lunes, 5 de agosto de 2013

Un hogar feliz

Señor Jesús: Tu viviste en una familia feliz.
Haz de esta casa una morada de tu presencia, un hogar cálido y dichoso.
Venga la tranquilidad a todos sus miembros, la serenidad a nuestros nervios, el control a nuestras lenguas…
Que los hijos sean y se sientan amados
y se alejen de ellos para siempre
la ingratitud y el egoísmo.
Inunda, Señor, el corazón de los padres

de paciencia y comprensión,
y de una generosidad sin límites.

Extiende, Señor Dios, un toldo de amor

para cobijar y refrescar, calentar y madurar
a todos los hijos de la casa.

Danos el pan de cada día,

y aleja de nuestra casa
el afán de exhibir, brillar y aparecer;
líbranos de las vanidades mundanas
y de las ambiciones que inquietan
y roban la paz.

Que la alegría brille en los ojos,

la confianza abra todas las puertas,
la dicha resplandezca como un sol;
sea la paz la reina de este hogar
y la unidad su sólido entramado.

Te lo pedimos a Ti señor,

que fuiste un hijo feliz
en el hogar de Nazaret
junto a José y a María.

En el nombre de Cristo Jesús
Amén

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