sábado, 27 de septiembre de 2014

Mensaje de Jesús

Rendirme?

Nuevo

La percepción espiritual no es para mejorar meramente tu percepción de la realidad; eso lo puedes lograr con un pensamiento positivo. La percepción espiritual esta para traer transformación permanente a tu vida. Es para que creas que eres alguien diferente, que eres verdaderamente una nueva criatura, que has sido transformado, y para que actúes de una nueva manera.
Lo primero que debes hacer es dejar de glorificar tu pasado.  Tus mejores años no han pasado, las mejores oportunidades de tu vida no han pasado, todavía hay posibilidades.
Algunos cristianos están esperando ir al cielo algún día, están pendientes a ser los guías morales de tanta gente, en vez de ser gente de fe, gente de creer por una transformación para ahora. En ocasiones, el mundo tiene más fe que los mismos cristianos. Mientras mucha gente emigra de su país, porque todo lo que escuchan y ven les habla de crisis económica, más adelante, llegan extranjeros y establecen centros comerciales con las tiendas más caras. Esa gente está viendo algo que todos los que están alrededor no están viendo.
Deja de pensar que ya todo acabó y que los tiempos de ayer eran mejores, y comienza a mirar lo que Dios quiere hacer. Lo que Dios quiere no es que te acomodes un poquito más, que veas un poco de progreso y que solamente te conformes con un paso a la vez. Dios quiere darte una nueva vida.
2 Corintios 5:16-17 dice: De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Esta escritura dice: Si a alguien conocí según la carne, si a alguien lo conocí bajo los pensamientos del pasado, ya no lo conozco así. Si a alguien conocí bajo las viejas estructuras, bajo la vieja criatura, si a alguien conocí de esa manera, ya no lo conozco. Y es que, cuando Cristo llega a la vida de una persona, no llega para hacer pequeños cambios, sino que esa persona queda irreconocible.
Dios lo hace todo completamente nuevo.

Proverbios 17:17

Mateo 7:3

Afanosos

2 Timoteo 2:15

Propósito

Nuevo día

viernes, 26 de septiembre de 2014

Mateo 11:28-30

Salmo 23:2

 “En Lugares de Delicados Pastos me hará descansar” Salmo 23: 2
Descanso del alma es paréntesis eterno, desplegado en los cielos con producto de permanencia en el seno del Padre que sostiene, entrega y traspasa el relax de espíritu para el alma angustiada.  ¿Dónde Dios promete descanso hoy?
En verdes pastos. Y esta expresión no habla tanto de alimento acá, sino de frescura, en medio del calor del día, pastos verdes es rico lecho para descansar. Es como estar en un sofá libre y en total descanso.
Pasto nuevo. De eso habló el Señor Jesús cuando exclamó con solemnidad profunda “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar” Jesús. Mateo 11.
Una de las grandes declaraciones del Señor para sus hijos  es que él promete para  nuestras almas atribuladas el descanso.
Dos cosas muy importante en el ser humano son el sentirse seguro que nada le faltará y tener descanso.
Un verdadero Padre siempre velará para que sus hijos descansen bien y estén listos para el día siguiente ir al colegio. Aún recuerdo cuando mis hijos estaban pequeños mi preocupación constante para ellos era que descansaran lo suficiente para que estuvieran atentos en clase al día siguiente.
El Señor, Padre tierno y dulce velará por mi hoy para que tenga el suficiente descanso y así hacer frente a las demandas de la vida con el sosiego resplandeciente de un lago cristalino frente a los nubarrones tempestuosos que amenazarán romper en mil pedazos la cerámica de mi paz y el silencio de mi tranquilidad escondida.
Dios como el genuino Padre  siempre está listo para crear el ambiente de descanso que mi alma necesita. Descanso del alma tiene sus raíces plantadas en la tierra negra y fértil de la misericordia y la ternura divina. Ningún ladrón podrá asaltar los tesoros guardados en la poderosa palma de la mano de Dios.
Ninguna tempestad podrá resquebrajar la pequeña y frágil barca que se bambolea en el puerto de la confianza delicada e infantil de quien sabe que su Padre ni lo ha dejado, ni lo dejará a la merced de las corrientes internas que arrastran y matan.
Señor, Gracias por ser no solo mi Pastor, sino también mi Padre.  Tu ternura me quebranta y tu descanso me conmueve.  Hoy, descansaré no solo en tus promesas, sino en ti.  Eres el puerto seguro y el capitán constante.  Hoy, disfrutaré de tu descanso. Amén.

Gracias

Lucas 9:23

Mateo 5:16

Dios te ama

Deuteronomio 7:9

Lea

Filipenses 4:6-7

Sanación y fortaleza

Por nada estéis afanosos; sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros entendimientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7.
No tengas afanes, sino oraciones; no inquietudes, sino mucha comunión con Dios. Pon tus súplicas delante del Señor de tu vida, guardián de tu alma. Acércate a Él con dos partes de oración y una de alabanzas fervorosas. No ores con dudas, sino con gratitud.
Ten por cierto que tus peticiones han sido atendidas, y, por tanto, alaba al Señor por su misericordia. Él te prodiga sus bendiciones; dale tú las gracias. Nada le escondas, ni guardes en tu pecho inquietud alguna que perturbe tu corazón; «sean notorias vuestras peticiones».
No recurras al hombre, sino sólo a Dios, al Padre de Jesús que en Él os ama. De este modo encontrarás la paz de Dios. Jamás podrás comprender de cuánta paz te inundará. Él te estrechará en sus brazos amorosos. Tu corazón y tu espíritu quedarán sumergidos por Cristo Jesús en un océano de reposo.
Venga sobre ti la vida o la muerte, la pobreza o el dolor, la calumnia o el odio, siempre estarás al abrigo de toda tempestad, por encima de todas las nubes que te amenacen. ¿Por qué no obedeces a este tan inefable mandato?

Sí, Señor, creo en ti, pero ayuda mi incredulidad.
Hoy descargaré toda mi ansiedad en el altar del Señor. El me cuida mejor que cualquier otra persona.
Señor, Gracias por darme de tu amor y tu grandeza.  Gracias por extender tu mano sanadora y fortalecerme. Amén.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Mateo 28:19

Conexión

Mateo 18:20

Bendición

Mateo 22:37

Samuel

Isaias 49:23

Poderoso

Talentos

En Isaías 43:19, Dios dice: He aquí yo hago cosa nueva, ¿no la conoceréis? En contexto, una mejor frase para esa pregunta sería: ¿No lo puedes percibir?
Para entender mejor lo que se quiere decir con percepción, veamos un ejemplo. Si tuviéramos un vaso y vertiéramos agua en él hasta la mitad, la percepción natural nos llevaría a ver el vaso medio lleno. La realidad no es que esté medio vacío ni medio lleno, la realidad es que está a la mitad. La percepción no cambia la realidad, lo que cambia es cómo tú te sientes. Si te sintieras deprimido, podrías ver el vaso medio vacío y enfocarte en lo que le falta, en lo que no tiene. O podrías ver el vaso medio vacío, y apasionarte por llenarlo. Es cuestión de percepción.
Hay varias realidades. Si el vaso es de 16 onzas, lo que aguanta son 16 onzas. Por más que ayunes, diezmes y ofrendes, seguirán siendo 16 onzas; y si está a la mitad, está a la mitad. Entonces, vamos a la iglesia a orar, y lo que queremos es que se nos esconda el vaso, porque ojos que no ven, corazón que no siente. El problema es que, cuando salimos de la iglesia, la realidad es la misma: El vaso está a la mitad.
Quizás estás viendo el vaso medio lleno, diciendo: No estoy tan mal. Pero esa percepción tampoco te ha hecho llenar tu vaso porque, mientras lo ves medio lleno, sientes que estás bien, que hay matrimonios peores; pero el que haya otros peores no quita la realidad de que el tuyo aguanta 16 onzas y tiene solo 8. Esa es la realidad del asunto. Tu percepción no cambia la realidad, no cambia los hechos.
Entonces, ¿cuál es la mejor manera de ver las cosas?
Pues, en este caso, el vaso está a la mitad. Y, ¿qué de malo hay con que esté a la mitad? Mientras estés esperando que llegue alguien a cambiar la realidad, se van a tomar las 8 onzas que tienes y te vas a quedar con el vaso completamente vacío.
Puedes jugar con tu percepción, ajustándola para sentirte mejor, pero esto no cambia tu realidad, no cambia tu bolsillo, no cambia tu matrimonio. El hecho de que solo veas lo bueno de tu cónyuge no lo hace mejor cónyuge, te hace a ti una persona ciega. Y el problema es que pretendes que otros se cieguen contigo.
El ver lo bueno únicamente, no cambia la realidad. La realidad es que el potencial son 16 onzas, y lo que hay son 8. Por más positivo que lo veas, si no haces algo para cambiar eso, siempre estarás a la mitad de tu potencial.
Por lo general, pensamos: Un día yo tuve 16 onzas. ¡Recuerdo esos días! Recuerdo las ideas que tenía, las cosas que hacía; pero, para mi edad, no estoy tan mal. Pero es necesario que veamos la realidad.
La realidad es que tú no fuiste hecho para vivir a la mitad de tu potencial, de la misma manera que el que creó el vaso, no lo hizo para que aguante la mitad, sino para que aguantara 16 onzas. La realidad es que el Creador se sentiría frustrado, si tú vives a la mitad de tu potencial, sabiendo él que tú puedes vivir a la plenitud del máximo potencial para el cual él te creó. Tu Creador no va a aceptar que tú te pienses “positivamente” por debajo de lo que él quiere que tú seas.
El Dios Todopoderoso no te va a premiar por haber sido positivo toda tu vida. No te va a decir: Yo te hice para 16 onzas, pero ¡qué bueno que con 8 pudiste! Dios dio 1 talento, esperando que lo multiplicasen a 2; dio 2 talentos, esperando que lo multiplicasen a 4; y le dio a otro 5, esperando que los multiplicase a 10. Y, al que le dio 1 y no lo multiplicó, él fue y se lo quitó y se lo dio al que los multiplicó a 10, porque Dios no es un Dios de hacer las cosas a medias, ni anda recordando lo que hizo en el pasado. Él dijo que no trajéramos a memoria las cosas pasadas, y que él haría cosa nueva.
Lo que Dios te dio ayer, servía para ayer, estaba a tu nivel de ayer, pero él espera que hoy tú estés en un mayor nivel y que entiendas que él puede hacer algo nuevo en tu vida.

Proverbios 10:9

Obedeced

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Mateo 11:28

Sanador

Juan 16:33

Salmo 37:4

Fuerzas

Tus cargas


¿Algunas vez has sentido que lo que estas viviendo es más fuerte de lo que puedes realmente soportar?, hablo de esos momentos en donde por más que intentamos esforzarnos pareciera que no se dan los resultados que quisiéramos.
Todos vamos a pasar momentos como esos, en los cuales sentimos que lo que estamos viviendo es mucho más fuerte de lo que actualmente podemos soportar, sin embargo Dios dijo en su Palabra: “Entrégale tus cargas al Señor, y él cuidará de ti; no permitirá que los justos tropiecen y caigan.” Salmos 55:22 (Nueva Traducción Viviente).

Cuando nosotros reconocemos que no podemos más y nos rendimos totalmente a Dios, es cuando las cosas comienzan a cambiar, mientras nosotros nos rehusemos a ir delante de Dios para entregarle nuestras cargas difícilmente podremos sentirnos tranquilos.

Entregarle las cargas a Dios es decirle: “Señor, ya no puedo más, esto que me preocupa, esto que me roba la paz lo pongo hoy en tus manos, no quiero seguir más sintiéndome así, confío en que tú tomarás control de esto”. Y es que entregar tu carga a Dios tiene que ver con renunciar a aquello que te hacia sentir mal, para comenzar a confiar que Dios tiene el control total de eso que te abatía.

Quizá las últimas semanas, meses y algunos hasta años has llevado una carga muy pesada sobre tus hombros, ha habido en tu vida una preocupación constante de no saber como harás o de no saber como te ira o los resultados que obtendrás de eso, sin embargo hoy Dios quiere que descanses en Él, hoy Dios quiere que puedas entregarle a Él tus cargas, Él quiere que comiences a confiar en que es Poderoso para solucionar cualquier situación que humanamente parece insolucionable.

Hoy por fe quiero invitarte a comenzar a confiar en Dios, a tener esa fe suficiente como para creer y tener la seguridad que así va ser, de que Dios pondrá todo en orden a pesar que todo parece que saldrá mal.

