Jesús dijo que, si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo, pero si muere, lleva mucho fruto. La biblia dice que hay que morir, entregar la vida. Jesús dice que, si no mueres a ciertas cosas en la vida, si no te entregas, no llevas frutos. Esto es irracional porque, ¿cómo muriendo, llevas frutos? Pero esta es la ley en Cristo. Tiene que morir la vieja criatura, para que tu nuevo yo dé frutos.
Dice la palabra que el que ama su vida, la perderá. En este verso, perder es invertir. La pregunta es: ¿En qué estás perdiendo o invirtiendo la vida, tu tiempo?
La vida se va gastando y tú debes estar decidido a gastarla sirviéndole a Cristo. Según Juan 12:16, el que sirve siempre está con Cristo. Por lo que, el que no quiere servir no tiene derecho a seguir a Cristo.
Cuando Cristo está haciendo estas declaraciones, que parecen irracionales, está queriendo decir tres cosas:
1. Mi ofrenda o mi entrega es voluntaria, nadie me obliga. Jesús estaba diciendo: Tengo que morir porque, si no muero, no resucito y no gano al mundo. Jesús sabía que tenía que ceder, para ganar. Aún siendo el Hijo de Dios, la clave para estar con el Padre es servir.
Si tú quieres servir a Dios y quieres que tu vida cambie tendrás que declarar como Jesús: Es mi decisión voluntaria servir a Cristo, nadie me obliga a servirle.
2. Mi entrega es con intención. Jesús dice que el que muere lleva frutos. O sea, no tan solo voy a servir voluntariamente, sino que lo hago también con intención porque gano la vida eterna.
Tú no puedes servir a Dios, si detrás de tu decisión voluntaria, no sabes realmente para dónde vas y que vale el esfuerzo servir a Cristo, vale el esfuerzo la vida eterna.
3. Estoy dispuesto a pasar por el sacrificio, porque más grande es el beneficio.
No se tiene recompensa sin sacrificios. Tienes que estar dispuesto a sacrificarte en tomar las decisiones correctas, porque más grandes son la recompensa y el resultado que Dios tiene para tu vida.
Es voluntario, es intencional y estoy dispuesto. Este mensaje te puede ayudar a tomar una mejor decisión. Verifica si el beneficio que vas a obtener es realmente el que deseas.
Piensa y analiza bien, cuando vayas a tomar decisiones. La vida en Cristo ofrece grandes bendiciones y beneficios, pero conlleva sacrificios. Y es verdad que incomoda las decisiones que hay que tomar. Te exige que vivas la vida de una manera diferente, lo que es necesario para tener mejores resultados. Pero, si quieres crecimiento espiritual, hay que llevar una disciplina.
Tu servicio a Dios tiene recompensa.
Vive una vida voluntaria, intencional y con disposición a hacer sacrificios. Cuando veas los resultados y beneficios de aquí a un tiempo, le darás gracias a Dios, y dirás valió el esfuerzo servir a Cristo. Acepta lo que tienes que hacer, toma las decisiones correctas, sigue hacia adelante y verás la recompensa.
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