Para poder recibir la libertad financiera y aprender a vivir lo que Dios tiene para nuestras vidas, hay que saber vivir en el reposo de Dios. En Hebreos 4, nos habla que Dios reposó y desea que nosotros entremos en ese reposo.
El reposo es un estado de descanso donde no hay ansiedad por las circunstancias adversas como la crisis, el robo, problemas financieros, pensamientos negativos, miedos. Hay personas que no disfrutan de las bendiciones que Dios les ha dado porque viven en ansiedad. En vez de estar pensando en las circunstancias negativas y llenarte de ansiedad, deberías estar dando gracias a Dios por todo lo que has recibido de parte de él, para así entonces entrar en reposo.
Da gracias por el trabajo, por la familia, por el carro, la casa; aunque no sea todo lo que quieres, ni todo lo que Dios te ha prometido, da gracias Dios porque te ha protegido y sostenido.
Habitualmente, debemos sentarnos y escribir varias cosas por las que estamos agradecidos de Dios. Como seres humanos, tenemos un sentido de satisfacción, cuando nos acercamos a cosas que nos agradan, pero nos acostumbramos a tenerlas y perdemos el disfrute de las mismas. Es haciendo conciencia de las bendiciones, que volvemos a tener ese sentido de satisfacción. Escribe, dando gracias a Dios por tu casa, tu jefe, tu iglesia y tus pastores, por tu tierra, por tu familia.
¿Cómo Dios entro en reposo, al séptimo día? En Génesis, podemos ver que no reposó Dios después que hizo todas las cosas, sino que reposó después que bendijo todas las cosas. Cuando bendice el día, la noche, a los animales, al hombre, entonces reposó. En otras palabras, cuando deja la capacidad de producir, de multiplicarse, entonces descansó.
Cuando hay alguien bendecido, puede entrar en reposo. Un hombre bendecido sabe que su esfuerzo va trae grandes resultados. Esto no significa que no vaya a haber dificultades, trabajo y sacrificios. Pero una cosa es trabajar en reposo; otra, trabajar con ansiedad.
Dios quiere que vivas la vida en el descanso de él, sabiendo que lo que haces va a traer grandes resultados. Esto es, trabajar y esforzarte, sabiendo la bendición que hay sobre tu vida. La bendición produce descanso, por el conocimiento de que se es bendecido, por encima de los problemas financieros del mundo. Descansar, en medio de todo esto, es la única manera de prosperar.
En Éxodo 33, Dios le dice al pueblo de Israel que va a entrar en la tierra prometida, como él lo había prometido, pero él no iría con ellos por ser un pueblo terco. La relación del pueblo con Dios no estaba bien. ¿Te gustaría recibir las bendiciones de Dios, y que Dios no esté contigo? Si ya lo has recibido, ¿está Dios en lo que recibiste? Si te dio casa, ¿está Dios en tu casa? ¿Está Dios en tu negocio? ¿En tu trabajo?
Moisés accede el pacto, en Éxodo 33:13-14, pidiéndole a Dios que, si había hallado gracia en sus ojos, fuese Dios mismo quien dirigiera el camino. A lo que Dios le responde: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.
La marca de que la presencia de Dios está en una persona es el descanso. Descanso es vivir con la seguridad de que nada ni nadie puede venir en tu contra; es la seguridad de que todo va a estar bien. El descanso no viene de lo que tenemos o hacemos, sino que viene del conocimiento de que, en medio de lo que tenemos y hacemos, Dios está.
Dios no tan solo traerá bendiciones a tu vida, sino que también su descanso se manifestará en tu vida. La ansiedad, el miedo y todo pensamiento negativo se irán de tu vida, y podrás disfrutar de todo lo que Dios te ha dado, y lo que todavía tiene para ti.
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