Cuando le entregas a Dios tus cargas, Él cuida de ti y no permite que tropieces y caigas, sino que Él hará de eso que tanto te preocupa, un testimonio vivo de su PODER.

Hoy quiero invitarte a realizar esta oración de fe:

“Dios mío que estas en los cielos, te doy gracias por cada día que me regalas, por la oportunidad de vida que tengo y porque hoy al abrir mis ojos pude darme cuenta de lo bendecido que soy al presenciar tu misericordia hecha real en mi vida. Hoy quiero entregarte todo aquello que hasta este momento me preocupaba, hoy quiero entregarte estas cargas pesadas que por mucho tiempo he llevado y que lo único que han hecho es amargar mi vida y entristecerla, hoy quiero comenzar a confiar plenamente en ti, yo sé que tu eres lo suficientemente capaz y Poderoso para actuar en esto que tanto me aflige. Hoy deposito mi confianza total en ti, sabiendo que tú actuarás en mi vida, ayúdame a creer sin dudar, ayúdame a confiar y sobre todo ayúdame a esperar en ti. Hoy decido entregarte todas mis cargas y me declaro libre en ti. ¡Gracias Señor!, Gracias porque yo sé que tu me escuchas y que tomarás mis cargas, me cuidaras, no me dejarás tropezar ni mucho menos caer, gracias por tus bondades, gracias por tus misericordias, gracias porque en ti puedo confiar. En el Nombre Poderoso de Jesús, Amén.”
¡Descansa en el Señor!, ya no te sigas preocupando al extremo por eso, porque ahora esta en las manos del Señor. ¡Sonríe a pesar de todo! Porque Dios volverá la alegría a tu vida a través de esa obra maravillosa que hoy a comenzado a hacer en ti.

¡Descansa!

“Así que pongan sus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ustedes.” 

Amigo

Bienaventurados

Salmo 147:4

Arco

lunes, 22 de septiembre de 2014

Hogar

Bendición

Plenamente

Personas exitosas

Las primeras horas de la mañana pueden jugar un papel importante en cómo se desarrolle el resto del día. Asesores personales de muchos directores ejecutivos de empresas, grandes políticos y otras personas influyentes, como Jennifer Cohen (columnista del diario Forbes y entrenadora personal), afirman que la mayoría siguen el patrón común de levantarse temprano y aprovechar las primeras horas del día.
En el extremo se encuentran personajes como Margaret Thatcher, que se despertaba todos los días a las 5 am o Robert Iger, CEO de Disney se levanta a eso de las 4:30 am. Sin embargo, al contrario de lo que podemos pensar, empezar el día tan pronto no significa empezar a trabajar tan temprano, sino simplemente despertar a tus sentidos.
Para entenderlo mejor, veamos las cuatro cosas que esta columnista destaca en las personas a las que asesora y que cree, que en parte, son responsables de su éxito:

1. Hacen ejercicio

Desperezan su cuerpo y lo activan. Así, consiguen empezar el día con un punto de energía extra y crean una inercia positiva debido al flujo de hormonas que se produce con el ejercicio. De alguna forma, consiguen que ese bienestar que sentimos cuando terminamos de hacer ejercicio sea el punto de partida del día. Este ejercicio no tiene por qué ser muy intenso, basta por ejemplo, con 20 minutos de bicicleta estática o de carrera o de paseo a buen ritmo y unos estiramientos.

2. Planifican el día y lo visualizan

La mayoría de ellos saben ya lo que van a hacer, pero dedican unos minutos a concretar horarios y a visualizar su actividad, de manera que pueden anticipar algunos de los posibles momentos estresantes y fuera de ellos pueden pensar como afrontarlos. Además, nos ayuda a situar en el día los descansos o los momentos que queremos tener libres (que son igual o más importantes que aquellos perfectamente estructurados y planificados).

3. Toman un desayuno saludable

Si queremos que nuestro cuerpo rinda, necesita energía y lo mejor es dársela de la manera adecuada. Si no hacemos esto, probablemente nos sintamos cansados desde las primeras horas del día, nos pasemos la mañana picando o comiendo alimentos poco saludables, nuestro sistema nervioso será mucho más propenso a la ansiedad y legaremos al final del día el doble de cansad@s.

