Dios quiere que se libere el potencial que él ha depositado dentro de ti. Quiere completar su propósito en tu vida. Quiere ver cómo creces en él.
En las manos de Dios, se libera tu potencial.
Dios te lleva a la iglesia para ponerte en las manos del Espíritu Santo, para liberarte; liberarte de las amistades, de viejos pensamientos, hasta de familiares que te han querido retener. Si has llegado a la iglesia, has sido liberado de todas estas cosas, y regresarás, a su tiempo, para dar testimonio.
En Juan 2, se nos narra el momento en que, estando Jesús en las bodas de Caná, a mitad de la fiesta, se acabó el vino. Para aquel tiempo, el que se acabara el vino significaba que la fiesta terminaba. María, madre de Jesús, le dice a su hijo el problema que había, a lo que él responde que aún no había llegado su hora. María no le hace caso y le dice a los que servían que hicieran todo lo que Jesús dijera. Es aquí que la biblia registra el primer milagro de Jesús: Jesús convierte el agua en vino. Lo que vemos aquí es a María empujando, en una hora específica, a su hijo Jesús al ministerio.
Toda madre debe empujar a sus hijos, en un momento dado, para que entren a una mayor exposición de su potencial. Debe empujarlos con sus palabras, con su ejemplo, con buenas actitudes, para que hagan lo mejor para Dios. Pero, aún si esta no ha sido tu experiencia, Dios se encarga de hacer por ti lo que María hizo por Jesús.
Dios te lleva a la iglesia para empujarte a un nuevo nivel. Te lleva para empujarte y decirte que te dejes de tantas excusas. Te lleva para animarte a que expongas todo tu potencial. Muchos no han visto la grandeza que hay dentro de ti, pero hay una iglesia que sabe lo que Dios ha puesto dentro de ti.
Deja las excusas. Tú puedes hacerlo. Anímate. Dios ha puesto grandeza en ti.
Dios te trajo para este tiempo y para esta época para liberarte y que liberes a mucha gente, en el nombre de Jesús. Vas a ver cómo el potencial que hay dentro de ti es liberado y verás el poder de influencia para liberar el potencial que hay en otros, en todo aquel que te rodee.
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