lunes, 18 de noviembre de 2013

La roca

La roca principal de todo hogar es Cristo. La base de todo hogar debe ser Jesús. Pero también sabemos que hay principios que nos pueden ayudar a establecer, en nuestra vida, la fortaleza necesaria en todo lo que hacemos.
Uno de estos principios espirituales que hace que nuestra familia prevalezca es el honor.
Ahora, ¿qué es la honra? ¿Qué es el honor? El honor es una cualidad que lleva a una persona a comportarse de acuerdo a las normas sociales y morales que se consideran apropiadas. Una persona de honor es una persona que, de acuerdo a los estándares de la sociedad, se comporta de la manera correcta.
Otra definición de la palabra honra es: Buena reputación. Lo mejor que puedes tener es una buena reputación. Cuando no tienes un billete en tu bolsillo, puedes tener una buena reputación. Una buena reputación es mejor que el dinero, es mejor que la fama, es mejor que las puertas abiertas, es mejor que los estudios.
Según algunas sociedades tradicionales, honor es también lo que se expresa hacia las mujeres, cuando hay recato. Hay sociedades en las que el honor de una mujer es una virtud por encima de su belleza, de su inteligencia, de sus capacidades.
Honor es también aquello con lo que una persona se siente enaltecida, satisfecha. Hay honor cuando se hace un homenaje. Atender invitados es dar honor. Y, de la misma manera, el honor es algo recíproco.
Palabras que se relacionan con el honor son: Estima, responsabilidad, dignidad, honra, orgullo, consideración, hombría, caballerosidad, conciencia, entereza, honradez, integridad, rectitud, nobleza, lealtad, castidad, decencia, respeto, decoro.
En Romanos 13:7, dice: Pagad a todos lo que debéis; al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; y al que honra, honra. La honra no es algo que se da, sino algo que se paga. El respeto, el honor y la honra es algo que se debe. Es algo que se demanda de nosotros. No lo damos porque queramos, sino porque debemos.
Y tenemos que enseñarles ese honor a nuestros hijos. Tenemos que enseñarles a conducirse. ¿Por qué? Porque una casa que enseña acerca del honor, que vive en un alto estándar de honor, es una casa que permanece.
En medio de un mundo que ha olvidado la importancia del principio de la honra, en medio de un mundo que no quiere pagar la honra que debe y cuando debe, en medio de este mundo, tu hogar puede permanecer. ¿Quieres que tu hogar permanezca? Enseña a los tuyos honor.

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