4. Empiezan por el trabajo que menos les apetece

Las primeras cosas que intentan poner en su agenda son aquellas menos apetecibles o más costosas. Es al principio del día cuando más energía tenemos y por lo tanto el momento más propicio para hacer la llamada que menso nos gusta, el informe aburrido o ordenar el lugar de trabajo. Al igual que el ejercicio, dejar hecho esto en las primeras horas hace que cuando las terminemos el día se haya convertido en mucho más agradable.
Como con toda rutina, levantarse pronto y sacarle fruto a las primeras horas del día cuesta. el descanso es necesario y nuestro cuerpo se encuentra bien descansado y más cuando vivimos en un día a día estresante y le damos poca tregua. Pero, si empiezas, veras poco a poco todas estas ventajas y además sentirás que cada vez te cuesta menos y que tu energía positiva a lo largo del día es mucho mayor.

Salmo 27

Proverbios 6:20

Hora

Malaquias 3:10

Honra a tus padres

Mateo 9:37-38

jueves, 18 de septiembre de 2014

Obstáculos

Contradicciones

En Juan 12:25, Jesús dice: El que ama su vida la perderá y el que aborrece su vida en este mundo para vida eterna la guardará. En más de una ocasión Cristo dijo: Aborrece al mundo, aborrece a tu padre, aborrece a tu madre, aborrece, odia.  De Él salió, en varias ocasiones, palabras que dicen que tenemos que odiar las cosas del  mundo, tenemos que aborrecer ciertas cosas en nuestra vida.
Cuando estudiamos estos versos, parece que fuera una contradicción. ¿Cómo es que, para tener vida, tengo que dejar perder la vida? ¿Qué es lo que representa eso?
Siempre que se hacen llamados al altar para que la gente le entregue su vida a Jesús, pocas veces se hace un llamado como este. La mayoría de los cristianos se han convertido porque se les promete salvación, sanidad, vida eterna, prosperidad, y que su vida mejorará, si le entregan su vida a Cristo. Esa es una gran oferta.
Pero, cuando miramos, el llamado que Jesús hizo nunca fue de esa manera.  Siempre que Jesús le hizo un llamado a alguien, decía: Tienes que dejarlo todo, tienes que abandonarlo todo, tienes que perder todo lo que hay en este mundo, tienes que dejar toda tu vieja vida, tienes que aborrecer todo lo de este mundo para seguirme. Si, después de cada servicio, se hiciera este llamado a la gente, sería algo muy difícil de aceptar; sería difícil porque lo que hay en tu mundo, muchas veces, es lo que define tu vida. Entonces, dejar las cosas del mundo, para muchos, es dejar de ser ellos mismos.
Este llamado es uno fuerte, controversial. Este llamado no es uno de salvación, restauración y sanidad, y mucha gente no lo aceptaría porque quieren ganar algo, sin dar nada.  Muchos quieren vivir la doble vida, quieren ganar a Jesús, ganar la salvación, la paz, la libertad, sin dejar, ni entregar absolutamente nada.
Cuando Cristo pide, lo hace en grande.  Ve la historia del joven rico, que quería seguir a Cristo; tenía todo en orden para hacerlo, hasta que Cristo le pidió dinero.  Entonces, se volvió atrás, a su vieja vida. Así que, negar a Cristo o no aceptar a Jesús no es algo nuevo.
Lamentablemente, no todo el mundo es capaz de ceder y de entregarse ante un llamado como este. Este llamado, a su vez, tiene unas implicaciones bien drásticas para aquellos que no lo aceptan. Te dice que, el que da su vida, ganará algo; pero te dice que, el que no lo hace, perderá grandes cosas.  El que lo hace, ganará la vida eterna, y el que no lo hace, no tendrá la vida eterna.
La gente es capaz de seguir a Cristo, cuando no tienen nada; pero, cuando hay algo que dejar, cuando hay algo de valor, se le hace muy difícil. Pero es que el evangelio nunca ha sido fácil.  El evangelio no es para la gente que no tiene disciplina, ni para el que está buscando el camino fácil, la salida fácil. El servicio a Dios es para aquellos que tienen disciplina, aquellos que son capaces de decir que la vida del Señor vale más que cualquier otra cosa.
Caminar en el evangelio de Dios cuesta, pero eso es lo que lo hace valioso para ti, así que déjalo todo, toma tu cruz y síguele.

Salmos 73:25

Sano

Jesús

Jeremias 39:18

Jeremias 6:16