La raíz y la base de la relación que vayas a alcanzar con otras personas, está en tu relación con tu familia.
El primer mandamiento que tiene promesa es: Honra a tu padre y a tu madre; y la promesa de Dios es que nuestros días sobre la tierra serán alargados.
Honrar a nuestros padres no es algo que debemos hacer tan solo si nuestros padres han sido buenos, si se portaron bien, si nos cuidaron o si no nos cuidaron, sino que les damos honra porque son nuestros padres y porque así nos lo instruye la biblia.
El orden comienza en la casa. Si tienes una buena relación en tu casa, vas a tener buenas relaciones en la escuela, en tu trabajo. Si eres una persona educada en tu casa, vas a ser una persona educada en la escuela, en el trabajo y dondequiera que vayas. Por eso, Dios habla primero de nuestra relación con nuestros padres, y no con el prójimo.
Sin embrago, y muy lamentablemente, muchos viven relaciones turbulentas con sus padres.
La mujer carga una gran responsabilidad en cuanto a la honra se refiere. Las mujeres enseñamos honra en nuestros hogares. Si estás a cargo de la enseñanza de tus hijos, sin importar los problemas que haya habido, enseña a tus hijos a respetar a su padre. Así haya sido un sinvergüenza, tus hijos no tienen por qué escucharlo de ti. Ya se darán cuenta cuando crezcan, pero, si lo escuchan de ti, lo vas a lamentar.
A nosotros nos corresponde velar por la enseñanza de nuestros hijos. A nosotros nos corresponde enseñar honor, enseñar respeto. Siempre que calles por honra, Dios va a dar honra a tu vida por ello.
Nuestro propio honor y respeto está involucrado en las acciones de nuestros hijos. Nuestro comportamiento se refleja en el comportamiento de nuestros hijos. Cristo mismo habla de la honra a su Padre, diciendo que hacía siempre lo que le agradaba a su Padre.
Así que, independientemente de cualquier error cometido por cualquier padre, aun así, nos corresponde dar honor, nos corresponde honrar a nuestros padres, y nos corresponde, también, enseñar honor, conforme a la palabra en Romanos 13:7: Pagad a todos lo que debéis; al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; y al que honra, honra.
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