Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño. Lucas 10:19
El Cuerpo de Cristo está preparándose y al borde del más grande mover de Dios en la historia de la humanidad. Cada uno de nosotros debe esperar un cambio rápido y radical. No tenemos tiempo para hacerotro viaje alrededor de la montaña. Debemos entrar en las promesas de Dios ahora.
Recientemente, Dios habló esta declaración tan alentadora: “Esta será la temporada en que Mis hijos comenzarán a creer lo que ellos ya saben. Mi Palabra se moverá de su cabeza hacia su corazón y a sus manos” El Señor nos ha dado poder para detener toda obra del diablo; el llamado de Dios es que ejerzamos ese poder para vivir una vida de victoria. El tamaño de tu enemigo es el tamaño de la confianza que Dios tiene en tu habilidad para vencer! Cuanto mayor y poderoso sea, más potencial de elevación hay para tu vida. Oro porque esta palabra de Elainne Tavolacci te empodere y tomes esa autoridad ahora mismo para hacer huir al enemigo. Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros. (Santiago 4:7)
A través del Nuevo Testamento leemos acerca de las numerosas aflicciones que el Apóstol Pablo tuvo que sufrir. Fue encarcelado muchas veces, golpeado con hierros innumerables veces, apedreado, naufragó, fue falsamente acusado, atacado por los líderes religiosos, los adivinos y los falsos profetas. Sin embargo, él fue usado poderosamente en milagros, señales y maravillas. El nunca dudó de la autoridad que le fue dada durante un encuentro con Jesús en el camino a Damasco, cuando su nombre fue cambiado de Saulo a Pablo. Jesús nos ha dado esa misma autoridad a nosotros como cristianos.
El Señor dice: Yo les he dado autoridad en Mi nombre y dominio sobre todo el poder del enemigo y nada, por ningún motivo los dañará. Así como Pablo se sacudió la víbora, que se le pegó para intentar matarlo (Hechos 28:5-6) Yo también les he dado autoridad para deshacerse de todo lo que viene a robar, matar y destruir. El ataque de los enemigos no los destruirá. Su veneno no los matará.
Las maldiciones sin causa nunca los tocaran mientras se levanten en Mi autoridad. La autoridad que Yo he liberado para ustedes no la pueden comprender con su mente natural. El dominio que Yo les he dado no lo pueden recibir con su intelecto. Tomen autoridad sobre todo lo que viene contra su vida. Tomen autoridad contra todo lo que está atacando su familia y ministerios. Tomen autoridad sobre todo lo que viene en contra de su destino. Tomen autoridad sobre la injusticia en sus ciudades, estados y naciones.
Yo he puesto una vara en su mano y una espada en su boca, que es Mi palabra. Les he dado dominio y poder sobre todas las situaciones en que se encuentren. Ustedes tienen la autoridad para decretar y declarar una cosa y que está sea establecida para ustedes. Mientras hablan Mi palabra, las situaciones en su vida comenzarán a cambiar. Al usar Mi autoridad, las montañas se moverán. Yo les he dado potestad sobre toda enfermedad y dolencia.
Cuando pongan las manos sobre los enfermos esto se sanarán. Todo lo que aten en la tierra, será atado en el cielo. Todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo. Les he dado poder para vencer los obstáculos que vienen en su contra y para derribar las fortalezas usando las poderosas armas que Yo he provisto para ustedes. Conforme usan la autoridad, el dominio y poder que Yo he liberado para ustedes, comenzarán a gobernar y reinar en esta tierra y Mi gloria se impondrá en su vida, dice el Señor.
—Sea por poco o por mucho —le replicó Pablo—, le pido a Dios que no sólo usted, sino también todos los que me están escuchando hoy, lleguen a ser como yo, aunque sin estas cadenas. Hechos 26:29
Otras referencias de las escrituras: Mateo 10:1, Mateo 16:19, Lucas 10:19, Hechos 28:5
No nos desanimemos, la victoria es nuestra por adelantado. El grito de “no titubeen” ha salido del cielo. Nunca olvidemos que Dios ha prometido que “Ningún arma forjada contra nosotros prosperará” (Isaías 54:17) ¿Cómo actuar en esta promesa? Cuando echamos toda nuestra ansiedad sobre el Señor, tomemos autoridad y dejamos de preocuparnos, cuando nos esforcemos y nos regocijemos que ya sido ganada la victoria.
1 Juan 4:4 Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.
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