Todos nosotros, a lo largo de nuestras vidas, pasamos por baches;
duras pruebas que superar.... grandes tribulaciones que nos puede
conllevar a la desesperación.
Alguien dijo que la amistad es como una llave de cristal: abre las
puertas de la compañía y cierra las de la soledad y en estos
momentos de adversidad que alivio se siente al saber que cuentas
con esa mano amiga que te sepa escuchar, que te brinde todo su
apoyo y cariño. Pero también ocurre que cuando la adversidad
llama a tu puerta, todos los amigos están dormidos.
Así es la vida de caprichosa, como dice la canción... es una realidad
por la que muchos pasamos alguna vez. Sentimos depender de alguien
para apaciguar la situación y es lógico.... a veces es por temor a lo
desconocido... no saber lo que nos viene después... pero créanme que
cuando nos armamos de valor y enfrentamos nuestros miedos muchas
veces nos sorprendemos pues nos damos cuenta que somos más fuertes
de lo que pensábamos y esto nos ayuda a creer en nosotros mismos...
nos sentimos mas seguros y con valor de afrontar muchas cosas más...
Tenemos que aceptar nuestras piedras, muchas veces tropezamos y
caemos... pero es tan satisfactorio poderse levantar por si mismo, sacudir
el polvo de nuestra ropa y seguir caminando....
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