Dios le dijo a Abraham: Vete de tu tierra y de tu parentela. Abraham se llevó a Lot con él y, más adelante, tuvieron problemas. Tuvieron problemas porque Lot no pudo aguantar la bendición que cargaba Abraham. Tuvieron, entonces, que separarse; pero, a través de aquella separación, permitió Dios que Abraham pudiera recibir mayor bendición.
Abraham tuvo que ir a pelear por Lot, para rescatarlo. Y tú tienes que entender que, cuando tú verdaderamente entiendes la identidad, el valor, el llamado que Dios ha puesto sobre ti, Dios te va a usar para bendecir aun a aquellos que no han entendido el don de Dios en tu vida.
Para llegar a la tierra que Dios le mostraría, Abraham tuvo que pasar por otros lugares. Abraham salió sin dirección, sin un lugar específico hacia donde llegar. Hay un nivel de fe cuando podemos seguir una instrucción de Dios, aun sin entenderla, aun sin tener todos los detalles. Dios no tiene que darte detalles, él no tiene que darte explicaciones.
Cuando Abraham se fue de la casa de su parentela, lo hizo para que Dios trajera una definición firme en su vida y, a través de esa experiencia, él pudo entender que su camino a la tierra prometida iba a traer otras experiencias donde lo único que Dios iba a hacer era fortalecer la identidad que había puesto en él.
Cuando vamos en pos de nuestro llamado, de lo que Dios tiene para nuestra vida, una de las cosas que tenemos que entender es que el camino no va a ser fácil; pero, mientras tú mantengas tus pensamientos en el lugar correcto, cada experiencia va a definir tu vida más firme que nunca antes en el Señor.
Quizás todavía no has entendido por qué pasaste por ciertas experiencias, por qué Dios abrió o cerró una puerta en tu vida; hoy Dios te dice: Porque he puesto una identidad en ti, y todo lo que voy a hacer contigo va a sobrepasar todas las experiencias negativas del pasado. Todo lo que el enemigo te ha querido robar, todas las palabras negativas que se han hablado sobre ti, todas las veces que han querido detener tu potencial, todo eso va a caer al piso, cuando tú entiendas el valor que Dios ha puesto en ti, la verdadera identidad, el propósito de Dios en ti. Pero tienes que ubicarte en el lugar correcto.
En Génesis 14, vemos que, cuando Abraham supo que su pariente, Lot, estaba prisionero, armó a sus criados. No dice que armó guerreros. Cuando estás en el lugar correcto, y entiendes la definición que Dios ha puesto en ti, tú haces lo que tienes que hacer con lo que tengas, aunque tú entiendas que eso que tú tienes no tiene las capacidades, aunque no tengas la educación, aunque no tengas las finanzas; pero, cuando Dios te manda a hacer algo, Dios te respalda; aunque tú vayas a enfrentar un ejército con criados, Dios respalda a aquellos hijos que siguen su voz.
16 Y recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente.Génesis 14:16
Quizás el enemigo te ha querido quitar algo, pero hoy Dios te dice que tú vas a recuperar todo lo que el enemigo te ha querido quitar. Cuando tú mires hacia atrás, dirás: Misericordioso ha sido Dios conmigo; en los momentos en que no entendí lo que estaba pasando, hoy puedo dar fe que Dios no quitó. Dios lo único que hace es añadir a tu vida y, aun lo que el enemigo te ha querido quitar, Dios te lo va a dar multiplicado, cuando tú entiendas que, con lo que tú tienes tu puedes hacerle frente a cualquier situación que venga delante de ti.
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