Romanos 12:1-2
“…Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional. Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto. En la medida en que he meditado y orado acerca de estos versículos, me ha parecido que hay dos asuntos mucho más amplios con los que debemos tratar antes de avanzar al versículo 3. Me gustaría dedicarle una semana a cada uno de ellos…”
Mensaje Cristiano:
“…La Voluntad de Dios”
Uno de los asuntos que espero tratar la próxima semana, es el significado del término “…la voluntad de Dios…” El versículo 2 dice que tenemos que verificar cuál es la “…voluntad de Dios…” Es una frase muy común y creo que a veces, cuando la utilizamos, puede que no sepamos de qué estamos hablando. Eso, espiritualmente, no es nada saludable.
Si nos acostumbramos a utilizar lenguaje religioso, sin saber a qué nos referimos con él, gradualmente nos convertiremos en cascarones vacíos. Y muchas afecciones diferentes poblarán las mentes religiosas vacías, que poseen palabras pero poco o ningún contenido.
El término “…la voluntad de Dios” tiene al menos, y posiblemente, tres significados bíblicos. Primero, está la soberana voluntad de Dios, que siempre se cumple sin fallar. Segundo, está la voluntad de Dios relevada en la Biblia —no robarás, no darás falso testimonio contra tu prójimo, no matarás, no codiciarás la mujer de tu prójimo, y no desearás la casa de tu prójimo, ni su campo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo— y esta voluntad a menudo no se cumple.
Y tercero, está el camino de la sabiduría y de la piedad espontánea —sabiduría, cuando con nuestras mentes renovadas aplicamos conscientemente la Palabra de Dios a circunstancias moralmente complejas; piedad espontánea, cuando vivimos la mayor parte de nuestras vidas sin reflexionar conscientemente acerca de las cientos de cosas que decimos y hacemos todos los días. La próxima semana tendremos que aclarar este tema y preguntarnos a qué se refiere Pablo en Romanos 12:2.
La Transformación Mediante la Renovación de Nuestras Mentes Pero hoy, quiero concentrarme en la frase de Romanos 12:2, “…mediante la renovación de vuestra mente…” “…Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto…”
Como cristianos exaltadores de Cristo, somos completamente inútiles si todo lo que hacemos es adaptarnos al mundo que nos rodea. Y la clave para no desperdiciar nuestras vidas con esta clase de éxito y prosperidad, según Pablo, es ser transformados: “...no os adaptéis a este mundo, sino transformaos…”
Esa palabra, transformación, es utilizada solo una vez en todos los evangelios, exclusivamente, cuando se refiere a Jesús en el monte de la transfiguración (el monte de la transformación— la misma palabra, metemorphõthë): “…y se transfiguró delante de ellos; y su rostro resplandeció como el sol, y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz…” (Mateo 17:2; Marcos 9:2).
La Transformación No Es Solo Externa
Hago este señalamiento por una razón: para dejar claro que la inconformidad con el mundo, no significa principalmente evadir externamente las conductas mundanas. Está incluido.
Pero usted puede evitar toda clase de comportamiento mundano y sin embargo no ser transformado: “…su rostro resplandeció como el sol, y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz…” Algo así nos ocurre tanto espiritual como moralmente.
Mentalmente, primero por dentro, y después, más adelante, en la resurrección ocurre externamente. Así habla Jesús de nosotros, en la resurrección: “…Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre…” (Mateo 13:43).
La transformación no es cambiar de la lista de acciones de la carne por la lista de acciones de la ley. Cuando Pablo reemplaza la lista —las obras— de la carne, no las cambia por la obras de la ley, sino por el fruto del Espíritu (Gálatas 5:19-22). La alternativa cristiana ante la conducta inmoral, no es crear una nueva lista de comportamientos.
La alternativa cristiana para la inmoralidad, es el poder triunfante y la transformación del Espíritu Santo mediante la fe en Jesucristo —nuestro Salvador, nuestro Señor, y nuestro Tesoro. “…[Dios] nos hizo suficientes como ministros de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida” (2da a los Corintios 3:6). De modo que la transformación es un profundo cambio interno, pagado por la sangre de Cristo, y llevado a cabo por el Espíritu Santo.
La Libertad de Estar Sujetos a Cristo
Es por esto que la vida cristiana —aunque está totalmente sometida (Romanos 8:7; 10:3), esclavizada (Romanos 6:19, 22), a la voluntad de Dios— aparece descrita en el Nuevo Testamento como una vida radicalmente libre. “…Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad…” (2da a los Corintios 3:17). “…Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes, y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud…” (Gálatas 5:1).
En Cristo somos libres, porque cuando hacemos de corazón lo que amamos hacer, somos libres, si aquello que amamos hacer es lo que debemos hacer. Y ese es el significado de la transformación: cuando somos transformados en Cristo, amamos hacer aquello que debemos hacer. Eso es libertad.
Un Medio de Transporte Esencial: La Renovación de la Mente Y en Romanos 12:2 Pablo se enfoca en un medio de transporte esencial —“…la renovación de vuestra mente…” “…Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente…” ¡Oh, cuán importante es!
Si anhela liberarse de la conformidad con el mundo, Si anhela ser transformado desde adentro hacia afuera y volverse un nuevo ser, Si anhela dejar de ser un simple cristiano manejado por el deber, y anhela comenzar a hacer lo que ama hacer, hacerlo porque lo que ama hacer es lo que debe hacer, Si anhela ofrecer su cuerpo como un sacrificio vivo, a fin de que toda su vida sea un acto espiritual de adoración y muestre el valor de Cristo por encima del valor del mundo.
Entonces entréguese con todas sus fuerzas y persiga la renovación de su mente. Porque la Biblia dice, que esa es la clave para alcanzar la transformación: “…la renovación de vuestra mente…” “…Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente…”
¿Qué pasa con la mente humana? ¿Por qué nuestras mentes necesitan ser renovadas? ¿Y cómo es esta renovación? ¿Y cómo podemos buscar y disfrutar de esta renovación?
El Problema de Nuestras Mentes
Hay muchos que piensan que el único problema de la mente humana es que no tiene acceso a todo el conocimiento que necesita. Así que la educación se vuelve el gran instrumento para alcanzar la redención —tanto personal como social.
No hay comentarios:
Publicar un comentario