miércoles, 30 de septiembre de 2020
martes, 29 de septiembre de 2020
Deuteronomio
Deuteronomio (del griego τὸ Δευτερονόμιον / tò Deuteronomion , la segunda ley; hebreo: דְּבָרִים, Devarim, "estas son las palabras") es un libro bíblico del Antiguo Testamento y del Tanaj hebreo. Se ubica en el quinto lugar, precedido por Números y es, en consecuencia, el último texto de la Torá ("La Ley"o "Enseñanzas de Dios") y, para los cristianos, del Pentateuco ("Las Cinco Cajas" donde se guardan los rollos hebreos). En las Biblias cristianas, se encuentra antes de los Libros históricos, el primero de los cuales es Josué.
Deuteronomio 20 da leyes para la guerra. Deuteronomio 20:1-9 - no temas en la guerra, Dios está aquí. Israel temía al enemigo más poderoso. Israel tiene instrucciones de no temer porque Dios está con ellos. Los hombres están exentos del combate si tienen una casa nueva, un viñedo listo para cosechar o un matrimonio no consumado. Deuteronomio 20:10-15 requiere que Israel ofrezca términos de rendición. Deuteronomio 20:16-18 instruyó a Israel a evitar la inmoralidad y el pecado de otras naciones. Deuteronomio 20:19-20 prohíbe cortar árboles que producen alimentos. La comida se puede tomar de los árboles.1
El Deuteronomio retoma la tradicional forma de contar la historia de Israel a través de grandes discursos; ellos son el marco y la referencia que limitan el Código ético que debería regir la vida del judío.
El libro relata lo que sucedió desde la entrega de las Tablas de la Ley hasta la llegada a los llanos del Moab, pero, como sucede con frecuencia en el Antiguo Testamento, no narra los hechos por la historia misma: los utiliza como medio para probar la realidad y verdad del Código.
Su personaje principal es el propio Moisés, viejo y en el fin de su vida, que recuerda el pasado y, con un estilo vivo y directo, se dirige a los israelitas para hacerles notar que si no guardan una fidelidad a ultranza al Pacto, serán ingratos y poco merecedores del amor de Dios. Él los ha elegido, y ellos han de honrar esa confianza o desaparecer.
La historia es, pues, en el Deuteronomio, el testigo que declara en favor de Dios que volcará al jurado (el pueblo) en su favor. El Deuteronomio muestra ser la puerta de ingreso a una interpretación correcta de la subsecuente historia del pueblo de Israel, esto quiere decir que el Deuteronomio tiene una proyección hacia el futuro del pueblo de Israel.
El libro está desarrollado en dos grandes partes que a su vez se dividen de la siguiente manera:
- I: La Segunda Ley
- 1: Discursos de introducción
- a: Datos históricos
- b: Primer discurso de Moisés (Deut. 1:6-4:40)
- c: Datos históricos (4:41-49)
- d: Segundo discurso (Caps. 5-11)
- 2: Código deuteronómico (12-26)
- 3: Discursos de conclusión
- a: Fin del segundo discurso de introducción (27-28)
- b: Tercer discurso (29-30)
- II: Relatos referentes al fin de la vida de Moisés
- 1: Textos acerca de la transición: Josué, el Cántico, la Ley
- 2: Cántico de Moisés
- 3: Bendición de la tribus
- 4: Muerte de Moisés
lunes, 28 de septiembre de 2020
Libro de Números
Viene precedido por el Levítico y seguido por el Deuteronomio.
El nombre original del Libro de los Números es במדבר, /bamidbar/ (‘[libro de] en el desierto’) en hebreo. En el siglo III a. C. el Bamibdar fue traducido al griego por los Setenta, con el nombre de Αριθμοί, /arizmoí/ (‘números’).
Todo el libro está poblado de números, que consigna con minuciosidad extrema: la cantidad de jefes de las tribus (cap. 7); número de las poblaciones y libaciones necesarias (13); cuenta de la cantidad de hombres sublevados (16:2); cabezas de ganado que han de ser destinadas al sacrificio ritual (28-29); cantidad de botín y su reparto exacto (31); agrimensura y dimensiones del territorio (35); incluso recuentos minuciosos de las leyes y los relatos contados.
Es posible que el libro exagere o idealice algo la cantidad de hebreos, pero es innegable que, más allá de ello, pinta un cuadro de la vida y la sociedad de aquellos tiempos con una fuerza incomparable, describiendo incluso con gran vivacidad el desierto del Néguev y la manera de vivir en él.
Más de una vez se expresa que Moisés se dedicó a registrar cada sitio donde los hebreos se detenían, cada oasis y cada campamento.
Como es habitual en los libros del Antiguo Testamento, su pertenencia a la serie de «libros históricos» es afirmada tanto por la Iglesia católica, como por el resto de grandes confesiones, ortodoxas, protestantes originarias etc. Otros autores afirman que ello no implica que corresponda al género histórico como se lo entiende hoy.
En el primer caso, en la misma línea que la tradición judía, la historia refleja ampliamente hechos históricos acontecidos, que hablan de la relación de Dios con el pueblo judío. Para los segundos no habría más que mitos y leyendas que en cualquier caso nadie ha podido tampoco negar.
La arqueología trabaja desde hace un siglo en tratar de averiguar la veracidad y detalle del contenido histórico de este libro. No cabe duda alguna que al menos todos los aspectos culturales quedan muy reafirmados por haberse conservado en su esencia en el judaísmo del templo hasta tiempos de Jesús. Además de la propia certificación que los autores del Nuevo Testamento ofrecen al dar por históricos estos hechos. Así como lo hacen numerosos otros libros posteriores de la propia biblia.
