe, aun en medio de las peores circunstancias. Sabemos que por estas características el final de José sería exitoso y sería una exhibición de lo que Dios había hecho con su vida.
Dios y el mundo miden el éxito de manera diferente. El mundo mide el éxito por el dinero, las posesiones, los logros, el acceso, mide el éxito únicamente por lo que se ve. Hoy sabemos que ese éxito, no lo es todo. Así como el Señor le dijo a Samuel en, 1 Samuel 16:7, Dios no mira el éxito por la apariencia del hombre, sino por su corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario