¿Algunas vez has sentido que lo que estas viviendo es más fuerte de lo que puedes realmente soportar?, hablo de esos momentos en donde por más que intentamos esforzarnos pareciera que no se dan los resultados que quisiéramos.
Todos vamos a pasar momentos como esos, en los cuales sentimos que lo que estamos viviendo es mucho más fuerte de lo que actualmente podemos soportar, sin embargo Dios dijo en su Palabra: “Entrégale tus cargas al Señor, y él cuidará de ti; no permitirá que los justos tropiecen y caigan.” Salmos 55:22 (Nueva Traducción Viviente).
Cuando nosotros reconocemos que no podemos más y nos rendimos totalmente a Dios, es cuando las cosas comienzan a cambiar, mientras nosotros nos rehusemos a ir delante de Dios para entregarle nuestras cargas difícilmente podremos sentirnos tranquilos.
Entregarle las cargas a Dios es decirle: “Señor, ya no puedo más, esto que me preocupa, esto que me roba la paz lo pongo hoy en tus manos, no quiero seguir más sintiéndome así, confío en que tú tomarás control de esto”. Y es que entregar tu carga a Dios tiene que ver con renunciar a aquello que te hacia sentir mal, para comenzar a confiar que Dios tiene el control total de eso que te abatía.
Quizá las últimas semanas, meses y algunos hasta años has llevado una carga muy pesada sobre tus hombros, ha habido en tu vida una preocupación constante de no saber como harás o de no saber como te ira o los resultados que obtendrás de eso, sin embargo hoy Dios quiere que descanses en Él, hoy Dios quiere que puedas entregarle a Él tus cargas, Él quiere que comiences a confiar en que es Poderoso para solucionar cualquier situación que humanamente parece insolucionable.
Hoy por fe quiero invitarte a comenzar a confiar en Dios, a tener esa fe suficiente como para creer y tener la seguridad que así va ser, de que Dios pondrá todo en orden a pesar que todo parece que saldrá mal.
Cuando le entregas a Dios tus cargas, Él cuida de ti y no permite que tropieces y caigas, sino que Él hará de eso que tanto te preocupa, un testimonio vivo de su PODER.
Hoy quiero invitarte a realizar esta oración de fe:
“Dios mío que estas en los cielos, te doy gracias por cada día que me regalas, por la oportunidad de vida que tengo y porque hoy al abrir mis ojos pude darme cuenta de lo bendecido que soy al presenciar tu misericordia hecha real en mi vida. Hoy quiero entregarte todo aquello que hasta este momento me preocupaba, hoy quiero entregarte estas cargas pesadas que por mucho tiempo he llevado y que lo único que han hecho es amargar mi vida y entristecerla, hoy quiero comenzar a confiar plenamente en ti, yo sé que tu eres lo suficientemente capaz y Poderoso para actuar en esto que tanto me aflige. Hoy deposito mi confianza total en ti, sabiendo que tú actuarás en mi vida, ayúdame a creer sin dudar, ayúdame a confiar y sobre todo ayúdame a esperar en ti. Hoy decido entregarte todas mis cargas y me declaro libre en ti. ¡Gracias Señor!, Gracias porque yo sé que tu me escuchas y que tomarás mis cargas, me cuidaras, no me dejarás tropezar ni mucho menos caer, gracias por tus bondades, gracias por tus misericordias, gracias porque en ti puedo confiar. En el Nombre Poderoso de Jesús, Amén.”
¡Descansa en el Señor!, ya no te sigas preocupando al extremo por eso, porque ahora esta en las manos del Señor. ¡Sonríe a pesar de todo! Porque Dios volverá la alegría a tu vida a través de esa obra maravillosa que hoy a comenzado a hacer en ti.
¡Descansa!
“Así que pongan sus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ustedes.”
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