La arqueología no ha podido ni negar ni confirmar la completa veracidad de todo lo narrado. Como es común, los autores discuten sobre numerosas y a veces contradictorias hipótesis.
Las narraciones se interrumpen constantemente para insertar textos jurídicos. Es por ello que el plan de trabajo histórico se diluye a menudo, cosa que no ocurre con el plan teológico del libro.
viernes, 25 de septiembre de 2020
Levítico
El Levítico (en griego: Λευιτικός, Leyitikós, ‘acerca de los Levitas’; en hebreo: ויקרא [Vayikra], ‘y Él llamó’) es uno de los libros bíblicos del Antiguo Testamento y del Tanaj. Aunque tenga fragmentos más antiguos, hay consenso entre los estudiosos de la Biblia en que adquirió su actual forma durante el período persa, entre los siglos VI y IV A.C. Forma parte del Pentateuco, y de la Torá judía (“La Ley”). Se lo cuenta entre los libros históricos y en ambas versiones es el tercero, ubicado entre Éxodo y Números.
El libro se denomina Levítico porque se trata, en esencia, de un manual religioso para uso de los levitas, sacerdotes encargados del culto, escogidos de entre los miembros de la tribu de Leví. La tradición judeocristiana lo atribuye a la pluma del patriarca Moisés, como los demás libros del Pentateuco. Pero la concepción de autor en el Pentateuco no se entiende como entendemos hoy. Moisés puede ser autor de algunos fragmentos de Levítico, o del Pentateuco, pero no es el autor del todo. No hay un único autor, como se pensó durante mucho tiempo. Por el simple hecho que nadie puede narrar su propia muerte, en el caso de Moisés. Estos libros están compuestos por diversos autores, de diferentes contextos y épocas y su relato depende de este dato. Se acepta hoy que proviene de tradiciones o corrientes de pensamiento que son: Yahwista, Elohista, Deuteronomista y Sacerdotal.
El contenido del Levítico puede dividirse en tres partes:
- Leyes referidas a los sacrificios,
- Consagración de los sacerdotes,
- Leyes referidas a la pureza y santidad (referida a la relación con Dios y con los demás).
Sacrificio
El libro ordena preferir los sacrificios al modo antiguo, esto es, ofreciendo en holocausto ciertos animales, aceptando la oferta vegetal solo como segunda opción.
Toda la primera parte del Levítico consiste en disposiciones técnicas acerca de estos sacrificios (Lev., caps. 1-7).
Presenta tres tipos de sacrificios: el holocausto, el sacrificios de oblación y el sacrificio de comunión. Cada uno de estos tipos de sacrificio tiene un significado distinto. En el holocausto, el altar pone en contacto lo sagrado con lo profano dándole santidad a la ofrenda. La oblación recuerda que la tierra entera es pertenencia de Dios. El sacrificio de comunión (o sacrificio de paz) tiene la función de contactar lo sagrado con lo profano en el contexto de la comunidad de tal forma que los vínculos familiares puedan reforzarse.
Autoridades
Para ofrecer convenientemente los holocaustos se hacía necesaria una autoridad litúrgica que presidiera las celebraciones.
Levítico crea, pues, la clase eclesiástica hebrea, personificada en algunos de los miembros de la tribu de Leví: los sacerdotes. Aplicando órdenes de Dios, se dan estos cargos a Aarón, sus hijos y sus descendientes (8-10), designados Cohanim.
Pureza
Las leyes de pureza ocupan gran parte del resto del libro (11-16).
jueves, 24 de septiembre de 2020
Arca del pacto
Tabernáculo de Moisés
Mandamientos
miércoles, 23 de septiembre de 2020
Gloria de Dios
Moisés abre el mar
Éxodo 6:6 Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes;
Éxodo 14:15-16 Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.
Consagración de los primogénitos
Éxodo 13:2-16 Conságrame todo primogénito. Cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales, mío es. Y Moisés dijo al pueblo: Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Jehová os ha sacado de aquí con mano fuerte; por tanto, no comeréis leudado. Vosotros salís hoy en el mes de Abib. Y cuando Jehová te hubiere metido en la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del heveo y del jebuseo, la cual juró a tus padres que te daría, tierra que destila leche y miel, harás esta celebración en este mes. Siete días comerás pan sin leudar, y el séptimo día será fiesta para Jehová. Por los siete días se comerán los panes sin levadura, y no se verá contigo nada leudado, ni levadura, en todo tu territorio. Y lo contarás en aquel día a tu hijo, diciendo: Se hace esto con motivo de lo que Jehová hizo conmigo cuando me sacó de Egipto. Y te será como una señal sobre tu mano, y como un memorial delante de tus ojos, para que la ley de Jehová esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó Jehová de Egipto. Por tanto, tú guardarás este rito en su tiempo de año en año. Y cuando Jehová te haya metido en la tierra del cananeo, como te ha jurado a ti y a tus padres, y cuando te la hubiere dado, dedicarás a Jehová todo aquel que abriere matriz, y asimismo todo primer nacido de tus animales; los machos serán de Jehová. Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, quebrarás su cerviz. También redimirás al primogénito de tus hijos. Y cuando mañana te pregunte tu hijo, diciendo: ¿Qué es esto?, le dirás: Jehová nos sacó con mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre; y endureciéndose Faraón para no dejarnos ir, Jehová hizo morir en la tierra de Egipto a todo primogénito, desde el primogénito humano hasta el primogénito de la bestia; y por esta causa yo sacrifico para Jehová todo primogénito macho, y redimo al primogénito de mis hijos. Te será, pues, como una señal sobre tu mano, y por un memorial delante de tus ojos, por cuanto Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte.