La vida no siempre es dulce y colorida. A veces llegan momentos que no esperábamos, tales como una enfermedad, la pérdida de un ser querido, una separación o divorcio, y otras situaciones difíciles que no deseáramos haberlas vivido.
Aunque haya sido un año difícil Dios quiere consolarte, tomarte en sus brazos de amor, a través de sus palabras en los Salmos, o en otra parte de la Biblia, puedes encontrar consuelo. También puedes escuchar canciones que hablen de Dios, de cómo está contigo, de cuánto te ama.
La fortaleza que encuentras en creer en Jesús quien sufrió mucho en esta vida, también puede darte el consuelo y puede darte esperanza.
Cuando hemos sufrido tanto, el cielo parece no tener color, todo se torna oscuro y no vemos la salida. Hay un Salmo que dice: Pacientemente esperé a Dios, y él se inclinó a mí y oyó mi oración, me sacó del pozo de la desesperación y enderezó mis pasos.
Puede que hayan sido situaciones irremediables, Dios entiende tu dolor y Jesús, el hijo de Dios, te dice que vengas a Él si estás cansado y cargado, que Él te hará descansar. Se sufre por la situación pero no podemos quedarnos allí. Dejamos las cargas en Jesús, y seguimos adelante. NO pierdas la esperanza, te levantarás y volverás a ser feliz. No te rindas.
Tal vez haya personas que dependan de ti y ellos esperan que te recuperes y sigas siendo ejemplo para ellos, o esperan que seas la persona que provea para sus necesidades. Dios te ha dado, amor, poder y dominio propio y desechando el temor, el miedo al futuro, vas a salir adelante.
Yo pasé por una separación y fue muy doloroso. Pero allí estaban 2 pequeñas niñas preciosas de 3 y 6 años, esperando que yo les consolara y les llevara adelante en la vida. Así lo hice, sequé mis lágrimas, y fui proactiva, enfrenté la vida sin temor, trabajé y aún sigo preparándome para darles un mejor futuro. No ha sido nada fácil, pero Dios ha sido mi ayuda, nunca me ha abandonado, he sentido cómo me ha consolado y me ama. Si no fuera por eso, hubiese caído en depresión y desesperación.
No escogemos estas situaciones difíciles y dolorosas, pero sí podemos decidir salir de ellas, por nosotros mismos, por nuestra familia, para seguir siendo luz en el camino de la vida, una luz que nunca se apague. Dios te bendiga y te de un nuevo deseo de vivir, como me lo dio a mí. El dolor pasará, te lo aseguro, pero debes desear salir de esa situación. Nada es imposible para Dios.
Sea cual sea tu situación, decide que no te rendirás y que te darás el valor que Dios te dio, Dios está contigo, Adelante.
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