Dios está buscando mujeres guerreras, mujeres deseosas de restaurar sus vidas, sus familias o sus circunstancias. Mujeres que deseen participar en su plan de los últimos días. Busca corazones dispuestos a aprender y, cuando encuentra una, le da armas para que practique. Con cada sesión de práctica algo fuerte y poderoso crece; los músculos de guerrera se fortalecen con los ejercicios de resistencia, se hacen fuertes con las sólidas fibras de la fe, la esperanza, el valor y el amor.
Todo lo que tienes que hacer es velar en oración, leer la Palabra, y algo sucederá contigo. Estamos entrando en un tiempo en el cual ya no hablaremos de los problemas sino solo de las respuestas, un tiempo en donde nos precederá un ejército que ha sido liberado a favor nuestro rompiendo todo obstáculo y nosotras necesitamos declararlo. Pablo decía “Creí, por lo cual hablé” debemos pronunciar la intervención milagrosa de Dios en medio de nuestras circunstancias por difíciles que estas sean
Todo lo que tienes que hacer es velar en oración, leer la Palabra, y algo sucederá contigo. Estamos entrando en un tiempo en el cual ya no hablaremos de los problemas sino solo de las respuestas, un tiempo en donde nos precederá un ejército que ha sido liberado a favor nuestro rompiendo todo obstáculo y nosotras necesitamos declararlo. Pablo decía “Creí, por lo cual hablé” debemos pronunciar la intervención milagrosa de Dios en medio de nuestras circunstancias por difíciles que estas sean
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