Ahora, ¿porqué gritas tanto? ¿No hay rey en ti? ¿Pereció tu consejero, que te ha tomado dolor como mujer de parto? Duélete y gime, hija de Sión, como mujer que está de parto; porque ahora saldrás de la ciudad y morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia; allí serás librada, allí te redimirá Jehová de la mano de tus enemigos. Miqueas 4:9-10
El Señor ha estado hablándonos de un tiempo de cambios y transición. Agosto ha sido un mes de nuevos comienzos y Septiembre es el mes 9 un tiempo para dar a luz, tiempo de cosechar lo plantado. Debido a que lo que experimentamos en lo natural usualmente refleja lo que experimentamos en lo espiritual, podemos ver que hay tiempos donde la agonía y la aflicción son respuestas adecuadas y precursoras de un nacimiento espiritual, similar a un nacimiento en lo natural. Estamos al borde de un cambio y tal vez esté cansado de creer, pero sólo tu puedes atravesar el presente hasta tu milagro. Solamente tu puedes dar a luz a tu destino. Sólo tú puedes luchar hasta el cumplimiento de tu sueño
¡Este es el tiempo de pujar! Muchos estamos ahora en ese proceso. Sin embargo, es igualmente cierto que hay un dolor agudo y desesperante que viene con dar a luz. El trabajo de parto conlleva dolor y aflicción, es el cruzar por un sitio estrecho de transición. Este no es el momento para desmayarse! ¡Sujétate de los lados de la cama y puja!
El Señor dice:
Amados, la incomodidad de este tiempo pronto será cosa del pasado. Mantengan su mente en las cosas espirituales, en las cosas que provocan que su fe sea fuerte. Puesto que, Yo los llevaré a través de estas complicaciones, y ganarán la victoria. Lo que aprendan en este tiempo será más valioso en los próximos días, pero hay que aguantar y perseverar, dice el Señor. ¡Confíen en Mi! (Marsha Burns)
Santiago 5:11 Mirad que tenemos por bienaventurados a los que sufrieron. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el resultado del proceder del Señor, que el Señor es muy compasivo, y misericordioso.
Ciertamente estás a punto de dar a luz un fruto precioso, grande, valioso, poderoso. Yo he estado formando dentro de ti por largo tiempo un carácter, un nuevo espíritu, una nueva naturaleza, una nueva vida y ha llegado el tiempo de parir, revístete de fuerza para ver el nuevo comienzo que esta llegando, dice el Señor. Yo estoy contigo, te acompaño en tu caminar, aunque ciertamente ha sido cansado el proceso, agotador y desgastante el camino por el que has andado, Yo te tomo en Mis brazos y te cargo como un padre carga a sus hijos, recibe nuevas fuerzas, soplo nueva vida en ti, levanto tus brazos, te doy a beber agua viva que quita tu sed y cansancio. (Ministerios Elías)
Isaías 40;30-31 Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil. Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.
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