viernes, 29 de julio de 2011

Negligencia en el matrimonio

Negligencia es descuido, desinterés, desidia, apatía, abandono, desgana, indolencia!

La negligencia en todas y cualquier área de la vida produce siempre resultados negativos, como pobreza, problemas, desánimo, depresión, etc. Definitivamente la negligencia es uno de los peores enemigos del matrimonio porque enfría y daña las relaciones.

Eclesiastés 10:18 Por negligencia se hunde el techo, y por pereza tiene goteras la casa.

La negligencia en el matrimonio frecuentemente se paga muy cara. Tiene que ver primeramente con la inconsciencia de que el matrimonio debe ser alimentado permanentemente. Es descuidar la relación, no ponerle el interés que necesita. Ningún matrimonio es perfecto, pero si se le alimenta constantemente y se le cuida, ese matrimonio podrá vencer barreras y superar toda clase de obstáculos por mas difíciles que sean.

La negligencia es amiga de la pereza y de la procrastinación. Estas actitudes cuando se convierten en hábitos de vida producen “goteras” en las relaciones de pareja. Esas goteras van dañando la relación sutilmente, pero cuando nos damos cuenta ya se ha provocado un gran daño que muchas veces es muy difícil resolver y sale muy caro repararlo.

Cuando el Matrimonio esta nuevo soporta casi todo, pero conforme van avanzando en la aventura de la vida, si no se le da mantenimiento, se va deteriorando lentamente y puede colapsar. Muchos matrimonios han llegado al punto de colapsar y se dan cuenta que fueron muy negligentes en cuidar la relación. No le dedicaron tiempo de calidad, ni se esforzaron por alimentarlo. Simplemente lo dejaron existir hasta que llegó al punto de morir.

No sabemos cuán negligentes han sido en su Matrimonio, pero si hoy ustedes hacen conciencia de este aspecto tan importante en su vida de familia y deciden volverse diligentes en el cuidado de su matrimonio, les garantizamos que podrán disfrutar de una relación estable y armoniosa y de una familia saludable.

Muchos matrimonios lo han logrado, incluyendo el nuestro. Hannia y yo fuimos negligentes en los primeros 12 años de nuestra vida matrimonial y gracias a Dios, un día pudimos darnos cuenta de eso y de inmediato buscamos la ayuda que necesitábamos para fortalecer la relación y tomar la decisión de ser diligentes en alimentar nuestro matrimonio.

Para ser diligentes en el matrimonio, debemos conocer los principios de vida sobre los que funciona la relación de acuerdo al Manual del que nos diseñó y nos creó, nuestro Padre celestial. No hay ninguna otra forma posible. Es viviendo esos principios bíblicos de vida en obediencia al Señor que podemos mantener el alimento a nuestro matrimonio y afrontar cualquier dificultad, por más difícil que sea, para mantener una vida estable y saludable.

Si hoy estás siendo consciente de la importancia de ser diligente en tu relación, comienza por buscar en tu Iglesia un grupo de matrimonios e intégrate, comiencen por recibir seminarios, discipulados, conferencias para matrimonios, asistan a eventos para matrimonios en su Iglesia, inscríbanse en los Retiros para Matrimonios por lo menos una vez al año, busquen orientación para saber manejar sus conflictos, procuren sanidad interior. Sean obedientes a lo que aprenden y pónganlo en práctica en su matrimonio en el diario vivir. Sean diligentes y no negligentes!

Prov. 12:24: La mano de los diligentes dominará, pero la negligencia traerá pérdidas y deudas.

Tomen la decisión de no ser más negligentes en su matrimonio. Luchen por lo más hermoso que Dios les ha dado en la vida, su matrimonio y su familia. Y nunca dejen de hacerse el bien el uno al otro, aun a pesar de!

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