jueves, 28 de septiembre de 2017

Cerrando puertas al enemigo

Una de las mayores obras de ingeniería hidráulica que se realizara en la antigüedad es la del acueducto que se llevara a cabo durante el reinado del rey Ezequías en Jerusalén. Esta obra consistía en cerrar el “acueducto de arriba”, que se encontraba fuera del muro de la ciudad y además en alimentar un estanque dentro de la ciudad, que luego se lo llamaría Siloe, por medio de la construcción de un canal subterráneo, que le exigía no sólo destreza de albañiles sino de ingenieros; ya que el pasaje tenía que ser taladrado a través de una masa continua de roca, esto se desprende del relato bíblico y del hallazgo de la “inscripción de Siloam”, descubierta en 1880, la cual se encuentra en el Museo Arqueológico de Estambul.
Pero que fue lo que lo llevo al rey Ezequías a realizar tamaña obra? Esta decisión fue en repuesta a que el rey asirio Senaquerib, envió a un poderoso ejército, para conquistar Jerusalén, el cual acampo junto al acueducto del estanque de arriba y por este motivo Ezequías les dijo al pueblo: “… ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vengan?” (2da. Cron.32:4). El rey Ezequías no podía impedir que estuvieran allí afuera de la ciudad sitiándolos, pero si podía hacer todo lo posible para que su estadía no le fuera fácil a sus enemigos.
Muchas veces en nuestra vida cotidiana nos encontramos en una situación similar a la que vivió el rey Ezequías y el pueblo de Jerusalén, el enemigo de nuestras almas, viene a nuestras vidas con el propósito de conquistarnos y robarnos la bendición de Dios, y nosotros debemos de actuar como ellos actuaron.
Ezequías y el pueblo entendieron que si no le cerraban el acueducto sus enemigos podrían permanecer todo el tiempo que quisieran sitiándolos, por eso le cerraron la fuente de su sustento, de igual manera nosotros debemos
entender que cuando el enemigo viene en nuestra contra tratará de encontrar fuentes de las que puede beber y sustentarse por largo tiempo, esas fuentes pueden ser nuestra baja autoestima, rencor, temores, frustración, inseguridad, esas situaciones irresueltas en nuestra vida, le servirán siempre a él como una fuente de sustento para luego venir en nuestra contra.
Hay una frase que dice: “no podrás impedir que los pájaros vuelen sobre su cabeza, pero sí que hagan un nido en ella” esto quiere decir que no podrás evitar que el enemigo se levante en contra tuyo, porque esa es su naturaleza, pero si podrás cerrarle toda fuente de sustento.
Hoy es necesario que tomes esta decisión de cerrar las fuentes de sustento del enemigo en tu vida, basado en la palabra que el Rey Ezequías le dijo al pueblo “Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. Con él es el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos, y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá.” (2da.Cron. 32:7 y 8).

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