sábado, 2 de septiembre de 2017

Prosperidad integral

Cinco valores fundamentales en los que Dios espera que coincidamos como pareja

1- Sinceridad: El valor de la comunicación transparente. 

El final del siglo XX y los comienzos del siglo XXI, pueden pasar a la historia como “la era de las comunicaciones”. Entonces, si toda la creación se comunica entre sí, ¿por qué nosotros no nos podemos entender en casa? Si quieres ser una mujer que prospera, necesitas encontrar la forma de comunicarte efectiva y transparentemente con tu esposo. Contarle tus triunfos y compartir tus inquietudes. Celebrar las victorias y llorar juntos las derrotas. 

2- Orden: Un virtuoso valor que no puede faltar. 

La sociedad tiende a establecer el orden. Por eso existen las leyes. Esto lo he visto y no es una opinión política, es simplemente la observación de un proceso que nos ha tocado vivir en Latinoamérica. Todo tiene un orden. Todos necesitamos cierta coherencia en nuestra vida. Por eso, el ser humano tiene una tendencia natural muy importante, la de buscar el orden, a veces, hasta en medio del desorden. 

3- Discernimiento: Un valor para poder diferenciar las necesidades de los deseos.

Debemos satisfacer nuestras necesidades primeramente, y luego satisfacer nuestros deseos, solamente en el caso de que tengamos los recursos económicos disponibles para hacerlo. Por lo tanto, antes de salir de compras, es importante que tengamos en claro lo que es una necesidad y lo que es un deseo. 

4- Perseverancia: El valor de ser constante y paciente.

Debes aprender a ser constante en la vida, debes ser perseverante a través de las dificultades. El ejercer la paciencia en forma perseverante, desde el punto de vista económico, requiere salirnos de la actitud y la cultura imperante. Que aprendamos a ser constantes a través del tiempo y que no nos rindamos frente a las circunstancias. Que después de una caída, sepamos sacudirnos el polvo de la ropa y continuemos caminando hacia adelante. 

5- Dominio propio: El valor del buen comportamiento. 

Este valor es vital para alcanzar la prosperidad integral. El dominio propio es un elemento esencial y una marca clara del carácter maduro de un individuo. Sin él, es imposible hacer un plan financiero y llevarlo a cabo. Dice un antiguo proverbio chino: “Aquel que conoce a otros es sabio, aquel que se conoce a sí mismo es un iluminado”.

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